Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

sábado, 20 de marzo de 2010

Héctor Olivera en rodaje

El mural

Es uno de los directores más premiados del cine argentino y se encuentra rodando una película donde reconstruye la realización de “Ejercicio plástico”, la obra que Siqueiros pintó en la quinta de Natalio Botana.

Ambientada en los años 30, El mural, coproducción argentino – mexicana. El mural está protagonizada por Luís Machín, Carla Peterson, Ana Celentano, el actor mexicano Bruno Bichir, Sergio Boris, Rodrigo Noya, Juan Palomino y Mónica Galán. El estreno de la película está previsto para mayo de 2010, cuando se inaugure al público el mural realizado por Siqueiros, que fue restaurado por el Estado argentino.


Nos cuenta Héctor Olivera...

Comenzamos el rodaje la primera semana de noviembre y hasta el momento estamos muy contentos. Hace muchos años que había comenzado a pensar en la posibilidad de hacer una película con esta historia, aunque no concretamente sobre el mural de Siqueiros sino sobre la familia Botana.

Cuando tenía 18 años, comencé a trabajar en los estudios Baires como asistente del productor Eduardo Bedoya, quien me contó historias sobre Natalio Botana. Bedoya había sido administrador del diario Crítica y habían sido socios en la construcción del estudio. Así que desde ese momento siempre me fascinó la idea de hacer una película sobre la familia Botana, que no quedaba sólo en las vidas de Natalio y su esposa Salvadora Medina Onrubia, sino que atravesaba distintas generaciones.





Incluso cuando fundamos Aries con Fernando Ayala en varias oportunidades pensamos en esta posibilidad, pero se trataba de un proyecto muy grande, porque había que reconstruir cuatro épocas distintas, cuarenta años de la vida del Uruguay y de la Argentina. Era una película sumamente cara, muy argentina, y eso la hacía muy difícil de financiar.

Así que el proyecto quedó trunco. Hasta que hace unos años atrás, leyendo Confieso que he vivido, las memorias de Pablo Neruda, me di cuenta que había mucho más en Los Granados, esa quinta que yo había conocido porque era cercana a los estudios Baires y que en su sótano alojaba al mural.

Me puse a investigar las vidas de David Alfaro Siqueiros y su esposa Blanca Luz Brum. Y me di cuenta que tenía un material fascinante, porque cada uno de los personajes daba para un largometraje. Además la historia real me proponía algo muy bueno para mi manera de concebir un relato: tenía un principio y un final, marcado por la llegada y la partida de Siqueiros de Buenos Aires.





Mientras él pintaba en el sótano el mural, en la parte superior de Los Granados ocurrían historias muy fascinantes, llenas de pasión, romance, tragedia. Estaba la relación de Botana con Blanca Luz, que finalmente se concreta la noche de inauguración del mural. Y estaba también la presencia de Neruda, que pasaba a ser un personaje secundario importante.

La historia real de cada uno de los personajes, previa y posterior al momento que trata la película, los transforma en personajes muy atractivos. Además, era una época de mucha agitación cultural y política, con mucha presencia del nacionalismo, del comunismo, del anarquismo, lo que ocurría en Villa Ocampo... Son todos escenarios de la película.

Siqueiros llegó a Buenos Aires con la intención de pintar un gran mural en los silos del puerto, pero se encontró con que había un nacionalismo muy fuerte que no le iba a permitir concretar su trabajo. Y ni el Estado ni los particulares se lo iban a financiar, porque una obra de esa naturaleza exigía un trabajo enorme.





Así que cuando Botana le ofreció este conchabo lo aceptó porque era la única oferta que le hacían y, de alguna manera, tenía que sobrevivir. Ya había sufrido dos exilios en México y en Estados Unidos, no se sentía muy a gusto en Montevideo y no andaba bien con Blanca Luz. Aceptó la propuesta de Botana y la invitó a Blanca luz a Buenos Aires. Y ella posó para él. Para realizar el mural se rodeó de cuatro excelentes profesionales, como Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino y Enrique Lázaro

La película muestra tres facetas de las ideas políticas y artísticas de Siqueiros. Por un lado, la prédica de la técnica pictórica y el concepto del muralismo social. Por otro, su prédica comunista estalinista que continuó hasta su muerte. Y por último su convencimiento de la necesidad del sindicalismo incluso entre los artistas.

