Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Apuntes del 27: Ralph. El demoledor.


RALPH EL DEMOLEDOR LLEGA A MAR DEL PLATA




Rich Moore trae al antihéroe del videojuego al 27º Festival

La lista de invitados al 27 Festival de Cine Internacional de Mar del Plata sigue creciendo, y esta vez con dos gigantes del mundo animado. Rich Moore, director de series como The Critic, Los Simpsons y Futurama, y ganador de un Emmy, vendrá a Mar del Plata a presentar su última película animada en 3D, protagonizada por otro gigante






Producida por la Walt Disney Motion Pictures, Ralph el Demoledor, cuenta la historia de un villano de videojuego que, luego de vivir opacado y constantemente vencido por su némesis, el héroe Félix el Reparador, decide demostrarle al mundo que él también puede cumplir ese rol y ser el favorito de todos.

Con la voz de otro gigante, el actor John C. Reilly (Chicago, Boogie Nights, El aviador) Ralph emprende un viaje a través de distintas generaciones de videojuegos, travesía en la que se cruzará con la Sargento Calhoun y la testaruda Vanellope Von Schweetz (la genial cómica Sarah Silverman), quién quizás se convierta en su primera verdadera amiga. Ralph, se enfrentará con un enemigo mortal, quien amenaza con destruir el mundo de los videojuegos.

Rich Moore, un nuevo invitado especial del 27º Festival, va estar con nosotros en Mar del Plata para presentar la película y dar una clase magistral, pública y gratuita.
Ralph el Demoledor se estrena en Argentina el 3 de enero de 2013

Fuente: http://www.mardelplatafilmfest.com/

viernes, 7 de diciembre de 2012

Apuntes del 27: Nadie inquietó más.



NARCISO IBAÑEZ MENTA: NADIE INQUIETÓ MÁS


Homenajeado en el 27º Festival

Este año, el 27° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata celebra el centenario del nacimiento de un grande del cine argentino y europeo, un ícono del terror y la ciencia ficción.




Era el hombre de los mil rostros, capaz de aterrorizar a toda una audiencia con una simple mueca, “el artesano del miedo” de la televisión argentina. Su inigualable voz, dotada de esa sonoridad ronca, profunda y pausada, singularizó cada uno de sus trabajos. Se consideraba a sí mismo un “hombre de teatro”, e inició su carrera en la compañía Narcisín, fundada por sus padres. Fue un gran visionario en materia de dirección, y puso en escena grandes clásicos como Fausto, El fantasma de la ópera y Muerte de un viajante, dando así inicio a la modernización del teatro argentino. Pero fue en la televisión y en el séptimo arte donde el maestro nos dejó su mayor legado.
Nacido en España, Narciso Ibáñez Menta desarrolló casi toda su carrera en Argentina, ya que amaba fervientemente a Buenos Aires y la sentía suya.




Fanático de Edgar Allan Poe, decidió condensar gran parte de su literatura en la memorable Obras Maestras del Terror, la que fuera una serie televisiva luego adaptada a la pantalla grande. Protagonizó una decena de películas más, entre ellas El hombre que volvió de la muerte y ¿Es usted el asesino?, muchas de las cuales a veces también dirigía. Solía interpretar al monstruo, al antihéroe o a un científico a cargo de proyectos diabólicos, y así se convirtió en una marca registrada de ese cine.
El legado que nos dejó este maestro es inconmensurable, ya que popularizó un género casi inexistente en nuestro país. La historia del terror argentino no podría ser contada sin pronunciar varias veces su nombre y sin evocar ese rostro, el rostro del miedo, que supo captar mejor que nadie la esencia del terror, ya que, según sus propias palabras, el verdadero actor que infunde miedo no es aquel que se disfraza sino aquel que lo lleva en su propio ser.

Como parte del homenaje, proyectaremos La bestia debe morir dirigida por Román Vignoly Barreto, esa joya del cine de terror argentino, para los amantes y no amantes del género, un clásico que hay que ver y rever.


Fuente: http://www.mardelplatafilmfest.com/

lunes, 3 de diciembre de 2012

Peter Greenaway: El cine ha muerto.




El cine ha muerto

Por Liliana Sáez

"Estamos en la era de la pantalla, no del cine". Peter Greenaway dixit.




El pasado 31 de agosto, el reconocido cineasta británico Peter Greenaway dio una clase magistral en el British Council de Buenos Aires, en el marco de la programación de su película Rembrandt's j'accuse. El film inaugurará El Documental del Mes, evento que se repite el primer jueves de cada mes en varios países del planeta, y que se debe a la iniciativa del catalán Joan González, director de Parallel 40 y, en el caso de Argentina, de su socio local, Benjamín Ávila, director de Bellasombra.

Prometemos para el próximo mes una nota en profundidad sobre la película de Greenaway, así como sus reflexiones propuestas en el evento. Por ahora, sólo adelantamos que aplaudimos la iniciativa y que el encuentro con el cineasta fue realmente conmovedor, sobre todo para quienes lo admiramos por su exquisita filmografía.

Si bien las primeras frases de Greenaway eran las esperadas por un público que lo conoce, sorprendieron a los jóvenes que aún ven el cine tradicional como el punto al que deben enfocar sus esfuerzos. El cineasta británico que alguna vez dijo que el espectador, al hacer zapping, edita su propio film, soltó sin más su famosa frase: "El cine está muerto"... a lo que añadió que no es natural que los seres humanos se encierren en la oscuridad para observar un punto luminoso, todos mirando hacia el mismo sitio. Sin embargo, su lapidaria frase ofrece una luz y una propuesta para quienes quieran seguir su argumentación.

La muerte ha llegado para el cine tradicional, dice Greenaway, aquel del entretenimiento barato, el que se basa en los modelos de Hollywood, al que lo único que le interesa es el dinero. En respuesta a ese cine, nos habla del potencial que ofrece la revolución digital, que se apoya en dos palabras clave: interactividad y multimedia, a través de las cuales se encuentra la esperanza de comenzar algo nuevo, que lleve más allá del cine tal como hoy lo conocemos.

La caducidad del cine ortodoxo fue el centro de su exposición y la ilustró con ejemplos de sus nuevos trabajos artísticos, en los que, por supuesto, el cine está presente. Pero de ello hablaremos con mayor detalle en un próximo número de EL ESPECTADOR IMAGINARIO. Por ahora, sólo queremos destacar la presencia del director británico en la Argentina y sensibilizar a nuestros lectores para que puedan acercarse a sus recientes propuestas con una mirada nueva, virginal, para descubrir, como bien dice Greenaway, que "no hay que estar de duelo porque el cine tradicional ha muerto, pues lo que se viene ahora ¡¡¡es tan interesante!!!".

La idea de la imagen incorporada a una arquitectura, acompañada por el trazo del calígrafo, más la música de una orquesta y un público participativo que pueda escoger dónde mirar, mientras lo que le ofrecen las pantallas es una selección de imágenes elegidas espontáneamente, como si el director fuera uno más de la orquesta, mientras la música improvisa de acuerdo a las emociones que le suscitan esas imágenes, permite conformar una obra colectiva única e irrepetible.



Fuente: Portal El espectador imaginario, http://elespectadorimaginario.com/pages/septiembre-2010/cinerama/peter-greenaway.-clase-magistral.php


jueves, 29 de noviembre de 2012

Apuntes del 27: El muerto y ser feliz.



EL MUERTO Y SER FELIZ, ABRE EL FESTIVAL




Una película de carreteras, perros y pistolas

"El muerto y ser feliz es un pretexto para irnos con Pepe Sacristán por Argentina, meternos en un coche desde Buenos Aires a Bolivia y, juntos, vivir una novela de caballería moderna en la que, como en todas las películas de carretera, la velocidad será proporcional al olvido y la lentitud al recuerdo". Javier Rebollo

Comenzamos a palpitar el Festival. Y la película de Apertura -que también formará parte de la Competencia Internacional- es la mejor opción para hacerlo. Más aún, cuando la promesa es una comedia negra que nos llevará de las narices por un paisaje conocido, que redescubriremos de la mano de José Sacristán, en la piel de un viejo asesino a sueldo en una dicotómica búsqueda-huida de la muerte. El muerto y ser feliz, es la nueva película del director español Javier Rebollo, que promete, a partir de su particular mirada, una historia que hace foco justamente en el camino, en el andar constante de un hombre que ha coqueteado en el pasado con las muertes ajenas y que, finalmente, ve en el futuro cercano la cita obligada con la suya propia.




Protagonizada por José Sacristán y Roxana Blanco, esta coproducción hispano-franco-argentina, se presenta desde su título como una contradicción, condimento esencial de la vida, en la que cada paso no es huida, sino cercanía hacia el próximo destino. Es el acecho de la muerte lo que mueve a Santos a escaparse de su cama de hospital en Buenos Aires, a subirse a su corcel -un viejo Chevrolet verde- y a encontrar en ese desandar, como en toda novela de caballería, a una mujer que será su fiel escudero en esa inquietante encrucijada en la que un hombre, sin armaduras, le hace frente finalmente a su destino.

Javier Rebollo, director de Lo que se de Lola -2006- y La mujer sin piano -2009-, vuelve con ese mismo tono extraño, a infundir atmósferas crudas e inquietantes, con personajes contradictorios y exquisitamente erigidos, en un relato basado en la literatura de Juan Carlos Onetti y Miguel de Cervantes. Filmada casi en su totalidad en Argentina (pasando por Buenos Aires, Córdoba, Rosario, San Miguel de Tucumán, Salta y Jujuy) y también en Barcelona, El muerto y ser feliz es un excelente puntapié inicial para esta nueva edición del Festival.

Sinopsis

Esta es la historia de un español en Argentina que un día toma conciencia, en la última planta de un hospital de Buenos Aires, de que se muere. Este hombre, viendo que se le acaba el tiempo, se escapa del hospital y emprende una fuga hacia el norte atravesando Argentina. Este proyecto de muerto sabe que cualquier carretera lleva al mundo entero, que no importa el destino, solo el movimiento y la sensación de no detenerse nunca, de dejar atrás la vida que hasta ese momento había llevado. Una vida que, por su oficio especializado, había estado siempre muy cerca de la muerte. Por eso, como un profesional, avanza con tranquilidad hacia ella, mientras, a la vez, huye por carreteras secundarias en un largo vagabundeo que tiene algo de moderna novela de caballerías. Una mujer que ha encontrado en la carretera será su escudero en este movimiento contrario de huir de la muerte corriendo hacia ella. Esta película es la historia de un asesino a sueldo que no asesina. Una historia de pistolas que no disparan, de perros y carretera.



Fuente: Fuente: Portal oficial del 27 Festival de cine de Mar del Plata, http://www.mardelplatafilmfest.com/

domingo, 18 de noviembre de 2012

Apuntes del 27: Bienvenido el talento.


27 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata


Los invitados internacionales que llegan.




Un festival internacional no es nada sin los realizadores y artistas que hicieron posible las películas que forman parte de su programación. Por eso, en esta 27° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata desplegamos nuestra alfombra roja para darle la bienvenida a algunos de los talentos que llegan para traer el mejor cine a nuestras pantallas.

Javier Rebollo, director de nuestra película de apertura El muerto y ser feliz, está lejos de ser un extraño en estas latitudes. El joven artista español presenta en Mar del Plata su último trabajo, que fue filmado en Argentina y continua una sólida carrera luego de las prestigiosas La mujer sin piano y Lo que sé de Lola.

