Entrevista de Bebe Kamin
Durante su paso por el Filmex '83, en la ciudad de Los Angeles, Bebe Kamin tuvo oportunidad de conversar con Krzysztof Zanussi en un amplio salón del Hotel Ambassador. En el transcurso de esa entrevista, el cineasta polaco demostró su interés por la situación del cine latinoamericano, radiografió sin concesiones su lugar problemático en el contexto politico polaco.
Cuando entré al Hotel Ambassador, en la avenida Wilshire de Los Angeles, no pude menos que recordar aquello que casi se transformó en un slogan publicitario: hace 10 años, en ese lugar, cayó asesinado Robert "bob" Kennedy. Sin embargo, no me distraje demasiano en buscar el perfil dibujado en tiza del ex senador americano,y me interné en esos pasillos tradicionales llenos de alfombras, sillones y silencios por los que circulaban discretamente elegantes turistas internacionales. El día anterior habiamos concertado una entrevista y Zanussi me esperaba para empezar el diálogo. Amable y sonriente, el director polaco me invitó a comenzar una conversación fluida que sólo interrumpiría atendiendo dos llamados telefónicos en los que delató su perfecto dominio del inglés y el francés. Nuestro diálogo, que transcribo en un sintetizado monólogo, transcurrió en cambio en un clarísimo castellano.
La identidad en busca de un lenguage
Es paradójica, según mi visión, la situación del creador latinoamericano. Me refiero a los cineastas. Creo que el punto crítico entre ellos y el público a quienes se dirigen es la lucha entre el lenguaje que utilizan y la identidad cultural que desean transmitir.
Está claro que, por muchos motivos que no vamos a analizar ahora, el lenguaje más popular en el cine es el que llega desde los Estados Unidos y que el original de los cineastas latinoamericanos se vuelve muy sofisticado, al punto de no reflejar la expectativa del público masivo. Para obtener ese contacto necesario con la gente se busca un lenguaje similar al norteamericano y es allí donde se deteriora el mensaje. En caso contrario el film se margina y esto es francamente dramático.
¿Por qué esta paradoja?. Sucede que en los países dependientes no existe una verdadera conciencia oficial sobre la importancia de un cine nacional, y por lo tanto se carece de los subsidios necesarios para el desarrollo cultural del cine. Tomemos el caso de Alemania, por ejemplo. Allí sucede lo contrario. Existe un cine alemán independiente porque el Estado es rico y destina fondos para lograr productos culturales que reafirmen la identidad nacional, aunque estas películas sean rechazadas por el público masivo. Sin embargo el propio Estado, a través de la televisión y de la difusión en muchos países donde cuenta con infraestructuras de apoyo, se encarga de difundir y promocionar ese cine independiente.
Otro ejemplo en este mismo sentido, el de reunir una "forma" popular y un "contenido" importante, ideológico, es "Missing", la película de Costa Gavras no cae en un esquematismo temático -podría decir que su visión es profundamente europea- y a su vez está construida para llegar a un público amplio y diverso. Pero "Missing" es una excepción; en general, los films de compromiso son muy esquemáticos.
(Ahora recuerdo Mar del Plata, allí vi "Macunaima", un raro ejemplo de una estética original que luego no pude seguir. No he visto ninguna continuidad en los años posteriores).
El director y sus contradicciones
El del realizador es un drama que siento con gran dolor. Tenemos dos roles: el de ciudadano y el de artista.
En mi condición de artista quiero comentar sobre el ser humano. Toda situación política e ideológica está fuera de mi control; la difusión de ideas no es mi vocación. Quiero elegir qué contar, cómo expresar mis inclinaciones, en qué ideología mi persona se realiza mejor. De esa manera asumo mi libertad.
Pero hay momentos en que debo resignar mi vocación de artista para ejercer mi responsabilidad como ciudadano.
Wajda, por ejemplo, En "El hombre de hierro". Wajda hizo múltiples concesiones artísticas para cumplir como hombre político. En ese momento fuimos juntos a las fábricas y estuvimos con los obreros, pero ésa no puede ser una práctica habitual porque se pierde independencia.
En mi propia producción se pueden encontrar esos polos de contradicción: un film como "Iluminación" expresa profundamente mis miedos y esperanzas, mis búsquedas más sentidas, pero no puedo negar su carácter hermético y difícil de transmitir. En cambio, en "De un país lejano", el documental sobre el Papa Juan Pablo II, puse mis esfuerzos al servicio de las ideas que allí están contenidas.
En general me parece que los latinoamericanos exageran esos contactos con lo inmediato y esto atenta contra su libertad creadora. En el campo de la literatura hay ejemplos de lo contrario. Carpentier o Garcia Márquez son grandes autores porque abarcan muchas dimensiones humanas y así transmiten su propia independencia.
En la continuidad de la historia la contribución individual es minima, pero la suma de todas ellas crea la cultura.
La amenaza del exilio
Yo me defino como un artista polaco, pero mi situación es precaria porque puede cambiar en cualquier momento. Deseo permanecer en Polonia porque que no se puede abandonar la cultura nacional, no se puede abandonar la Nación. Pero actualmente la situación esta en el limite. Si no puedo hablar y trabajar en libertad tendré que buscar otros horizontes. Yo estoy entre los pocos privilegiados que pueden trabajar fuera de las fronteras de mi pais.
El artista contra el poder
En cierto sentido, la oposición al Poder es una parte inherente al artista. Existe una tradición histórica que ubica al creador frente al Poder y que nosotros recogemos. Hablé de esto una vez con Fellini. El manifestaba sentir cierta envidia porque opinaba que en los países llenos de contrastes el artista se hacía importante y necesario. En cambio, en occidente, sólo se le exige que entretenga al público. En términos generales puedo decir que el artista europeo examina su propia conciencia y la de su sociedad, y que en Estados Unidos la concepción es la opuesta. En verdad, la idea es más antagónica que la realidad, porque sin duda podemos encontrar películas americanas que contienen esa conciencia crítica. Hoy, caer en el "esquema" de Hollywood es un suicidio para el artista.
Cuando trabajo fuera de mi país no puedo encontrar subvenciones. Todo hay que justificarlo con el éxito.
Una estética de la simplicidad
Es muy difícil el camino del cine para el realizador. Debe preguntarse permanentemente cuál es el lenguaje que corresponde a cada film y resolverlo. Hay momentos en que pienso que simplificando el lenguaje puedo comunicar más directamente las emociones. Cuando pretendo comunicar pensamientos es cuando el lenguaje se hace más complicado. Mi conclusión es que cuando se puede simplificar todo es mejor.
En las artes, como en las ciencias, el criterio de lo simple es el más verdadero.
Filmografia: (solo largometrajes)
La estructura de cristal, 1969
Vida familiar, 1970
Iluminación, 1973
Asesinato en Catamount, 1974
Balance de un matrimonio joven, 1974
Camouflage, 1976
La casa de las mujeres, 1977
Espiral, 1978
Los caminos de la noche, 1979
El factor constante, 1980
Contrato de matrimonio, 1980
Desde un pais lejano, Juan Pablo II, 1981
Versuchug, 1981
El imperativo, 1982
Lo inacercable, 1982
Cwal, 1996
Suplemento, 2002
El toque silencioso, 2004
Persona non grata, 2006
Il sole nero, 2007
Seleccionado de la revista Cine Libre, 1984
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