La directora de casting Eugenia Levín realmente hizo un trabajo muy bueno y estoy muy contento con el reparto. Se trata de un elenco de actores que están muy al servicio de sus roles y que tienen un nivel profesional muy alto. Y al único actor que no conocía, Bruno Bichir, quien personifica a Siqueiros, fue una agradabilísima sorpresa. Se trata de un excelente actor, con mucho carisma.





Como decía al comienzo, conocí la quinta de Los Granados y el mural cuando trabajé en los estudios Baires, que estaban a pocas cuadras. Y muchos años después en esa quinta filmé Cocaine Wars, una película que hice para el productor Roger Corman, con Federico Luppi haciendo de narcotraficante latinoamericano.

Cuando lo vi por primera vez, el mural me pareció algo muy insólito, no comprendía como en un sótano de una quinta de Don Torcuato se hiciera esa obra. Pero a los 20 años yo tampoco tenía mucho criterio artístico. No tenía un conocimiento muy sólido, como el que después tuve sobre el muralismo mexicano, un movimiento tan importante en la historia del arte.

Con ese mural, Siqueiros no quería hacer una revolución pictórica en cuanto a la utilización de ciertos materiales y a la forma de plasmarlos en la obra. Y lo más interesante es que si Siqueiros hubiera pintado su mural con las pinturas y los sistemas que el muralismo usaba hasta ese momento, se hubiera perdido todo luego de los distintos problemas al que fue sometida la obra. Ejercicio plástico se salvó porque Siqueiros lo pintó con la técnica de la pintura al duco, como un automóvil o una heladera. Y eso ha sido milagroso, porque gracias a esa técnica, ahora el mural se ha recuperado perfectamente bien.





Sobre Héctor Olivera

Ganó el Oso de Plata en Berlín en 1974 al mejor director por La Patagonia rebelde. Dirigió clásicos del cine argentino como: La nona, No habrá más penas ni olvido (también ganadora en Berlín), La noche de los lápices (1986); El caso María Soledad (1993) y Una sombra ya pronto serás (1994).


Fuente: Cine.ar - Portal Oficial de Promoción de la República Argentina

jueves, 18 de marzo de 2010

Maestros del terror, Nathán Pinzón

NATHÁN PINZÓN ( 1917 - 1993 ) :

" Con una cara de malvado, además de su voz y actitud, este actor se ha transformado en el mayor exponente de el terror y el misterio en Argentina ( por ser argentino - detras de Ibáñez Menta que fue español ). Fuera del género también es conocido, pero en el cine negro es reconocido .


Nathán Pinzón cuyo verdadero nombre era Natalio Garfinkel fue actor y libretista de cine, además de conductor, que nació en Buenos Aires, el 27 de enero de 1917. Participó en muchas películas, en la mayoría de las cuales encarnó personajes malvados, ayudado por las características de su rostro.




Fue uno de los actores de trayectoria más prolongada en el cine argentino pues debutó en 1936 en el filme Santos Vega dirigido por Luis Moglia Barth y su última película fue El viaje, en 1992 o sea 56 años después. Se recuerda su actuación en filmes de terror, misterio y hasta cómicos, como El hombre invisible ataca de 1967,dirigido por Martín Mentasti en que estuvo "muy bien en una estrafalaria caracterización". En el género de terror y misterio hizo El vampiro negro de 1953 dirigido por Román Viñoly Barreto, en lo que un crítico calificara "el papel de su vida ... en la composición de un personaje de nada fácil expresión, La bestia debe morir de 1952 con el mismo director encarnando "uno de los malos más malvados del cine argentino", también actuó en Maleficio, Tres citas con el destino en 1954, esta y la otra anterior actuó junto a prócer del terror, Narciso Ibáñez Menta . Pinzón actuó también en El conde de Montecristo en 1953 . También trabajó en Historias que el diablo me contó, en 1985 en María de nadie y en 1979 en Viaje a lo inesperado ( junto a Ibáñez Menta ).




Nathán Pinzón colaboró en 1940 en el programa Bar Gente de Cine que conducía por Radio Prieto el crítico Roland y que en 1942 dio origen a uno de los primeros cineclubs del país, el "Cine Club Gente de Cine" y escribió libretos para cine y televisión tales como Historias que el diablo me contó, para televisión en 1989 y Libertad bajo palabra que en 1961 llevó al cine Alfredo Bettanín

Uno de sus últimos filmes fue el de comedia y terror, llamado, Los matamonstruos en la mansión del terror de 1987.