No adelantaremos mucho, pero esta edición del Festival viene muy pero muy musical. La Competencia Internacional también nos dará la chance de recibir a la cantante francesa Soko, protagonista de Augustine, film de Alice Winocour que pone el foco en los prejuicios contra las mujeres a fines del siglo XIX. Otro cantante que nos visita es Fermín Muguruza, director de Zuloak, documental que sigue a un trío femenino de rock activista, en su búsqueda de un discurso e ideología musical. La película de Muguruza competirá en la sección Banda Sonora Original, tras el premio otorgado por la revista Inrockuptibles.




Los rumanos Adrian Sitaru y Adrian Titieni, director e intérprete respectivamente de Domestic, también andarán por la rambla. Retrato de la relación de una familia con sus mascotas, Domestic es el segundo film de Sitaru tras la polémica Hooked, impactante película hecha en primera persona.

La enorme, diversa, y apabullante sección Panorama recibe la visita de uno de los exponentes más resonantes del joven y cada vez más prolífico cine chileno: Nicolás López, que algunos años atrás nos trajo el film Promedio Rojo, y ahora regresa con un combo imperdible de cuatro films. El muchacho no pierde el tiempo. En la sección Hora Cero tenemos su última película Aftershock, film de terror protagonizado por ese diamante en bruto llamado Eli Roth (director de Hostel y masacrador de cabezas nazis en Bastardos sin gloria), que pone en imágenes como nunca antes las consecuencias del terremoto que sacudió Chile el año pasado. Por otro lado, viene con un combo triple de comedia dramática: el Foco Que pena tu trilogía, conformado por Que pena tu vida, Que pena tu boda y Que pena tu familia

Como el terror ya es un clásico del festival de Mar del Plata, tenemos un invitado de lujo, parte de una estirpe con larga tradición en eso de ponernos los pelos de punta: Lamberto Bava, hijo del legendario creador del giallo Mario Bava, nos trae Demonios, una obra de 1984 que desde entonces viene aterrorizando a cuanto público se le ponga enfrente.

Y al final, un invitado de honor: el presidente del Kofic (el Instituto de Cine Coreano) Kim Eui Suk, que encabeza una delegación de cineastas que nos trae una sección especial con los últimos exponentes de una de las industrias más prolíficas y eclécticas de la actualidad.

Desde Chile hasta Corea, pasando por Rumania e Italia, un seleccionado de figuras para seguir sumando prestigio a nuestro 27° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.



Fuente: Portal oficial del 27 Festival de cine de Mar del Plata, http://www.mardelplatafilmfest.com/

jueves, 15 de noviembre de 2012

Nuestras estrellas: Hilda Bernard.


Entrevista a Hilda Bernard

Despues de tantos pedidos, he aqui la entrevista que le hice a Hilda Bernard para el diario Diagonal. Lo podrian haber comprado no? jeje. No pero en serio cuando vean a algun vendedor del diario traten de comprarlo porque estan ayudando y mucho a esa persona. Además, pueden disfrutar de mis notas.



Hilda Bernard, quien le ha dedicado toda su vida a la actuacíón, protagoniza a sus 86 años Fetiche, un bio-drama escrito y dirigido por Jose Maria Muscaria, donde no solo actúa sino que canta, hace ejercicios y hasta anda en bicicleta.

La actriz recibe a El Diagonal en su departamento de las Cañitas. Allí, en un piso 15 por cuyo ventanal del living se puede ver todo el campo argentino de polo, con el rio de la plata haciendo de fondo.

Hilda Bernard comenzó su carrera de actriz muy tempranamente. “En la adolescencia le avise a mi padre que no quería seguir en el colegio, sino que quería estudiar teatro. Y él, un hombre muy inteligente, muy europeo, lo entendió”, nos informa. En aquel momento, empezó a estudiar en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático “con un gran profesor, Cunill Cabanellas”, y en seguida cuando salió comenzó a mostrarse como actriz.

Su primer trabajo, el cual le abrió muchas puertas, fue en el Teatro Cervantes en el ´41. Allí, ganó un concurso donde buscaban una actriz para el papel de una dama joven, y “de 100 que se habían presentado, quedé”. En el Cervantes trabajó todo aquel año, y al siguiente, comenzó su famosa carrera en el Radioteatro.

Hilda Bernard y su carrera en los Medios.

La radio llegó a la Argentina en 1920 con un contenido muy primitivo. Recién, en la década del 40 comienza su gran esplendor con programas más desarrollados y atractivos. Hasta la llegada de la televisión en los sesentas, la radio fue el único medio utilizado como forma de entretenimiento masivo y allí, fue donde proliferaron los Radioteatros, el antecesor de las telenovelas actuales. De este nuevo fenomeno, participó Hilda Bernard junto a Oscar Casco, Eduardo Rudy, Fernando Siro y con el gran creador de ficciones, Alberto Migre. “Con esos galanes hice mucho tiempo radio, casi hasta el 60”, nos dice ella orgullosa. En el ´42, Bernard entró a trabajar en Radio El Mundo y allí, realizó varias ficciones con Eduardo Rudy como “El castillo de Dragonwick”, entre otras. Luego, se trasladó a Radio Splendid para trabajar con las ficciones de Nene Cascallar. Mas tarde, volvió a Radio El mundo, donde en los ultimos años del radioteatro de ese medio, protagonizó junto a Oscar Casco:“No quiero vivir así”, de Migré, y con Fernando Siro:“Alguien para querer”, del mismo autor. Por ultimo comenzando los sesentas, “con Siro hice una novela de Migre que se llamaba Esos que dicen amarse que tuvo bastante éxito porque nos llamaron para hacerla en todo el interior del país. Estuvimos como tres meses de gira.” Aquel éxito se produjo paralelamente a los comienzos de la televisión argentina por lo cual los llamaron de Canal 9 para protagonizar aquella tira. Allí fue donde Hilda Bernard comenzó su carrera televisiva, protagonizando grandes éxitos que llegan hasta “Se dice Amor”, telenovela transmitida por Telefe en el 2006, en la cual encarnó a una madre asesina.


En 1995, la actriz se metió en el corazón de toda una nueva generación de televidentes argentinos, al protagonizar a la “Bruja” de Chiquititas, el èxito televisivo de Cris Morena, el cual duró hasta el 2001 y cuyo formato se exporto a muchos países. “Chiquititas la amo, además sigo viendo por ahi a las nenas de entonces que ahora son todas señoritas grandes. Sobretodo, me encantaba la bruja que protagonicé cuando la llevamos al teatro”. Hilda Bernard, tuvo una importante relación con las producciones de “Cris”, ya que también actuó en la tira Rebelde Way en el 2003, con la cual fue de gira a Israel. Luego, también participo en Floricienta, otra ficción que la productora realizó en el 2004. Pero, “la que más me hizo feliz fue Chiquititas”


El Teatro, el dulce hogar.

Sin embargo, “lo que más me gusta es hacer teatro. También me gusta la radio y la televisión. Pero como últimamente no hago mucho teatro, me gusta hacerlo de tanto en tanto. Como para despuntar el vicio”, asegura entre risas. Por eso es que decidió alejarse este año de la pantalla chica y dedicarse de lleno a “Fetiche”, la nueva obra de teatro que esta protagonizando hasta el 9 de diciembre.


¿Cual fue el personaje que mas le gustó hacer hasta ahora?


“Y es que son varios. En televisión será por la cara, por la forma de ser o porque me gusta lo dramático, hago siempre roles de malas que a veces son muy lindas para hacer. En la “Pobre Clara” hice un papel muy lindo. En “Antonela” y “Celeste” tambien. El año pasado hice uno que me gustó mucho, el de la asesina en “Se dice amor”. Y en teatro hice tambien varios que me gustaron. En “El príncipe idiota” hice dos papeles que me gusto mucho. Y el de ahora (en la obra “Fetiche”) me encanta porque bailo, canto, bajo a la platea, hago bicicleta, hago maquinas del gimnasio, hago de todo y me gusta”

Un pequeño cuestionario Proust

¿Tus Hobbies?

“Los duendes. Esa es mi pasión: coleccionar Duendes, porque creo profundamente en ellos, en lo bien que hacen. Por eso tengo la casa llena de estos pequeños personajes. Y hay muchos guardados porque ya no caben.”

¿Un libro?

“Ahora estoy leyendo uno que me encanta que es de un autor que me gusta mucho. Estoy leyendo Mama y el sentido de la vida de Irvin Yalom. Es un psiquiatra y escritor que me encanta. Después, de Borges tengo una poesía preferida que es La fundación mítica de Buenos Aires . Me gusta mucho la poesía, además que soy también profesora de declamación, es decir, enseño a recitar versos”


¿Tus preferencias musicales?

“Me gusta toda música que sea tranquila. Ahora estaba escuchando un compacto de la película La misión. Me gusta, también, mucho la música clásica”.

¿Cual te parece que es el mejor actor o actriz argentina?


“No hay uno, hay muchos. Buenos actores argentinos hay miles. Podría decir Alfredo Alcón, que es un gran actor, pero también esta Pepe Soriano ... hay muchos actores muy buenos. Actrices también: Normita Leandro y te iba a decir una, pero es uruguaya, China Zorrilla, quien es una mujer muy agradable, de muy buen sentido del humor, muy buena compañera y muy buena actriz. Lidia Lamaison, también es sobresaliente, hace comedias, dramas, y tiene 96 años y todavía sigue trabajando. No, hay muchos actores, no puedo decir estos pocos. Ahora estoy trabajando con dos muy buenas actrices: Maria Fiorentino y Eda Bustamante, que son muy buenas cada uno en lo suyo.”

Fetiche e Hilda Bernard

Hilda Bernard protagoniza actualmente Fetiche, un bio-drama sobre la vida de la múltiple campeona iberoamericana de Físicoculturismo, Cristina Musumeci. La obra teatral, escrita y dirigida por José María Muscari.

Este bio-drama, es decir, una obra sobre un personaje vivo, pretende mostrar a Musumeci desde distintos aspectos y momentos de su vida. Esto se logra a través de seis “Cristinas” diferentes, encarnadas por seis actrices distintas, quienes interactúan en el mismo tiempo y espacio. Aquí, Hilda Bernard interpreta a la “futura madurez” de Musumeci, de quien dice que “es una mujer muy inteligente, muy culta, estudia mucho, lee muy bien, la verdad que es un gusto hablar con ella.”

Sobre Fetiche, la actriz afirma: “Me gusta mucho. La obra es transgresora, es audaz. En realidad, no la iba a hacer. A la primer semana me puse a llorar diciendo que me quería ir porque no entendía la obra. No esta igual desde entonces, ya que la fue cambiando porque José Maria es un director que cambia constantemente las cosas. Pero, la verdad que es muy bueno como director, aunque es muy severo. Esta muy bien dirigida y tiene muy buenas actrices”

Para realizar este trabajo, el director y las actrices tuvieron dos meses y medio de ensayos desde la 1 del mediodía hasta las 7 de la noche. La obra se estrenó a mediados de Julio y fue elegida para participar durante cuatro funciones en el IV Festival Internacional de Buenos Aires, que se llevo a cabo en Septiembre. En un principio, este bio-drama estaba programado para finalizar sus funciones durante el Festival. Sin embargo, les renovaron el contrato hasta principios de diciembre, debido a que “las criticas son muy buenas y el teatro esta lleno casi siempre”.

