Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

miércoles, 25 de marzo de 2020

El adiós a Stuart Gordon.

Fallece el director de culto de terror Stuart Gordon a los 72 años

Fue el encargado de llevar a la gran pantalla películas como ‘Re-animator’ o ‘From beyond’, ambas basadas en relatos de H.P. Lovecraft



Stuart Gordon, junto al actor William H. Macy en una imagen tomada en 2005



Director de películas de culto de terror de los 80 como Re-animator o From beyond, ambas basadas en relatos de H.P. Lovecraft, el también guionista y productor estadounidense Stuart Gordon falleció este martes en su Chicago natal a los 72 años de edad, según informa hoy la revista Variety.




Procedía del teatro, fundó su primera compañía en 1968, Screw Theater, con la que hizo una adaptación antibelicista de Peter Pan que le llevó a ser detenido por obscenidad, junto a su esposa Carolyn Purdy. Después formaron Organic Theater que mantuvieron en activo durante 16 años y con la que, entre otras cosas, impulsaron la carrera de David Mamet al estrenar en Chicago en 1974 sus “Perversiones sexuales”.

Carrera



Re-animator (1986) fue su debut como director de cine. Al principio iba a ser una obra de teatro, después una serie de televisión y finalmente una película. Su combinación de ‘gore’, con sangre a espuertas, y humor salvaje la convirtieron en obra de culto.

Le siguieron, con menos éxito,“From beyond y Dolls, pero fue un golpe de timón lo que le hizo triunfar de nuevo, la comedia Honey, I Shrunk the Kids (Cariño, he encogido a los niños). Fue uno de sus guionistas y después produjo la secuela y dirigió un spin-off para la televisión.


No obstante, no abandonó su pasión por el género y siguió estrenando títulos como Robot Jox (1990), Fortress (Fortaleza infernal) (1992), con Christopher Lambert, o la comedia Space Truckers (1996) que presentó en el Festival de Sitges y que protagonizaba Dennis Hopper. En 2011 convirtió Re-animator en un musical de éxito.

Fuente: www.lavanguardia.com/cultura

lunes, 9 de marzo de 2020

Un despertar glorioso, nada mas que eso.




¿Puede una película con Diane Keaton, Harrison Ford y Rachel McAdams (una actriz joven, bella y talentosa con hambre de gloria) salir mal? No subestimemos a Hollywood. El cine industrial contemporáneo no conoce límites: siempre puede hacerlo peor.

Becky Fuller (McAdams) es una productora televisiva con la obligación de levantar el rating de un programa de noticias tempranero que está último en la lista. Entre otros problemas, deberá lidiar con que sus conductores (Keaton y Ford) se odian. Un inicio promisorio que se queda en eso. Un despertar glorioso padece del peor mal que puede sufrir una comedia: es insulsa, anodina.

A su favor tiene (literalmente) un par de chistes buenos y sus estrellas. Diane Keaton, no hay quien lo niegue, puede hacer divertida hasta la lectura de un catálogo de clavos, remaches y grampas. Como en otras malas comedias en que le tocó estar, nos arranca una sonrisa con líneas y situaciones áridas como un desierto. Harrison Ford, lo ha probado, es una estrella carismática por excelencia. Haría llevadero hasta un trámite en IOMA. Y Rachel McAdams no pasará a la historia con este trabajo, pero se hace querer porque se carga la comedia sobre los hombros y rema contra viento y marea. No llega a buen puerto, pero ni los navegantes del Kon-Tiki lo harían. Patrick Wilson ratifica su talento hallándole matices a un galán que en el guión es sólo estólido y monocorde. Jeff Goldblum y John Pankow (el primo de Paul Reiser en Mad about you/Loco por ti) celebran con dignidad su oficio.

Debo confesar, eso sí, que me conmovió el giro final del personaje de Harrison Ford, por más que fuera convencional y esperable. No porque esté siempre dispuesto a comprar lo que me venda (lo cual es cierto, después de todo el hombre es la cara de lo mejor del cine industrial de la última parte del siglo pasado: Han Solo, Indiana Jones, Blade Runner), sino porque se prueba los zapatos que dejó vacante Walter Matthau, los de los personajes cínicos y gruñones, pero con una bondad inmanente e indestructible. Todavía le grandes, aunque no por mucho.





Tiene apuntes laterales de algo que se discute en estos días (la traición a la noticia por intereses o rating, la conversión de noticieros en shows ficcionados efectistas y grotescos, la compulsión televisiva de propalar bosta constante y el consumo irrestricto de los telespectadores de cuanta basura se lo pone en frente), pero que no profundiza ni ironiza.

En resumen, si como a mí, sin importar lo desperdiciados que estén, les emociona ver en un mismo cuadro a Diane Keaton y Harrison Ford, véanla. Pero si esto los tiene sin cuidado, óbvienla sin culpa.

Dirigió Roger Michell (Notting Hill, Fuera de control, Venus).

Un abrazo,
Gustavo Monteros


Fuente: https://cronicas-de-cine.blogspot.com