Falleció de un ataque cardíaco en Buenos Aires el 15 de agosto de 1993.






Opinión de Pabloff :


Un villano de clase, excelente actor, desde terror, misterio o comedia. Pinzón fue un destacado libretista y libretista. El clásico seguidor de Ibáñez Menta dentro del terror, con películas como El Vampiro Negro, La Bestia debe Morir, Maleficio Tres citas con el destino, así como comedias con terror y programas de Tv. Un actor que estuvo casi sesenta años en el cine y la televisión, que logró hacerce famoso especialmente con ese gusto de villano, malvado y hasta como digamos terrorífico. Tal vez sea una de los latinos más destacados representa el género negro.


Fuente; Oficialmente a elpabloff@hotmail.es
PABLOFF, el blog del terror

jueves, 11 de marzo de 2010

CinemaRock: La canción es la misma.

Film de Led Zeppelin: "La Canción es la Misma"


A mediados de los '70 el mundo rock comenzó a tener la rara oportunidad que se daba por entonces de apreciar ciertos gigantes del género a través de la pantalla grande. En pleno apogeo de su carrera, Led Zeppelin salió al frente con su película "The Song Remains the Same" ("La Canción es la Misma") que recoge un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York.

Tiempo después la película llegó a los cines argentinos. Y si bien Zeppelin nunca integró mi lista de predilectos (aunque hay que reconocer que tienen unos temazos fatales) allá fui. Lo que sigue transcribe mi experiencia con el gran Zepp frente a la pantalla panorámica. Otra que YouTube...



La Espectacularidad es la Misma

No es difícil imaginar lo que puede ser Led Zeppelin arriba de un escenario, aún cuando no se lo haya vista nunca.

Son ya conocidas las actuaciones estudiadas del cantante Robert Plant, que pone caritas sensuales y mira inquisitoriamente a la audiencia, sacudiendo al compás de la música su frondosa cabellera enrulada, bailoteando agitadamente, luciendo ajustados jeans ceñidos al cuerpo y su cami-saco con los botones desprendidos... Siempre es lo mismo: aún cuando canta, gesticulando con la cara y las manos, besando y/o acariciando el micrófono... Indudablemente es el punto de atracción y meta obligada de cualquier cámara cinematográfica que se entretenga en captar "la magia Zepp".



Pero no hay que descuidarse: muy cerca de allí hay todo un hombre orquesta: es el guitarrista Jimmy Page, empuñando una Gibson Les Paul o la SG de doble diapasón; no importa: Jimmy sigue siendo virtuoso en cualquiera de ellas. Impecablemente vestido, luce generalmente en el centro del escenario, aunque casi siempre está en continuo movimiento, paseándose aquí y allá con su Gibson a cuestas y arrancándole los sonidos que se le ocurren... hasta con un arco de violín! Categóricamente puede afirmarse que es un fenómeno de la guitarra, y dueño y señor de cualquier mango de seis o doce cuerdas.

Un poco más allá se encuentra una usina percusiva alimentada con la energía que emana del batero John Bonham, otro privilegiado. Una Ludwig transparente, un gong de tamaño mediano, un par de palillos y también una maestría de excepción es lo que "Bonzo" utiliza para hacer derrumbar el Madison Square Garden cuando realiza uno de sus tantos solos... Y el Madison estalla cuando a "Bonzo" se le ocurre seguir tocando sin los palillos: ataca los tambores con las manos! Cosa de locos.



Notoriamente alejado de tal despliegue alucinante de vigor y potencia está el bajista y tecladista John Paul Jones, sólo limitado a su condición de instrumentista serio, sobrio y tenaz, características que pintan al músico probablemente más talentoso de Zeppelin. El lucimiento escénico queda exclusivamente en manos del trío Page-Plant-Bonham; para Jones, lo único que prima es la música.

Todo esto se ve al detalle en "La Canción es la Misma", película de 1976 que permite apreciar la magnificencia de un grupo archifamoso como lo es Led Zeppelin arriba de un escenario. La duración del film se ve prolongada -casi excesivamente, quizás- por una secuencia de imágenes que muestran lo que es y hace cada miembro del grupo cuando no actúa ni ensaya ni graba. Y es así como puede descubrirse que la debilidad de Page son las ciencias ocultas y la brujería, la de Bonham la velocidad... Es una idea vendible aunque no demasiado bien materializada, a pesar de escenas y pasajes excelentemente concebidos y tomados.