Filmografía

1.El reclamo (2010)
2.Vecinos (2008)
3.Cama adentro (2004)
4.La sombra de Jennifer (2004)
5.Los inquilinos del infierno (2004)
6.Sin intervalo (2002)
7.Rebelde Way (2002)
8.Animalada (2000)
9.Radioteatro, una pasión de multitudes (corto - 2000)
10.Cuerpos perdidos (1989)
11.Cuatro caras para Victoria (1989)
12.Diapasón (1986)
13.La pobre Clara (1984)
14.Rosa de lejos (1980)
15.Días de ilusión (1980)
16.Seis pasajes al infierno (1976)
17.La flor de la mafia (1974)
18.Vení conmigo (1972)
19.Autocine mon amour (1972)
20.Historia de una soga (1956)
21.Mala gente (1952)

Televisión

1.Los suicidios constantes (1961)
2.Su comedia favorita (1965)
3.Lo mejor de nuestra vida... nuestros hijos (1967)
4.Mujeres en presidio (1967)
5.0597 da ocupado (1968)
6.Muchacha italiana viene a casarse (1969)
7.Alta comedia (1971)
8.Malevo (1972)
9.El amor tiene cara de mujer (1976)
10.Un mundo de veinte asientos (1978)
11.Rosa de Lejos (1980)
12.Laura mía (1981)
13.Las 24 horas (1981)
14.Tal como somos (1984)
15.Pobre Clara (1984)
16.Marina de noche (1985)
17.Momento de incertidumbre (1985)
18.El camionero y la dama (1985)
19.María de nadie (1985)
20.Mujer comprada (1986)
21.Pasiones (1988)
22.La extraña dama (1989)
23.Alta comedia (1991)
24.Pasión (1991)
25.Antonella (1991)
26.Celeste (1991)
27.Cosecharás tu siembra (1991)
28.Manuela (1991)
29.Soy Gina (1992)
30.Celeste, siempre Celeste (1993)
31.Chiquititas (1995-1997) Carmen Morán
32.Alas, poder y pasión (1998)
33.Mamitas (1999)
34.Cabecita (1999)
35.Los médicos de hoy 2 (2001)
36.Los simuladores (2002)
37.Rebelde Way (2002-2003)
38.La niñera (2004)
39.Floricienta (2004)
40.El patrón de la vereda (2005)
41.Collar de esmeraldas (2006)
42.Se dice amor (2006)
43.Los exitosos Pells (2008)
44.Dromo (2009)
45.Lo que el tiempo nos dejó (2010)
46.Malparida (2010)
47.Historias de la primera vez (2011), Carmen.7 8



Fuente: Periodismo Propio, Viernes 16 de Noviembre de 2007



sábado, 10 de noviembre de 2012

Realizadores de hoy: Armando Bo.


En su nombre resuenan las curvas de la Coca Sarli y la provocación del cine erótico de factura nacional- Pero el nieto del célebre director decidió romper con el mandato y filmar la curiosa vida de un Elvis argentino, confundido y genial.


Por Virginia Poblet
Fotos: Ximena Etchart


Si no fuera por un pequeño colchón tirado en el piso, una pelota y algún que otro juguete desparramados, por el living, la casa estilo Tudor, con sus pequeñas ventanas de vitraux que acompañan el ascenso de la escalera de madera, bien podría parecer una puesta en escena para una película. Viven aquí el director publicitario y ahora de cine Armando Bo, su mujer, la vestuarista Luciana Marti, y Amador, el niño de dos años que desparrama los juguetes y se tira en el colchón del living.

Sí, se llama Armando Bo igual que su abuelo, aquél que escandalizó e hizo fantasear a varias generaciones con sus películas erótico-bizarras protagonizadas por Isabel Sarli, y es hijo de Víctor, el Delfín de los Superagentes Delfín, Tiburón y Mojarrita.

Quienes tienen más de 45 años no pueden dejar de asociar su nombre con aquellos rodajes censurados por las autoridades de turno, desdeñados por intelectuales y progresistas, pero siempre acompañados del éxito popular. Cómo olvidar aquella escena de “Carne” en que la voluptuosa Sarli corría entre las medias reses escapando de un lascivo trabajador que sólo pensaba en poseerla, y en su frase: “¿Qué pretende usted de mí?”.





Don Bo no sólo fue pionero en hacer cine erótico por estos pagos, sino que fue capaz de calentar hasta la audiencia japonesa y de otras latitudes. Con un abuelo semejante es imposible no hacerse la película: inmediatamente uno piensa en una infancia alocada llena de peripecias de la mano de este señor tan singular. Pero no: “Yo tenía tres años cuando mi abuelo murió, no tengo recuerdos de él”, dirá el joven Armando. Y lo dice Isabel Sarli también cuando habla acerca de su participación en el documental “Carne sobre carne”, realizado por Diego Curubeto, referido a la censura que sufrió esta dupla y que muestra imágenes inéditas “Está el nieto de Armando, que no sé que pito toca porque era chico cuando él murió, o sea no vivió la época”.

El Armando de hoy no está dispuesto a hacer polémica: “Isabel siempre se portó muy bien conmigo, nos vimos algunas veces y la respeto mucho”, dice. Y quiere dejar algo bien claro: “Valoro las películas de mi abuelo, y que se valoren cada día más quiere decir que hizo un muy buen trabajo”.

Pero aquí no se trata de hablar de sus ancestros sino de él y su última labor. Armando es un reconocido director publicitario que tiene en su haber unos cincuenta premios internacionales con su productora ReBolucion y que estrenará “El último Elvis”, su primer film.





-Tu ópera prima trata sobre un hombre que quiere ser otro. ¿Qué fue lo que te llevó a hacer este guión?

La temática de la doble personalidad, de la negación… las falencias del ser humano, que copia todo. Todos quieren ser famosos, pero sin ningún contenido. Y un día, filmando un comercial, conocí un doble de Elvis –que no es el actor de la película- y me puse a pensar porqué quería ser Elvis.

La película cuenta la historia de Carlos Gutiérrez, un cantante que vive como si fuera la rencarnación de Elvis y que canta casi igual que su ídolo. Separado y con una hija que se llama Lisa Marie –igual que la hija de Presley-, el protagonista está a punto de cumplir la edad que tenía Elvis al morir y su futuro se avizora vacío.

“Realmente cree que es Elvis, pero además usa a Elvis como la imagen para construirse a sí mismo y se mueve en una realidad totalmente diferente”, explica Bo. De hecho, lejos del lujo y las luces de neón, Carlos/Elvis trabaja de día en una fábrica y de noche se convierte en “el rey del rock” en bodas, cumpleaños y otros eventos. Vive en un barrio fabril, donde las fachadas no se pintan desde la última revolución industrial y el arreglo de calles quedó para el olvido.

De Elvis a “Biutiful”

Cinco años le llevó a Armando concretar esta cinta. Entre otras cosas, porque junto a su primo Nicolás Giacobone, co-guionista de “El último Elvis”, participó del guion de “Biutiful”, el largometraje de Alejandro González Iñárritu (21 gramos, Amores perros) que fue nominada al Oscar en 2009 como mejor película extranjera. “Fue vital poder trabajar con Alejandro porque claramente es uno de los directores más prestigiosos del mundo y quiso producir mi película”.

¿Te peleaste en algún momento con tu nombre?

No fueron muy creativos, pero lo llevo como lo que es. Si bien es una persona importante en el cine, mi abuelo murió hace 30 años.

¿Tu primer juguete fue una cámara?

El cine estuvo en mi casa constantemente, pero al mismo tiempo mi juventud no fue muy cinematográfica. No soy muy cinéfilo, tan obsesivo viendo películas. Lo tuve que hacer para formarme, pero soy autodidacta en ese sentido.

¿Tiene cámara tu hijo Amador?

Sí, una de juguete pero ni la mira. Por ahí me sale médico.




¡Luz, cámara acción!

“El último Elvis” también supone un despertar para sus protagonistas. Para John McInerny, el actor principal, se trata de su debut como actor, hasta ahora se dedicaba a la arquitectura y a la imitación de Elvis en distintos eventos, También es la primera aparición de Griselda Siciliani en el cine, y de la pequeña Margarita López, a quien se pudo ver a diario en el canal Paka Paka.

Fuente: Revista Rumbos, número 452, 21/22 de Abril de 2012.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La película olvidada: Pacto de sangre, de Billy Wilder.


Por Beatriz Maldivia



Hay una cláusula en todas las pólizas por accidente, una cosita llamada “doble indemnización”. Quiere decir que pagan el doble por determinados accidentes, los que casi nunca ocurren”, Walter Neff.


"Pacto de sangre" o "Perdición" (‘Double Indemnity’, 1944), de Billy Wilder, parte de la adaptación, escrita por Raymond Chandler y por el propio director, de la novela de James M. Cain. Fred MacMurray interpreta a Walter Neff, un vendedor de seguros, que se acerca a casa de uno de sus clientes para renovar la póliza que tiene sobre sus coches. En lugar de al hombre, encuentra a su esposa, encarnada por Barbara Stanwyck, quien le pregunta de forma algo sospechosa sobre un seguro de accidente.

Un hecho de apariencia cotidiana, unos personajes que no pertenecen al mundo del hampa o de la investigación se presentan ante nosotros, desde antes incluso de comenzar a planificar fechorías, imbuidos en una atmósfera de cine negro. No son pocas las secuencias cargadas de tensión, que propicia la situación de suspense –el riesgo, la posibilidad de ser sorprendidos o de cometer un error–, apoyada en los acordes de Miklos Rozsa.

Wilder consigue esta ambientación gracias a una sabia utilización de todos los elementos de los que dispone. Aparte de los que provienen del guion o los que radican en la dirección de actores –ambos aspectos que se verán en profundidad más abajo–, emplea una estilizada fotografía en blanco y negro, donde la sombras proyectadas semejan seres acechantes o fantasmales. Aunque el ratio 1.37 : 1 –lo que entendemos por formato en 4/3– limita sobremanera las pociones de los encuadres, que generalmente son frontales al escenario, el director juega con la duración, sosteniéndolos largamente en ocasiones, casi hasta llegar a lo que llamaríamos plano secuencia –no literalmente, pero como sensación– ayudado tal vez por algún travelling.


Los giros

"Pacto de sangre" comienza con el recurso que se emplea con frecuencia en la actualidad, tanto en cine como en televisión, de presentar una secuencia tardía y retroceder en la narración de los hechos. El flashback no era novedoso en la época, pero sí ofrecer al espectador la intriga resuelta desde el minuto seis, sin por ello restarle a lo que viene a continuación un ápice de interés. Esta medida, a su vez, justifica la voz en off, gracias al dictáfono, idea genial que sirve asimismo más adelante para que lo que podría ser una carta o un informe que hubiese de ser leído en pantalla, se escuche en alta voz.




El conflicto, por lo tanto, queda planteado desde el arranque y poco después se inicia la treta, que desde ahí presentará numerosos e imprevisibles golpes de timón y que se tornará intrigante y divertida de seguir –la manera de obtener la firma, por ejemplo–, con lo que los tiempos muertos de guion no existen. Un ejemplo de estos sorprendentes giros es la primera suspicacia de él, pues se podría creer que picaría el anzuelo inocentemente y esta desconfianza introduce la primera traba en lo que parecía que, de momento, iba a ir rodado. La señora Dietrichson prueba para empezar con la carta del engaño y, cuando no le da resultado, saca la de la pena; no me extraña que él piense en una jugada de póker. Los sucesivos vuelcos son tan o más admirables, si no los reseño es para no desvelar más de lo debido.

(Spoilers) La culpa será el elemento recóndito que tome posesión del relato desde que los hechos se han perpetrado. Como en ‘Crimen y castigo’, de Dostoiewski, el ser atormentado se convertirá en su propio enemigo. "Pacto de sangre" se vuelve durante estos instantes un thriller psicológico, aunque la historia más adelante salga de ahí para seguir refiriéndose a conflictos externos. Esta culpabilidad les sirve, además, a los guionistas para que la educativa resolución final, aunque frustrante, no resulte artificial, pues viene derivada no de un destino forzado por la mano aleccionadora de la censura, sino por el sentimiento del protagonista que no puede llevarlo a otra conclusión (fin de los spoilers).




Wilder recuperará el argumento de la estafa a las compañías de seguros años más tarde con un tono diametralmente diferente, pero no por ello con menor mordiente, con ‘En bandeja de plata’ (‘The Fortune Cookie’, 1966), un ejemplo de humor negro en el que Jack Lemmon y Walter Matthau ponen en liza sus talentos sin otro ganador que el divertido público.


Diálogos de cine negro

Los guionistas que ocuparon los escritorios del Hollywood para crear films delictivos y criminales en la época eran en su mayoría novelistas. El cine negro, influido de forma tan directa por la literatura policiaca, se sumergió así en un mundo propio en el que eran verosímiles comportamientos dominados por cierta aura de irrealidad –como la forma de encender los cigarrillos idiosincrática en muchos otros films y, en este caso, además significativa y recurrente: “no me gustan las cerillas, siempre me explotan en el bolsillo“– y los diálogos hasta cierto punto literarios. Chandler, el caso más notorio de novelista metido a guionista, nos ofrece en "Pacto de sangre" muchas de las joyas que han marcado el código del género. Son señas de identidad el sarcasmo y la ironía en los diálogos y aquí están sembrados por doquier. Se pueden escuchar frases de gran mordacidad, como “no eres más inteligente, Walter. Solo eres más alto”.




Apreciamos, además, la mano del otro autor, ya que el humor no está ausente de los diálogos, por grave que sea el tono de la cinta. Wilder no se priva, por ejemplo, de firmar lo que en inglés hace juego con el título ‘Double Indemnity’, un “double entendre”, con la insinuación que le dirige Walter a Phyllis, “totalmente cubierta”, cuando ella lleva solo una toalla. Se encuentra asimismo gran profusión de subtexto, habitual no solo en el cine negro, sino en cualquier buena película, pero más común entonces, sobre todo cuando se empleaba para trasladar una conversación picante y pasar así los controles. En la misma escena mencionada, lo que se refiere a la multa por exceso de velocidad podría haber cabido en cualquiera de las comedias de Wilder.


El reparto

Fred MacMurray tiene la responsabilidad de demostrar su valía desde que la cinta abre de negro en ese inicial y larguísimo plano sostenido de la confesión a la bocina y tanto ahí como en el resto de su intervención, guarda la compostura –pues su papel es más de víctima que de verdugo y podría descomponerse en cualquier instante– de forma impecable. Edward G. Robinson, como en toda su carrera, resulta sobresaliente, con un tono bastante más subido que el de MacMurray, aportando color y carisma como hacen estos secundarios a los que les sobra el talento para protagonizar lo que quisieran.




Barbara Stanwyck es pura fuerza y personalidad en un personaje lleno de aristas y complejidades. La actriz acompaña con maestría la evolución y muestra todas las distintas caras que surgen, a medida que caen los velos del personaje. Si acaso su físico me impide creer un enamoramiento inmediato, basado en la apariencia, comprendo que el protagonista quede obnubilado por su seducción y actitud envolvente, gracias a esa mirada de grandes ojos, a la profundidad de la voz y tal vez a los perfumes de los que se habla, así como a la tobillera de la lujuria –qué arma de seducción más discreta, pero efectiva cinematográficamente–. Pasados los primeros encuentros, no tengo dificultad para convencerme de que su determinación, su frialdad, su astucia… lo cautiven y no veo que otra actriz pueda llevar con la misma entereza la difícil tarea que supone esta femme fatale.


En conclusión

Agradezco que hayáis elegido una obra maestra del cine negro en la que los numerosos giros de la trama siguen aún sorprendiendo y donde la información está tan bien dosificada como la progresión de los personajes, para crear momentos de suspense inmejorables. Billy Wilder podría ser mi director favorito, si es alguna vez tuviese que responder tan difícil pregunta, que obliga a dejar fuera a los demás. Lo que tengo por seguro es que se trata del guionista al que más admiro y del autor de la película que más disfruto.


Ficha Técnica


Título Pacto de sangre (Hispanoamérica), Perdición (España)

Dirección Billy Wilder

Producción Buddy G.DeSylva y Joseph Sistrom
Novela: James M. Cain
Guion: Billy Wilder y Raymond Chandler
Música Miklós Rózsa y Victor Schertzinger
Fotografía John F. Seitz

Protagonistas

Fred MacMurray
Barbara Stanwyck
Edward G. Robinson

País Estados Unidos
Año 1944
Género cine negro
Duración 106 minutos
Compañía Productora Paramount Pictures

Fuente: Portal Blog de cine, www.blogdecine.com/criticas/criticas-a-la-carta-perdicion-de-billy-wilder

domingo, 21 de octubre de 2012

La ventaja del filmico es sentimental.


«La ventaja del fílmico es sentimental»

Entrevista a Ken Jacobs.


En la sección Estados Alterados, podés ver sus cortometrajes Another Occupation y The Pushcarts Leave Eternity Street. Quizás el nombre de Ken Jacobs no sea demasiado familiar, pero a lo largo de más de 50 años, este realizador neoyorquino se ha dedicado a investigar los orígenes del cine, y, con materiales encontrados en diversos museos, ha armado épicas películas experimentales, que lo convierten en una de las personalidades más importantes e influyentes del cine vanguardista contemporáneo.

¿Como empezó su pasión por el cine experimental a través del montaje con “Found
footage”?


Empecé a hacer películas a principios de 1950, casi sin conocimientos sobre el cine de las primeras épocas, pero el Museo de Arte Moderno de Nueva York me fue alertando sobre la mentalidad del cine antes de que se viera afectada por la historia.

En 1968, mientras daba clases en la universidad, me topé por primera vez con esta cosa extraordinaria llamada “presupuesto”. Me permitía alquilar películas. Inmediatamente me corrompí, y alquilé una de Astaire-Rogers de 1930 para que Flo –mientras yo no estaba en la habitación– pudiera finalmente bailar con Astaire. Pero después se supo que las “copias en papel”, las películas más antiguas que había en La Biblioteca del Congreso, se estaban pasando de nuevo a fílmico. Recurrí de nuevo al fenomenal “presupuesto” y pedí algunas.


Aburridas, ya muy comerciales a principios del siglo XX, excepto por Tom, Tom, The Piper´s Son de 1905. Hice copia de la copia y empezó nuestro romance de medio siglo. Yo, sin embargo, ya me había empezado a interesar por desechos de películas, desechos baratos, sin querer reveladores de las películas comerciales una vez terminada su vida comercial, y mi película épica de 1959, Star Spangled To Death, está plagada de este tipo de confesiones. Diversas monstruosidades del cine podían unirse para revelar la realidad actual de EEUU. El estudio de la pintura, del collage, me había enseñado sobre las tensiones que invisiblemente mantienen la lógica de una obra.

¿Cuál cree que es el lugar que ocupa hoy en día el cine vanguardista a comparación de lo que era en los años sesenta?

Ya no somos noticia, ya no asustamos con nuestra simple existencia como pasaba cuando Hollywood dominaba todo.

Además, tiramos abajo el entonces permitido código sexual que estipulaba la Iglesia Católica, sexualmente rara como siempre. Nuestros tantos Lenny Bruces hicieron que el lenguaje común se hablara en las películas. Ahora miles hacen películas y las ponen en la web y eso es muy bueno; la democratización del cine fue uno de nuestros primeros objetivos.


¿Creció el público que quiere ver nuevos enfoques de formatos de cine?

A medida que el arte se fue degenerando en objetos muy accesibles para el mercado (el Marilyn de Warhol), incluso los nuevos estudiantes de arte dejaron la lucha individual por abarcar el Cubismo o el Expresionismo Abstracto. Tengo la sensación de que el público que cuestiona el cine formal no constituye un porcentaje muy grande de la población pero, dado que la población creció y gracias a la disponibilidad de muchas obras a través de la web, ese pequeño porcentaje es ahora una gran cantidad de individuos inteligentes. Y se comunican como nunca.

¿De qué manera el formato digital le ha permitido seguir experimentado con la técnica?

¡Es barato! Puedes ver lo que vas logrando inmediatamente después de hacerlo, puedes cambiar la imagen o el sonido hasta que te salga como quieras. Ahora, la imagen es tan hermosa como la mejor película en fílmico en color o en blanco y negro. Una copia perfecta cuesta centavos; uno tira un sobre por el correo y de ahí sale. Sin rasguños, roturas ni nada que dañe el material fílmico. El sonido estéreo, incluso el sonido envolvente, no era posible en 16 mm. Y esto es solo el comienzo. Cámaras que graban horas de película (ahora fácilmente en 3D) y sonido estéreo en chips de memoria del tamaño de una estampilla. La computadora es un módulo de funciones cerebrales que podemos manipular y dirigir, o acompañar, de cualquier forma. Tuvimos que esperar desde 1961 hasta 2002 para terminar por fin Star Spangled To Death en digital porque no podíamos pagar el laboratorio para terminar esta película tan, tan larga. ¡Los programas de edición son increíbles! Mi corazón agradece a todos mis colaboradores
desconocidos. Lo único que espero es poder ver el enorme abanico de posibilidades que nos han abierto. El arte es ahora una emergencia, entre las amenazas de los maniáticos religiosos y los que hacen cualquier cosa por el dinero. O tomamos plena conciencia ahora o posiblemente no la tomemos nunca.

¿En qué sentido el material fílmico cree que sigue teniendo ventaja sobre el formato digital?

Si eres demasiado sentimental con respecto a las cosas materiales de este mundo, que se desgastan por él y mueren, tiene esa ventaja. Carga su mortalidad.

Tras retirarse de la docencia, retomó la actividad como realizador cinematográfico ¿Cuánto cree que ha aprendido de sus alumnos y cuánto de eso pudo aplicar en sus últimos trabajos?

Nunca dejé de trabajar, pero Flo y yo nos fuimos metiendo cada vez más en el tema de las funciones en vivo (las que podíamos pagar), y logramos salvar algunas partes de la fugacidad de las proyecciones en manos de las versiones digitales recientes. Aprendí a respetar a los jóvenes, y nuestras conversaciones me dieron la oportunidad de pensar acerca del arte como no había podido hacerlo en ningún otro ámbito laboral. La gratificación al ver a un joven encaminarse hacia su arte de preferencia me alegró y me ayudó a estabilizarme cuando la desidia y la oscuridad opacaban un nuevo trabajo mío y de Flo.