En suma: "La Canción es la Misma" es una película común, pero al menos conforma y brinda un espectáculo totalmente alejado de pretendidos engendros que se hicieron sobre este tipo de films. Los que deseen asistir a un show protagonizado por Led Zeppelin encontrarán en "La Canción es la Misma" un resultado satisfactorio y placentero.



Fuente: bitacorock.blogspot.com

miércoles, 10 de marzo de 2010

Martin Landau, para coleccionar.

Martin Landau (Brooklyn, Nueva York, 20 de junio de 1931), es un actor estadounidense de cine y televisión. Aunque ha protagonizado bastantes películas es más conocido por su aparición en series de televisión como Misión Imposible y Cosmos 1999 (1975-1977).

En 1969 recibió el Globo de Oro al Mejor Actor de Televisión por su papel en Misión Imposible, que también le supuso dos nominaciones a los Premios Emmy en 1968 y 1969. En 1994 ganó el Óscar al mejor actor de reparto tras interpretar a Béla Lugosi en el film de Tim Burton Ed Wood. Con anterioridad había recibido otras dos nominaciones.


Biografía y carrera

Landau nació en Brooklyn, Nueva York. Con 17 años comenzó a trabajar como dibujante y caricaturista para el New York Daily News, pero influido por Charlie Chaplin se propuso convertirse en actor. Recibió clases en el Actors Studio donde coincidió en la misma clase que Steve McQueen, y en 1955 hizo su debut en Broadway en la obra Middle of the Night. También impartió clases de actuación en el Actor´s Studio a actores de la talla de Jack Nicholson y Anjelica Huston.

En 1959, con 28 años, hizo su debut en el cine con un papel en la película North by Northwest (Intriga internacional) dirigida por Alfred Hitchcock. Luego tuvo un papel secundario en la superproducción Cleopatra (1963).

Unos años después y tras rechazar el papel de Spock en Star Trek, Landau aceptó interpretar el papel de Rollin Hand, el maestro del disfraz, en la serie de televisión Misión Imposible convirtiéndose en uno de los actores estrella del reparto. Según el autor Patrick J. White en su libro The Complete Mission: Impossible Dossier, inicialmente Landau rechazó firmar un contrato con los productores de la serie porque no quería que el show interfiriera con su carrera en el cine, y por ello durante la primera temporada apareció en los créditos como Estrella Invitada, pasando en la segunda temporada a convertirse en miembro del reparto a tiempo completo. El papel de Rollin Hand obligó a Landau a actuar con diversos acentos y en muchos de los capítulos debió interpretar dos papeles.


Landau trabajó en la serie con su futura esposa, Barbara Bain, y ambos abandonaron la misma antes de la tercera temporada alegando motivos salariales, aunque las razones exactas nunca han sido confirmadas.

A mediados de los 70, Landau y Bárbara Bain regresaron a la televisión en la producción británica Cosmos 1999. Esta serie, a pesar de haberse convertido con el tiempo en una serie de culto, fue duramente criticada durante los años de emisión y fue retirada tras dos temporadas de emisión. El propio Landau fue muy crítico con los guiones de la serie sobre todo durante la segunda temporada.

Tras Cosmos 1999, Landau actuó en papeles secundarios en películas y series de televisión de diferente calidad, incluyendo The Harlem Globetrotters on Gilligan's Island donde actuó por última vez con Bain.

A finales de los años 80 la carrera profesional de Landau volvió a despegar con su nominación a los Óscar como actor secundario por la película Tucker: The Man and His Dream (Tucker: un hombre y su sueño) de Francis Ford Coppola.


Posteriormente lograría una segunda nominación como secundario por la película Crimes and Misdemeanors y finalmente en 1994 ganaría el Óscar en la misma categoría por el papel de Béla Lugosi en la película de Tim Burton Ed Wood. En la entrega del premio Landau se vio visiblemente enfadado cuando la orquesta intentó cortar su discurso, en ese momento golpeó el atril y gritó «¡No!». Posteriormente explicó que se había sentido frustrado por no disponer del tiempo suficiente como para dedicar el premio a Bela Lugosi. Por el mismo papel Landau recibió también el Globo de Oro, el premio del Sindicato de actores, el Premio Saturn y numerosos premios más.

Landau tiene dos hijas, Susan y Juliet, de su matrimonio con Barbara Bain. La pareja se casó el 31 de enero de 1957 y se divorció en 1993.

Por su contribución al mundo del cine Landau tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en el 6841 de Hollywood Boulevard.

En 2006, apareció como personaje secundario, a modo de homenaje, en la película Expediente X: la película. Por este papel recibió una nominación a los Premios Emmy en 2007.



Premios

Óscar
Año
1994 Mejor actor de reparto Ed Wood, Ganador
1989 Mejor actor de reparto Crimenes y pecados, Candidato
1988 Mejor actor de reparto Tucker, el hombre y su sueño, Candidato

Globo de Oro
Año
1994 Mejor actor de reparto Ed Wood, Ganador
1988 Mejor actor de reparto Tucker, el hombre y su sueño, Ganador
1968 Mejor actor de serie de TV - Drama Misión: Imposible, Ganador

Premios del Sindicato de Actores
Año
1994 Mejor actor de reparto Ed Wood, Ganador



Filmografía en Televisión

* The Twilight Zone:"Mr. Denton on Doomsday" (1959), The Jeopardy Room (1964)
* The Outer Limits: "The Man Who Was Never Born" (1963)
* The Outer Limits: "The Bellero Shield" (1964)
* Mission: Impossible (1966-69) TV Serie
* Columbo (1973) En el episodio: Double Shock
* Space: 1999 (1975-77) TV Serie
* The Harlem Globetrotters on Gilligan's Island (1981)
* By Dawn's Early Light (1990)
* 12:01 (1993)
* Bonanno: A Godfather's Story (1999)
* In the Beginning (2000)
* Without a Trace (2005)
* The Evidence (2006)
* Entourage (2006)

Filmografía en Cine

* Pork Chop Hill (1959)
* North by Northwest (1959)
* Cleopatra (1963)
* The Hallelujah Trail (1965)
* The Greatest Story Ever Told (1965)
* Nevada Smith (1966)
* They Call Me Mister Tibbs! (1970)
* Meteor (1979)
* The Fall of the House of Usher (1982)
* Tucker: The Man and His Dream (1988)
* Crimes and Misdemeanors (1989)
* Empire State (1992)
* Sliver (1993)
* Eye of the Stranger (1993)
* Intersection (1994)
* Ed Wood (1994) (Óscar de la Academia al Mejor actor Secundario)
* Joseph (1995)
* B*A*P*S (1997)
* The X-Files: Fight the Future (1998)
* Rounders (1998)
* EDtv (1999)
* Ready to Rumble (1999)
* The Joyriders (1999)
* Sleepy Hollow (1999) (uncredited)
* The Majestic (2001)
* Hollywood Homicide (2003)
* Love Made Easy (2006)
* Harrison Montgomery (2007)
* City of Ember (2008)
* Lovely, still (2008)
* 9 (2009)



Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Landau"
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons

sábado, 6 de marzo de 2010

El recontra espionaje

El desinformante, la nueva comedia surrealista de Steven Soderberg

Tras sumergirse en su saga épica en dos partes sobre el Che Guevara, Steven Soderberg hizo casi inmediatamente dos películas seguidas. Una pequeña e intimista que se editó directo en DVD con el titulo Confesiones de una prostituta de lujo. La otra, basada en un caso real de fraude corporativo que tuvo lugar en los ’90, plagada de mentiras y video (como su recordado debut, aunque sin el sexo) y con una única estrella: Matt Damon, con sobrepeso y calvicie. Una apuesta arriesgada que afortunadamente podrá verse en los cines argentinos.





Por Alfredo García

A primera vista “The informant!” (El desinformante) parece una película simple sobre un fraude corporativo basada en una historia real ocurrida durante la década del ’90. Pronto la música burlona le va explicando al espectador que no es una película sencilla, sino una rara mezcla de géneros a cargo de Steven Soderberg. “The informant!”, que se estrena este jueves en los cines argentinos, tiene algo de varias películas del director, empezando por las grabaciones y filmaciones que lo hicieron famoso allá por los ’80 con la casi perfecta “Sexo, mentiras y video” –ya desde los títulos, cuando el protagonista arma con todo cuidado un grabador para escuchas en su maletín de trabajo-. La música podría ser perfecta para algún programa cómico de Benny Hill, y de hecho el compositor al que Soderberg le encarga el score musical, Marvin Hamslich, es el mismo que compuso la partitura de uno de los primeros éxitos de Woody Allen, “Bananas” (además de componer musicales como “A chorus line” y “The goodbye girl”).