Sí traté de contarles acerca del escaso reconocimiento monetario que se le da al cine de vanguardia, y que seguramente tenían más posibilidades de hacer plata antes de asistir a mi curso.

¿Qué apoyo da el gobierno de Estados Unidos a la investigación y restauración de material fílmico “perdido”?

Hasta donde yo sé, solo a través de la Biblioteca del Congreso.
Hace un par de años, tuve la única copia que se conoce, en 16 mm, de El Exilio de Oscar Micheaux. Este intrincado y rebelde director de cine negro produjo muchas películas baratas y apasionantes, aunque un poco bizarras, desde los años veinte hasta los cuarenta.

Algunas personas interesadas que trabajaban en la Biblioteca se enteraron de esto, me contactaron, e hicieron una copia en 35 mm para la Biblioteca. Mi película Tom, Tom, The Piper´s Son también está dentro de la colección.

Filmografía


The Alps and the Jews (1957)
Little Stabs at Happiness (1960)
The Death of P'town (1963)
Blonde Cobra (1963)
Window (1964)
Tom, Tom, The Piper's Son (1969)
Keaton's Cops (1991)
Opening the Nineteenth Century: 1896 (1991)
The Georgetown Loop (1996)
Disorient Express (1996)
Circling Zero: We See Absence (2002)
Star Spangled to Death (2004)
Razzle Dazzle (The Lost World) (2007)
Capitalism: Child Labor (2007)
Nymph (2007)
Gift of Fire: Nineteen (Obscure) Frames that Changed the World (2008)
The Scenic Route (2008)
The Discovery (film) (2008) for the music album please see "The Discovery"
Seeking the Monkey King (2011)





Fuentes: info@mardelplatafilmfest.com, http://en.wikipedia.org/wiki/Ken_Jacobs

miércoles, 17 de octubre de 2012

El sabor de la verdad.


Un dramaturgo y director teatral elige su película favorita: Carlos Mathus y Un día muy particular, de Ettore Scola.

Un día muy particular.

(Una giornata particolare, 1977)
Dirigida por Ettore Scola, sobre guion de Ruggero Maccari y Maurizio Costanzo, con música de Armando Trovaioli.





La película cuenta el encuentro azaroso entre Antonieta (Sofía Loren), una ama de casa casada y con seis hijos, y su vecino Gabriele (Marcello Mastroianni), un periodista homosexual, durante el día en que Hitler visitó a Mussolini, en Roma, el 8 de mayo de 1938. Mientras toda la familia de ella sale a la calle de la mano de su marido fascista (interpretado por John Vernon) para atestiguar “el gran evento”, Antonieta se queda en casa para completar sus tareas domésticas. En todo el edificio sólo queda un hombre, Gabriele, que acaba de perder su trabajo en la radio y que pronto será deportado a Sardinia, por su inclinación antifascista y por su homosexualidad. Al encontrarse por casualidad en el edificio, comienzan a conversar y ella incluso llega a insinuársele un poco, ignorante de la inclinación sexual de él. En el transcurso de solo un día nace entre estos dos personajes, que enseguida dejan entrever su dolorosa soledad, una profunda amistad, que está llamada a terminar demasiado pronto.

Una giornata particolare participó de la competencia oficial en Cannes de 1977, y luego ganó el Globo de Oro y el premio César al mejor film extranjero de 1977; su director y su actriz protagónica fueron galardonados con el David Di Donatello. La Academia de Hollywood nominó al film como mejor película en idioma extranjero, y a Mastroianni como actor protagónico. En un papel secundario aparecía Alessandra Mussolini, nieta del Duce y sobrina de Loren, y más tarde dirigente del movimiento neofascista italiano.

Por Carlos Mathus

Hay películas que me producen una sensación muy fuerte y muy difícil de definir, una angustia que me persigue mucho tiempo después de verlas. Son muy pocas: el cine me gusta mucho, pero rara vez me impresiona. Una de esas pocas películas, de las que más de cerca me ha tocado, es Una giornatta particolare, de Ettore Scola. Y es que alguna vez tuve una relación muy especial con esa película.

Fue en los ’80, cuando vivía en Brasil. Yo viví más de diez años en Brasil, y trabaje mucho allá. Y en un momento me pidieron que adaptara para el teatro esta película de Scola. Yo acepté sin haberla visto, y recién entonces fui a verla. Al salisteis del cine, me dio vergüenza haber aceptado: nunca iba a llegar a hacer algo tan bueno, tan emocionante, tan poderoso como eso que había hecho Scola con Mastroianni y Sophia Loren. Iba a tener que olvidar lo que Scola había puesto en mí, borrarlo para poder seguir adelante. No iba a ser fácil.

Lo más notable –que es lo que pasa siempre, creo- es que supe que era una gran película, pero no supe bien por qué. Algo me había pegado con fuerza. Toda esa historia social que se mueve detrás de los protagonistas, pero en especial la manera en que lo plantea Scola: no directa, sino siempre por atrás, rodeándolos a ellos dos. Que en medio de las circunstancias enormes –es 1938, Hitler llegó a Roma a visitar a Mussolini y el pueblo salió a las calles a saludarlos- viven una historia simple. El encuentro entre ellos dos es de esas cosas que están por encima de uno, esas cosas que uno cree que está haciendo, pero en las que en realidad uno no toma ninguna decisión: son cosas que están decididas, para las que estamos destinados. Como las cosas simplemente ocurrieran. En ese sentido, yo tenía por momentos la sensación de estar viendo un documental, algo verdadero. Eso es un logro de Scola, pero también de Mastroianni y Loren, que no parecen ser actores actuando, parecen estar viviéndolo de verdad; es increíble la vida que consiguen dar a sus protagonistas. A su vez, la narración, la cámara, jamás perturban nada de lo que está sucediendo: no es una representación, es la verdad misma. Mi madre era soprano, así que yo me crie desde bebé en el teatro, así que supe desde siempre la mentira que es el arte; pero con Una giornatta particolare creí estar viendo la pura verdad.

A pesar de que el contexto es la guerra que está por venir, una situación dura y violenta, lo que uno recuerda de la película es su ternura, lo contrario, el contraste entre afuera y adentro. La emoción, la angustia de estos personajes que están muy solos, que están condenados desde un comienzo, porque el suyo es un amor que no puede existir, que está destinado a terminarse enseguida. La angustia es insoportable.
En aquel momento en que debí afrontar este trabajo en Brasil, me divertí todo lo que pude. Traduje y adapté la obra, que se estrenó en San Pablo en 1987 con dos excelentes actores: Gloria Menezes y Tarcisio Mieira. Fue un éxito, pero yo después ya no volví a ver la película. La emoción había sido demasiado fuerte, me tocaba mucho, y yo ya no quiero angustiarme cuando voy al cine. Lo que queda en el recuerdo de aquella emoción, que quizá provino de algo que yo estaba empezando a entender cuando la vi por primera vez, algo que tenia que ver con toda mi vida. Yo nací en 1940, así que en mi infancia el tema de la guerra estuvo siempre muy presente. Mi padre nos dejó y se fue de casa cuando yo era chico. Más tarde, yo supuse que mi padre había sido nazi. Nunca pude comprobarlo, y en casa no se hablaba de eso, pero son conjeturas que hice en base a cosas que encontré más tarde, a algunas fotos. En todo caso, es algo que no voy a saber con certeza jamás, es una historia que completé yo solo. Y sé que cuando vi Una giornatta particolare esa historia empezaba a cerrarse. De golpe, frente a la película de Scola, sentí que toda mi vida se relacionaba con eso, con ese mundo que rodea a los protagonistas y entendí, antes desde la emoción que desde el intelecto, por qué aquello había sido tan terrible.

Es algo que proviene de muy adentro. Esa angustia que, como dije, es tan difícil de definir, pero que es lo que yo busco desde entonces transmitir, aunque sea muy poco, en mis propias obras.

Fuente: Diario Pagina 12, suplemento Radar, 21 de febrero de 2010.

domingo, 7 de octubre de 2012

Sabías que...


Los más más...



La mayor de extras pelados... 1.100 en "Metrópolis" (1927).

La mayor cantidad de nombres en los títulos de cierre... 1468 en le film japonés
"Seinshin" (1991).

La actriz con más roles protagónicos... Manorama, una comediante india, rodó 1000 películas entre 1958 y 1985.

La mayor cantidad de personajes interpretádos en una misma película por un sólo actor... 27 roles interpretados por Rolf Leslie en el largometraje inglés "Sixty years a Queen" (1913).

La mayor cantidad de extras... 300.000 en una escena de "Gandhi" (1981).

El segundo vaquero más interpretado en la pantalla... Billy The Kid.

Cuento infantíl con más adaptaciones a la pantalla... Cenicienta, con más de 103 versiones, incluyendo dibujos animados y pornografía.

Ls película "El vengador del futuro" (1990), contiene 55 apariciones pagas de 31 productos.


Fuente: Libro de oro 2008, Revista La Cosa.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Estrellas en el cielo: Ava Gardner.

Ava Gardner: La actriz más bella del mundo

Escrito por Gustavo Arturo




“Le bastó estar allí para que el mito prosperase: la leyenda de una belleza que se dirigía directamente a lo clásico, a los orígenes mismos de toda noción del equilibrio. Aunque sus papeles estuviesen perdidos en la mediocridad del siglo, Ava representó la sublimidad de la belleza en la idea y en la forma”.
Terenci Moix.

“Sin intentarlo era una mujer muy sexy. Todo lo que tenía que hacer eran entrar en una habitación”.
Arlene Dahl.

A los diez años contemple, admire y me excitó el magnetismo sexual que irradiaba la presencia de Ava Gardner, en ese momento estaba en el esplendor de su belleza física y pude captar de forma visible la diferencia entre una chica atractiva y una mujer que transpiraba erotismo, al grado de provocar sueños eróticos a los espectadores, que la hicimos uno de los grandes sex-symbols y una de las máximas estrellas de la historia de la MGM, a pesar de una filmografía compuesta por cintas en las cuales domina la mediocridad y sólo unas seis o diez de ellas, entre cincuenta y siete títulos, merecen ser recordados como algo más que meros vehículos para el lucimiento de la actriz.

Ava Lavinia Gardner nació el 24 de diciembre de 1922, en el pequeño poblado de Brogden, Carolina del Norte y murió el 25 de enero de 1990. Fue la última de los siete hijos de Mary Baker Gardner. Creció en el seno de una familia de granjeros de escasos recursos y Ava tenía que ayudar a recoger tabaco en el campo. Al sobrevenir la Gran Depresión de 1929, se marchó, junto con sus padres a Newport, New Virginia, en donde pusieron una casa de huéspedes, atendida por ella y su madre, pues sus hermanas mayores ya se habían casado y el padre, al poco tiempo de llegar a Newport, cayó enfermo, con una infección de pecho, que no le permitía bajarse de la cama, hasta que murió un año más tarde.

La madre mantenía un rígido control sobre la hija, conforme iba creciendo y su cuerpo adquiría la silueta escultural, junto con sus atractivos ojos verdes, cabellos castaños, pómulos prominentes y labios sensuales que le abrieron las puertas de Hollywood. Ava recordaba que la primera cinta que vio fue “Tierra de pasión” (Red dust, 1932) con Clark Gable y Jean Harlow, sin saber que veinte años después haría el papel de Kelly, justamente al lado de Gable en el remake de dicho filme titulado “Mogambo” (Mogambo, 1953).