Las letras de los títulos, sumadas a esta música chistosa, ubican a Matt Damon muy lejos de su papel de superespía de la trilogía de Bourne. Más bien, lo colocan en un nivel inferior al de Austin Powers, aunque el personaje se refiere a sí mismo como el agente 014, por ser “dos veces más inteligente que 007”.

Si bien falta el sexo, las mentiras y videos abundan en “The informant!”, y el tono puede parecer por momentos propio de los satíricos policiales de la saga de “Ocean’s eleven” (La gran estafa) que tanto han redituado en los últimos años al director, que en ese caso tampoco deja de lado su veta más intelectual de la olvidada –quizá por pretenciosa- “Kafka”, ni tampoco el fresco de crimen social de “Erin Brokovich”. “The informant!” es una película extraña basada en un personaje aún más extraño, el bioquímico y ejecutivo de la firma alimentaria ADM Mark Whitacre, que es presentado en la película explicándole a uno de sus hijos los mil usos de maíz, y como los productos de ADM suelen aparecer entre los aditivos de la letra pequeña de las etiquetas de cualquier alimento que forme parte de un desayuno.






Mark es un ejecutivo exitoso y podría llegar a la cima corporativa en cuestión de meses, pero hay un problema –en realidad hay varios, pero el guión comienza con mucha calma-. Un virus, producto de un sabotaje japonés, está mermando la producción de la firma, y el protagonista les explica a sus superiores que hay un tipo misterioso pidiendo diez millones de dólares para que el sabotaje termine. Para su sorpresa, deciden llamar al FBI y pronto Mark está convertido en el mejor amigo de los hombres del gobierno, a quienes advierte sobre las prácticas ilegales de la empresa en materia de acuerdos globales de control de precios de productos alimenticios.

Olvidando el tema del saboteador nipón, Mark está transformado en un paladín de la justicia, ayudando al FBI a terminar con los controles de precios grabando cientos de cintas, a veces de manera tan obvia que anda por la oficina saludando a cada compañero de trabajo no sólo por su nombre, sino también por su puesto (tipo “Mary Jones, secretaria del presidente”) de tal manera que todo quede perfectamente claro en las cintas que graba con tanta diligencia.

El género del espionaje industrial, tratado en obras maestras como “La conversación” , de Coppola, o “El informante”, de Michael Mann, en ambos casos con un tono terriblemente dramático, aquí es parte de un mundo jocosamente ridículo, con los agentes del FBI más bonachones que se hayan visto desde el agente Cooper de “Twin Peaks” de David Lynch (Scott Bakula es el agente federal que termina envuelto en las pesadillescas tramas de Mark) y donde la mente enferma y ambiciosa de un mitómano compulsivo puede enloquecer por completo a santos y pecadores. Los extraños pensamientos en off del protagonista paulatinamente van dando la pauta de que algo no le funciona del todo bien, y ya promediando el film entra en juego un presunto trastorno bipolar que puede ser cierto o no, como todo lo que surge de la vida de este increíble Mark Whitacre.






La historia de este fraude económico cobra así distintas perspectivas y lleva al film al plano de la comedia surrealista, con momentos increíbles como cuando los agentes del FBI explican al fiscal que llevan siempre consigo la foto de su amistoso “soplón” con su mujer e hijos para nunca olvidar que detrás de ese informante que los suministra con cientos de tapes de escuchas hay ¡un hombre de verdad con una familia real! Evidentemente después de enfrentar un desafío de dimensiones épicas como la saga en dos partes sobre la vida del Che Guevara, Steven Soderbergh decidió abocarse a asuntos más intimistas como su siguiente película –anterior a ésta- “The Girlfriend Experience” sobre las vivencias de una prostituta, película que entre nosotros sólo se conocerá en DVD sin pasar por cines (con el título “Confesiones de una prostituta de lujo”), más esta “The informant!”, que sin ser exactamente una película de cámara, incluye un solo astro hollywoodense caracterizado como si no lo fuera (de hecho Damon se parece aquí un poco a ese gran actor que es William Macy) bajo un sobrepeso importante y, en los tramos finales, una prominente calvicie. Esto, sumado al tema de los fraudes económicos que, digamos, no es de lo más popular del mundo, podría haber hecho que el film corra la misma suerte que “The Girlfriend Experience”. Por suerte no es así, y ya que llega a los cines argentinos, recomendamos disfrutarla en pantalla grande.

Fuente: Suplemento Radar, del diario Página 12, del día 14/2/2010