En el verano de 1940 al pasar unas vacaciones en Nueva York, con su hermana mayor Bappie, quien vivía con su esposo el fotógrafo Larry Tarr, le hizo una serie de fotos para promocionar su estudio, las cuales puso en el escaparate y un año más tarde se las mostró al buscador de talentos de la MGM Ben Jacobson, quién consiguió la autorización de Howard Dietz, jefe de publicidad de la MGM para hacerle una prueba. Al oírla hablar con su acento sureño, decidieron fuera sin sonido, una vez que consultaron con Marvin Schenck, quién estaba a cargo de los buscadores de talentos. La impresión de la prueba, según la narraba Schenck y la retoma Jane Ellen Wayne en su libro “Los Hombres de Ava” es esta: “Fue desastrosa. Terrible. Pero de cualquier modo vimos la prueba y nos dejó sin aliento. Se veía torpe e incómoda, pero todos queríamos acostarnos con ella. ¡Que mujer!”.

La prueba se mandó a Los Angeles y se tuvo una opinión similar. Se les ordenó la enviaran a la costa oeste, donde le harían un nuevo estudio. Ava llegó a Hollywood el 23 de agosto de 1941 y realizó la prueba con sonido, bajo la dirección de George Sydney. Cuando vio la demostración Louis B. Mayer señalo, palabras más o menos: “no sabe hablar y no sabe actuar, pero es sensacional. Mándala a estudiar durante un año y le repetimos la prueba”. Le dieron un contrato de 50 dólares semanales, por siete años, con evaluaciones semestrales y opción a renovarlo o cancelarlo a criterio del Estudio, tal y como se estilaba en la época.

En la primera semana en la MGM durante un recorrido, llegó al set de “Música y Juventud” (Babes on Broadway) en el momento del rodaje de la escena donde Mickey Rooney hacía una imitación de la explosiva brasileña Carmen Miranda, con todo y su enorme sombrero adornado de frutas tropicales. Fue presentada con Mickey, quién desde ese momento la asedió hasta lograr casarse con ella el 10 de enero de 1942. La actriz en su libro de memorias “Ava mi vida”, relata sus temores y prejuicios ante el sexo en su primera noche, ya que su madre, como buena provinciana, nunca había hablado sobre ello al respecto. Por su parte Rooney declararía con manifiesto orgullo su gran satisfacción de ser el primer hombre en “poseer” a la diosa sexy Ava Gardner, al comprobar que era virgen.

El matrimonio fue un desastre desde el inicio. Mientras Ava se hubiera resignado a ser ama de casa y olvidarse de su carrera cinematográfica, Mickey sólo reconocía una obligación para con su esposa: el compartir su cama: el resto del tiempo se lo pasaba filmando o en compañía de sus amigos jugando golf y de parranda con otras mujeres. El divorcio se le concedió el 21 de mayo de 1943, coincidiendo, ese mismo día con la muerte de la madre de la actriz que padecía un cáncer desde meses antes.


Mickey en ningún momento influyó para que la MGM le diera algún papel y el estudio no le dio trato especial, ya que primero querían siguiera aprendiendo, sobre todo, a hablar bien y quitarse el fuerte acento sureño con sus clases de dicción que le daba la maestra Gertrude Vogeler, quién fuera caricaturizada estupendamente por Gene Kelly y Stanley Donen en la siempre recordable secuencia de “Cantando en la lluvia” de enseñanza de dicción.

Después de su separación de Rooney inició una relación con Howard Hughes. En su autobiografía afirma sólo haber sido buena amiga durante toda la vida del excéntrico multimillonario, quién solía reconocer que siempre le había intrigado que tanto Katherine Hepburn como Ava Gardner rechazaron todas sus propuestas matrimoniales, mientras un sinfín de estrellitas hacían lo indecible con tal de atraparlo.


Lana Turner y Ava Gardner fueron amigas, casi inseparables, desde que llegó a Hollywood la sureña y aunque Lana no le presentó a su exesposo, el músico Artie Shaw en 1945, la relación no se marchitó a consecuencia de Ava casarse con Artie el 17 de octubre de ese año. Todo indica que aparte de ser muy inteligente, Artie era muy conflictivo en sus relaciones sexuales. Presumía de intelectual y se burlaba de Ava porque sólo hubiera leído un libro en su vida: “Lo que el Viento se Llevó” de Margaret Mitchell, amén de ordenarle que se callara, debido a su ignorancia, cuando estaban en reuniones con intelectuales, haciendo hincapié en haberse casado con ella por su belleza y cuerpo, pero no por su cerebro. Obviamente le matrimonio no duro mucho tiempo, al separarse en 1946.

Según una amiga intima, la relación con Artie le produjo una especie de quiebre o giro en su conducta a la actriz. Se tornó agresiva en su relación con los hombres, como si buscara desquitarse de ellos. Era fornicar y salir corriendo. Solo sexo y risas, como lo señala Jane Wllen Wayne en su libro ya citado. En el invierno de 1946 se veía, prácticamente al mismo tiempo, con Fernando Lamas, Peter Lawford, Mel Torme y John Huston. Igualmente su afición al la bebida s empezó a ser notoria.

En su autobiografía Ava nos relata “En el período comprendido entre 1941, cuando llegue a Hollywood, y 1946, cuando rodé “Posada Sentimental” (Whistle stop) y “Los Asesinos” (The Killers), aparecí en diecisiete películas. Nadie se dio cuenta. Las películas no eran memorables, que digamos y necesitarías una lupa para verme”.
Y efectivamente sería hasta que hizo “Posada Sentimental” o “El Truhán como se conoció en México “Whistle stop” dirigida por Léonide Moguy, la cual a pesar de ser una mala película al ser proyectada en un preestreno de prueba en un cine de Pomona, el público masculino respondió con gran entusiasmo a las fogosas escenas entre George Raft y la actriz. Ava, con sus labios abiertos acercándose provocativamente a los de Raft. Igualmente tuvo una escena trayendo solamente una bata de seda, delineando su escultural cuerpo, dejando poco para la imaginación calenturienta de los espectadores. Así, después de 17 filmes, en el 18, gracias a los buenos oficios de Moguy, no tuvieron necesidad los espectadores de una lupa, para distinguir a Ava Gardner en “Posada Sentimental”.



Después de trabajar como productor asociado, en la Warner Brothers, al lado, principalmente, de Hal Wallis, el columnista y guionista Mark Hellinger decidió probar fortuna como productor independiente en la Universal, con una adaptación del cuento “Los Asesinos” de Ernest Hemingway. Hal Wallis le ayudó “prestándole” a su recién contratado descubrimiento Burt Lancaster y como había visto “Posada Sentimental” consideró estaría perfecta Ava Gardner en el rol de Kitty Collins, la chica que causaba la perdición del exboxeador “El Sueco”. En un principio la MGM se rehusaba a ceder a la Gardner, pero después de comprometerse a que la utilizaría por lo menos seis semanas, pagándole al estudio 1.000 dólares semanales, aceptó participará en “Los Asesinos” (The Killers, 1946), bajo las órdenes de Robert Siodmak, siendo la cinta que encumbró a sus protagonistas Ava Gardner y Burt Lancaster.

Y si bien Ava había dicho no querer ser un sex-symbol, sino una actriz, será a partir de esas dos cintas que se fue moldeando su personaje y personalidad, deviniendo en uno de los máximos objetos sexuales del cine americano de los años cuarenta y cincuenta, sin que a la mayoría del público le importaran sus capacidades histriónicas, frente a esa belleza que personificaba, conforme a las gacetillas de la época, la imagen hecha carne del sexo devorador.


A partir de allí comenzaron los buenos papeles para Ava en la MGM o por lo menos que la pusieran al lado de las grandes estrellas ya consagradas del estudio como Clark Gable en “Mercader de Ilusiones” (The hucksters). Más tarde haría en 1948 “Venus Era una Mujer” (One touch of Venus). Se trata de una comedia tonta, en la cual una estatua de la diosa Venus de Anatolia, cobraba vida, gracias al beso que le daba el superintendente de la tienda (Robert Walker) en que estaba en exhibición. La cinta resultó un fracaso en su estreno, pero pronto se corrió la voz que cuando “adquiría” vida la estatua, Ava sólo estaba cubierta por una ligera túnica que dejaba poco a la imaginación, convirtiéndose así en un triunfo para la Gardner su participación en esta cinta camp, cuando paso a formar parte de los programas dobles. Para no variar sostuvo durante la filmación un tórrido romance con su coprotagonista Robert Walker, teniendo un desenlace desagradable debido a la conducta violenta del actor, provocada por su alcoholismo.

Siguió “Soborno” (The Bribe) en donde era una cantante de un cabaretucho de mala muerte, perdido en un país imaginario de Centroamérica, la cual se enamoraba de un agente federal interpretado por Robert Taylor, con el cual, para variar, tuvo un romance extra cámaras.


“El Gran pecador” (The Great Sinner) basada en la obra “El Jugador” de F. Mijailovich Dostoyevski, a pesar de estar dirigida por Robert Siodmak y participar en ella Gregory Peck, Melvyn Douglas y Ethel Barrymore fue un completo desastre, yéndole un poco mejor, en cuanto a resultados en taquilla, en su siguiente cinta “Mundos Opuestos” (East Side, West Side), regular melodrama en donde, una vez más, era una cantante que trata de seducir a James Mason, casado con Barbara Stanwyck.

A finales de 1948 Ava comenzó a andar con Frank Sinatra, a quién había conocido en 1946 cuando él salía con Lana Turner y en algunas ocasiones los acompaño la Gardner en sus correrías. Frank y Ava se casaron el 7 de noviembre de 1951. Su relación fue intensa y tormentosa, plagada de un sinnúmero de encuentros y desencuentros, con pleitos violentos y reconciliaciones apasionadas, antes y después de su matrimonio y cada uno opinaba que el otro era el amor de su vida, pero también sabían que no podían vivir demasiado tiempo juntos. (En una ocasión en que estaban distanciados, Frank fue a buscar a Ava, con la intención de reconciliarse, pero al llagar a la casa y encontrarla con Lana Turner, quién a su vez andaba huyendo del asedio de Fernando Lamas y había estado casada, al igual que Ava , con Artie Shaw, así como amante de Sinatra, se agudizó la pelea al acusarlas –Frank- de estar “comparando sus notas” sobre el comportamiento de sus hombres, destruyendo, el cantante, el mobiliario de la sala, pero sin llegar a golpear, en esa ocasión, a las mujeres.
En 1950 filmó para la RKO “Odio y Orgullo” (My Forbidden Past) al lado de Robert Mitchum, sin mayor pena que gloria. Ese mismo año marchó a España, por primera vez, a filmar “Los Amores de Pandora” (Pandora and the flying dutchman), cinta pretenciosa y fallida de Albert Lewin.

Fuera de los sets el rodaje de “Los Amores de Pandora” implicó su enamoramiento de España, la cual, con el paso del tiempo, se volvería uno de sus lugares favoritos de residencia. Tuvo un “desliz” con el lidiador catalán Mario Cabré, que en la cinta hacía, obviamente, el papel de torero. En su autobiografía la actriz confiesa que después de una noche de parranda, al despertarse se encontró en la cama junto a ella, a Mario: “Fue la única vez y no hubo más. Pero no importaba. Mario estaba dispuesto, resuelto, y era más que capaz de anunciar su buena fortuna a los cuatro vientos”. Efectivamente Cabré se puso a conceder entrevistas, como si repartiera derechazos y naturales en el ruedo, declarando su pasión por Ava y lo bien que la pasaban juntos.

Al mismo tiempo en la MGM se preparaba el relevo de Louis B. Mayer por Dore Schary, un ejecutivo menos paternal y mojigato que Mayer, el cual al tomar las riendas del estudio entró en contacto con Ava, pues quería darle un impulso a su carrera, al considerar no se le había prestado la atención debida a su potencial taquillero. Schary le dio el el rol de la mulata “Julie Laverne”, en el remake de la novela – río de Edna Farber “Magnolia” (Show Boat), a pesar de en un principio pensó en Dinah Shore o Lena Horne, pero el director George Sidney insistió que el papel estaba a la medida de Ava Gardner y no se equivocó, pues aunque los protagónicos eran la edulcorada pareja de Kathryn Grayson (Magnolia) y Howard Keel (Gaylord Ravanel), quién brilla intensamente en esa comedia musical es Ava. La actriz grabó sus canciones “Bill” y “Can’t Help Loving That Man” (No puedo dejar de amar a mi hombre), pero el productor no quiso utilizarlas siendo doblada por Annette Warren, sin embargo por razones de contrato, al momento de hacer el disco, con la banda sonora, se tuvo que disponer de la grabación de Ava y el público siempre lamentó no se hubieran incluido en la película.

“Pero Ava Gardner era, ES, no la belleza que pasa sino la belleza detenida en su movimiento para que podamos verla veinticuatro veces cada segundo -que es lo que dura la eternidad en el cine”.
Guillermo Cabrera Infante

“Ella es salvaje e inocente, entregada al amor pese a todos los desastres”.
Robert Graves.

“La imagen se crea como totalidad no sólo por la intención del argumento, sino también por la naturaleza misma del actor, en relación con su propia personalidad individual”.
A. Pudovkin.

Antes de ser un éxito “Magnolia” tuvo que filmar el regular western “Estrella del Destino” (Lone Star) con Clark Gable y Broderick Crawford. Para luego dar paso a otra de sus grandes interpretaciones en “Las Nieves del Kilmanjaro” (The snows of Kilmanjaro) dirigida por Henry King, en el rol de Cynthia, el amor imposible de Gregory Peck, en esta versión exitosa del cuento de Ernest Hemingway, en el cual la simbiosis de personaje – actriz en que resulta harto problemático disociar uno de otro, comienza a ser clara o definitoria en “Las Nieves del Kilmanjaro”.
Acepto realizar el western “Una Vida por Otra” (Ride, Vaquero) dirigida por John Farrow, al lado de Robert Taylor, Howard Keal y Anthony Quinn, a cambio de la promesa, que si le cumplieron, de estar en “Mogambo” (Mogambo) de John Ford, con Clark Gable y Grace Kelly, por cuya memorable caracterización de Eloise (Honey Bear) Kelly conseguiría su única nominación al Oscar de Mejor Actriz.


Las escenas de interiores de “Mogambo” se rodaron en Londres y en cuanto se terminó su filmación. Ava se puso a trabajar, allí mismo en mayo de 1953, en “Los Caballeros del Rey Arturo” (Knights of the Round Table). Aunque era renuente a los filmes de época la aceptó porque la MGM había reconsiderado su anterior contrato, ofreciéndole uno nuevo con mayores ventajas para ella, en cuanto a un salario mínimo de 150,000 dólares por película, quedándose la productora con la opción de “prestarla” a otros estudios. “Los Caballeros del Rey Arturo” fue la primera producción en cinemascope que realizaba la MGM, con un reparto encabezado por Robert Taylor como Lancelot, Mel Ferrer era el rey Arturo, Stanley Baker el cruel Morded y Anne Crawford su ambiciosa hermana Morgana, mientras Ava Gardner la bellísima reina Guinevere.

Al terminar el rodaje y enojada con Frank Sinatra decide viajar a España, llegando el 12 de agosto a Madrid. A los pocos días le fue presentado el torero Luis Miguel Dominguín, encuentro que relata Antonio D. Olano en su libro “Dinastías” de la siguiente forma: “Fue el propio Perico, hombre simpático y magnífico “celestino” en numerosas actividades, quien avisó a Luis Miguel que estaban allí Lana Turner y Ava Gardner. Fue por Lana, no salió trasquilado, pero de quien se enamoró verdaderamente fue de la belleza de Ava. Y comenzaron a vivir y a viajar juntos. Luis Miguel confesaba en sus Memorias que a ella fue a la única mujer a la que le arreó unas bofetadas. La primera paliza se la dio en Roma. Ava quería salir de noche y Luis Miguel se opuso. Escapó y quedó colgada de las rejas del jardín de la casa. La criada creyó que se había matado. Y la segunda vez que le arreó, fue en Estados Unidos, después de una noche de más vino tinto y whisky que rosas . . .” Y el torero en sus Memorias publicadas en la revista ¡HOLA! En 1983 agrega: “Decían que Ava era la mujer más bella del mundo, ¡y lo era!. Ella estaba en su época más esplendorosa y yo en mi mejor momento. En esa bola de nieve nos dejamos envolver los dos. Ava era muy celosa y posesiva. Manteníamos una relación eléctrica, brutal. Dábamos la sensación de que el uno se comería al otro. El hambre de Ava era insaciable, infinita”.

A principios de 1954 la Gardner y Luis Miguel fueron a Roma, para la filmación de “La Condesa Descalza” (The Barefoot Contessa) bajo la dirección del talentoso Joseph L. Mankiewicz. Y sin intentar conjugar el verbo “hubiera” en el tiempo pluscuamperfecto de los tontos, haciendo elucubraciones baladíes sobre cual sería el resultado si en lugar de Ava, la interprete habría sido otra de las arriba mencionadas, el hecho es que el personaje de “María Vargas”, ha quedado como paradigmático en la identificación de la persona que lo encarnó, asimismo es la mejor interpretación de Ava Gardner, al grado de que la fusión o identificación entre personaje y actriz es plena, confundiéndose más allá de la pantalla que es recreación y cual la personalidad real de la actriz, marcada como “La Condesa Descalza” para toda su vida. En su autobiografía la actriz reconoce que “no cabe duda de que La Condesa Descalza es con la que más me identifica la gente. Aquella maldita frase publicitaria: ‘El animal más bello del mundo’.

Después de una operación de cálculos biliares y de terminar abruptamente con Luis Miguel Dominguín, por simple razón de que el torero decidió casarse con Lucia Bosé se fue a Pakistán a filmar “Destinos Cruzados” (Bhowani Junction) dirigida por George Cukor, con Stewart Granger de su galán. Llevada por llevada por la mano diestra de George Cukor, con fama de ser un director de mujeres, supo ayudarla a sacar partido de su atormentado personaje de Victoria, logrando otra de sus actuaciones dignas de recordar.

Ava decidió ese año de 1955 quedarse a vivir de manera permanente en Madrid, comprando una finca que se conocía como “La Bruja”, en una zona de las afueras de la ciudad de nombre “la Moraleja”. Terminado su romance con Luis Miguel, Ava se compensó del abandono iniciando una relación con el cómico italiano Walter Chiari, quién había sido también novio de la Bosé. Su siguiente cinta fue “La Cabaña” (The Little Hut) en que Walter Chiari era un cocinero italiano, Stewart Granger su marido y David Niven su amante. Los cuatro naufragaban en una isla desierta y dadas las archisabidas limitaciones de la censura, aunque la obra original de Andre Roussin tiene diálogos picantes y situaciones atrevidas, es poco lo que se muestra en la cinta, salvo que todos estaban pensando en el sexo, pero no hacían mayor cosa al respecto, salvo que Ava aparecía casi siempre en traje de baño o enfundada en estilizados trajes tipo sarong, en que podía lucir su, multicitado, cuerpo escultural.


En enero de 1957 llegó a México a filmar, bajo las ordenes de Henry King “Y Ahora Brilla el Sol” ((The Sun Also Rises), participando por tercera ocasión en una cinta basada en una obra de Ernest Hemingway, en este caso “Fiesta” publicada en 1926, sobre un grupo de autoexiliados en Europa, dignos representantes de la llamada “generación perdida”.

La cinta es mucho mejor que lo que las opiniones de la época dejan advertir. Cuando se trata de la adaptación de una obra célebre y más de un autor “santón” como Hemingway, la mayoría de los críticos se sienten obligados a estimar que la adaptación esta por debajo de las posibilidades del material original.

En junio de 1957, por fin se legalizo la separación de Ava y Sinatra. En el libro biográfico de Frank Sinatra “A su Manera” de Kitty Kelly encontramos la siguiente cita de Ava: “Los problemas nunca estuvieron en la recámara. Siempre estuvimos estupendos en la cama. Los problemas comenzaban en el bidet”. Una amiga de la pareja dijo: “Había una fuerte atracción física por ambas partes, pero no podían ponerse de acuerdo en otras cosas que son necesarias en una relación”. Sinatra no quedó obligado, con motivo del divorcio, a pasarle una pensión, pero en rigor nunca dejó de ayudarla cuando tenía algún apuro económico, sobre todo en los últimos años de vida de la actriz, a raíz del ataque de apoplejía que sufrió en 1986 y cuya secuela de la enfermedad, la llevaría a la tumba. Frank dijo de ella cuando su muerte: “Ava fue algo muy importante en mi vida y nunca llegué a olvidarla del todo. Nos quisimos mucho, pero nuestra forma de vida no era la idónea para ser felices”.

Después de cobrar solo 90,000 dólares por su rol de la Duquesa de Alba en “La Maja Desnuda”, Ava quedo libre de su relación con la MGM, aceptando participar, por la cantidad de 400,000 dólares, en el filme “La Hora Final” (On the Beach) que dirigiría Stanley Kramer en Australia, en enero de 1959. Lo recordable de este filme con un elenco en donde estaban Gregory Peck, Anthony Perkins y Fred Astaire, es que quién destacaba era Ava Gardner, ofreciéndonos una de sus mejores actuaciones en el rol de una mujer alcohólica, a la cual su soledad y el vislumbre de la destrucción del mundo, la lleva a buscar desesperadamente consuelo en los brazos de un abúlico Peck, en una de sus más inexpresivas actuaciones.


Su viejo viejo amigo Nunnalley Johnson, la contrató para “El Ángel Vestía de Rojo” (The Angel Wore Red), rodada en Roma, a finales de 1959. Johnson, guionista y director, con fama de izquierdista y sospechoso de haber pertenecido al Partido Comunista en los años treinta, concibió una pretenciosa y rebuscada historia ubicada en la guerra civil española, en la cual un sacerdote renegado (Dirk Bogarde) que combate al lado de los republicanos, se enamora de la prostituta Soledad (Ava Gardner), pero viven en constante tensión, a causa de los conflictos de conciencia del clérigo. Abunda el diálogo anticlerical, al igual que sobre la solidaridad internacional y el compromiso de la izquierda con la lucha antifascista. Desafortunadamente, para el entendimiento del discurso y el mensaje de la cinta, la realización fue demasiado confusa, resultando un absoluto fracaso en la taquilla, quedando como una de las peores cintas de Ava Gardner.

Durante dos años se mantuvo en el tobogán del desenfreno, rechazando varios guiones entre los cuales estuvo el papel de Alexandra Del Lago, en la versión fílmica de la obra de Tennessee Williams “El Dulce Pájaro de la Juventud”, por considerarlo demasiado inspirado en ella misma el cual finalmente hizo Geraldine Page, pero de tal forma que resulta fácil concluir se trata de una recreación de aspectos de la personalidad de la Gardner. Unos pocos años después tampoco aceptó trabajar en “El Graduado”, en el papel que significó todo un triunfo para Anne Bancroft.

En 1962, otro viejo amigo, el guionista Philip Yordan, quién también vivía en España y estaba escribiendo el guión de “55 Días en Pekín” (55 Days at Peking) insistió con el productor Samuel Bronston que Ava estaría adecuada para el rol de la condesa rusa atrapada en medio de la rebelión de los boxers en China. Charlton Heston se oponía a la contratación de Ava, pero los coproductores europeos apoyaron la propuesta de Yordan, quién después se arrepentiría de su sugerencia, al grado de que debido a los problemas derivados del mal comportamiento de la actriz, se suprimieron varias escenas de la condesa. La película por esa y otras muchas razones resultó fallida y un fracaso económico para Bronston y artístico para Nicholas Ray. Heston en su autobiografía manifiesta su antipatía hacia Ava y señala que nunca olvidará la imagen de la actriz, totalmente borracha, toreando automóviles en pleno paseo de la Castellana, de Madrid.

Al año siguiente tuvo una pequeña pero destacada participación en el interesante filme “Siete Días de Mayo” (Seven Days of May) de John Frankenheimer, sobre un complot militar, encabezado por un general americano interpretado por Burt Lancaster, que busca derrocar al presidente de su país. Ava era su amante, a la cual abandonaba Lancaster. En venganza ayuda a Kirk Douglas a desenmascarar al ambicioso militar derechista, quién estaba molesto porque su presidente pretendía firmar un tratado de desarme nuclear con los soviéticos.

En septiembre de 1963 filmó por última ocasión en México bajo las órdenes de John Huston la adaptación de la obra de Tennessee Williams “La Noche de la Iguana” (The Night of the Iguana), al lado de Richard Burton, Deborah Kerr y Sue Lyon. Ava estuvo espléndida en su caracterización de Maxine, ofreciendo su última gran actuación, valiendo solamente su presencia, lo cual es mucho decir, estando Burton y la Kerr en el reparto, como razón para ver esta buena cinta de Huston.

El propio Huston insistió en llevarla en el rol de Sarah en su versión de “La Biblia…en el Principio” (The Bible, 1966), al lado de George C. Scott en el papel de Abraham. Ava y George se hicieron amantes. Scott era también aficionado a la bebida, por lo cual la relación pasaba por grandes momentos de apapacho y otros de enormes broncas, con episodios de destrucción de cuartos de hotel, tanto en Londres como en Los Angeles, aderezados con sus dosis de golpizas a la actriz. Sinatra tuvo que entrar al rescate de Ava, mandándole un mensaje a Scott, a través de dos guaruras para que terminara su acoso a la actriz, que ya no quería saber nada de su talentoso amante.

En estricto sentido a partir de “La Biblia… en el Principio” ya no encontramos ninguna actuación destacada o un personaje extraordinario interpretado por la Gardner, simplemente Ava se limitó a aportar su presencia y nombre como supuesto imán de taquilla en cintas como “La Tragedia de Mayerling” (Mayerling, 1969. “La Viuda del Diablo (Tam Lin, 1971). El Forastero” (The Life and Times of Judge Roy Bean) en la cual tenía una fugaz aparición, casi fantasmagórica, como la célebre actriz teatral Lilly Langtrey de finales del siglo XIX, en el viejo oeste, en la que sólo se le exigía verse bella, como la imaginaba el pintoresco juez Roy Bean (Paul Newman) enamorado de ella, por haber visto su imagen en el anuncio de una de sus obras. Fue la esposa de Charlton Heston en la cinta de desastre “Terremoto” (Earthquake, 1974). Permiso para Matar (Permission to Kill, 1975) la volvió a juntar con Dirk Bogarde, en esta historia de espionaje sin mayor relevancia. Junto con Elizabeth Taylor participo en la insufrible “El Pájaro Azul” (The Blue Bird, 1976) realizada por George Cukor en la Unión Sovietica. Lo único recordable de esa cinta, es que ambas actrices, rondando los 50 años, lucían bellísimas, para su edad, en sus papeles de Hadas. Formo parte de un extenso reparto de estrellas en otra cinta de desastre “Destino Final: Casandra (The Casandra crossing, 1977). En una olvidable de terror “El Centinela” (The Sentinel, 1977). Al igual que “Ciudad de Fuego” (City of Fire, 1979) “El Secuestro de un Presidente” (The Kidnapping of the President, 1980) “Priest of Love, 1981, “Regina” en 1982 y finalmente en la serie de televisión “Harem” (1985). En 1986 sufrió el ataque de apoplejía que la alejó de las cámaras y de la vista del público, hasta el día de su muerte el 25 de enero de 1990.

El periodista Joe Hyams, casado con Elke Sommer, realizó, a finales de los cincuenta, un amplio ensayo periodístico, publicado en Look, sobre Ava en que ahondaba en la vulnerabilidad de la estrella, abundando en referencias psicológicas, al grado de ser acusado de destruir la imagen glamorosa de la actriz: “No tuve intención de ser cruel –refutaba Hyams- “simplemente describí lo que encontré: Una mujer inquieta, atormentada, que corrió sin rumbo por la vida buscando la felicidad en un amor que nunca pudo encontrar”.

Terenci Moix en su ensayo publicado en su libro “Hollywood stories” en 1971, lo concluye así. “En todos los recuerdos de tantos momentos de aquel rostro fascinante, surge entonces la fatídica Pandora y el mito de la Condesa, cuyos hilos parecen mover, siempre, aquellas ansias nunca satisfechas de lo Absoluto. Perdida tal vez para el cine, llevando sus recuerdos por este exilio nunca concluido, noticia voraz para todas las prensas innobles, esa Ava mitificada por dos interpretaciones únicas triunfa sobre el olvido que los años imponen a la belleza; triunfa especialmente sobre aquel sistema que la quiso Venus rediviva, pero nunca fuego capaz de dar, en el desplante de su propia vida interior, una lección de arte por medio de personajes que la mereciesen”.

“Como el de María D’Amato, el destino de Ava Gardner fue el de pasear su imperial belleza por el mundo de los sueños… para comprobar que eran, simplemente, sueños de hojalata”.


Por su parte Gregory Peck en un amplio comentario recogido en el libro autobiográfico de la actriz “Ava: mi vida” nos señala, entre otras cosas: “En el transcurso de los años trabaje con Ava en tres películas totalmente distintas: El Gran Pecador”, “Las Nieves del Kilmanjaro” y “La Hora Final”. No cabe duda de que Ava adquirió mucha experiencia y madurez con cada una de ellas. Siempre la he admirado como actriz y he sentido que no ha sido lo suficientemente apreciada como tal, porque la gente quedaba prendada de su belleza y no esperaba nada más de ella. Además, ella tampoco era demasiado ambiciosa en lo que respecta a convertirse en una gran actriz. Y sin embargo fue mejorando constantemente y, si la juzgamos por sus mejores interpretaciones, creo que desde luego puede considerarse como una de las buenas actrices de cine”.

El sino de Ava Gardner es que conforme escalaba los peldaños de la fama y la productora la iba moldeando en esos roles de diosa de la belleza inalcanzable o de vida atormentada, en que iba causando la ruina o utilizando a los hombres como meros vehículos de su placer, se fue confundiendo, paulatinamente, para el público y en cierto sentido para ella misma, su imagen fílmica con la que se esperaba desarrollara en la vida real. O quizás fue a la inversa la vida privada terminó dominando a la del celuloide. Lo cierto es que si bien el slogan de “El animal más bello del mundo” era idiota, en cuanto denotaba la vulgaridad de la utilización de su imagen como mero objeto de consumo, derivado de su voluptuosidad y la fuerza de su magnetismo físico para provocar los sueños eróticos de los espectadores, no cabe duda que el de “La actriz más bella del mundo” resulta justo para sintetizar su paso por las pantallas cinematográficas del orbe.




Filmografia

Maggie (Tv, 1986, inédita)
The long hot summer (TV, Un largo y cálido verano, 1985)
Knots Landing (TV, 1985)
Harem (TV, 1985)
A.D. Anno Domini (TV, 1984)
Regina Roma (íd., 1982)
Priest of Love ("Sacerdote del amor", 1981)
The Kidnapping of the President ("El secuestro del presidente", 1980)
City on Fire ("Emergencia", 1979, Alvin Rakoff)
The Sentinel ("La centinela", 1977, Michael Winner)
El puente de Casandra (1977, George Pan Cosmatos)
The Blue Bird ("El pájaro azúl", 1976, George Cukor)
Permission to Kill ("El hombre que decidía la muerte", 1975, Cyril Frankel)
Terremoto (1974, Mark Robson)
The Life and Times of Judge Roy Bean ("El juez de la horca", 1972, John Huston)
The Ballad of Tam Lin. (1969) aka: The Devil's Widow (1972)
Go west (1971) (F.A.D)
Mayerling (íd., 1968, Terence Young)
La biblia ("The bible", 1966, John Huston)
La noche de la iguana ("The night of iguana", 1964, John Huston)
Siete días de mayo (1964, John Frankenheimer)
55 días en Pekín ("55 days at Peking", 1963, Nicholas Ray)
The Angel Wore Red ("Los ángeles visten de rojo", 1960, Nunnally Johnson)
La hora final (1959, Stanley Kramer)
La maja desnuda (1959)
Sun Also Rises, The ("Fiesta", 1957)
Little Hut, The ("La cabaña", 1957, Mark Robson)
Bhowani Junction ("Cruce de destinos", 1956, George Cukor)
La condesa descalza (1954, Joseph L. Mankiewicz)
Knights of the Round Table ("Los caballeros del rey Arturo", 1953, Richard Thorpe)
Mogambo (íd., 1953, John Ford)
Ride, Vaquero! (1953, John Farrow)
Las nieves del Kilimanjaro (1952, Henry King)
Lone Star ("Estrella del destino", 1952, Vincent Sherman)
Show Boat ("Magnolia", 1951, George Sidney)
My Forbidden Past ("Odio y orgullo", 1951, Robert Stevenson)
Pandora y el holandés errante (1951, Albert Lewin)
East Side, West Side ("Mundos opuestos", 1949, Mervyn LeRoy)
The Great Sinner ("El gran pecador, 1949, Robert Siodmak)
The Bribe ("Soborno", 1949, Robert Z. Leonard)
One Touch of Venus ("Venus era mujer", 1948, William A. Seiter)
The Hucksters (1947)
Singapore (1947)
The Killers ( Forajidos' en españa, 1946, Robert Siodmak)
Whistle Stop (íd., 1946)
She Went to the Races (1945)
Three Men in White (1944)
Maisie Goes to Reno (1944)
Ghosts on the Loose ("La casa encantada", 1943)
Mighty Lak a Goat (1942)
Joe Smith, American (1942)


Fuentes: Portal Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Ava_Gardner
Portal Cineforever, http://www.cineforever.com/2007/07/05/ava-gardner-la-actriz-mas-bella-del-mundo-primera-parte/
http://www.cineforever.com/2007/07/06/ava-gardner-la-actriz-mas-bella-del-mundo-segunda-parte/