Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

martes, 30 de noviembre de 2010

Pantalla Pinamar, Hombres de mentes.

Presentación del film de Grant Heslov.


Título: HOMBRES DE MENTES
Título en inglés: THE MAN WHO STARE AT GOATS
Nacionalidad: Estados Unidos/Reino Unido, 2009

Dirección: Grant HESLOV.
Guió: Peter STRAUGHAN.
Fotografía: Robert ELSWIT.
Montaje: Tatiana S. RIEGEL.
Música: Rolfe KENT.

Intérpretes: George CLOONEY, Ewan MCGREGOr, Jeff BRIDGES,
Kevin SPACEY, Stephen LANG, Robert PATRICK

Productores: George CLOONEY, Grant HESLOV, Paul LISTER.
Producción: BBC FILMS, SMOKE HOUSE, WESTGATE DE CINE DE SERVICIOS, WINCHESTER CAPITAL PARTNERS. 35 mm. Color.
Duración: 90'.

FESTIVALES y PRINCIPALES PREMIOS

Festival de Cine de Venecia, 2009: Primera Presentación Europea
Festival de Cine de Toronto, 2009: Primera Presentación Norteamericana


SINOPSIS

Bob Wilton es un periodista que busca historias y que trata de alejarse de su vida cotidiana todo lo que pueda. Sobre todo después de su ruptura matrimonial. Podría obtener la historia de su vida al contactar con Lyn Cassady, un hombre que dice ser un ex miembro de las fuerzas especiales del Ejército de los EE.UU, quien le revela la existencia del Batallón de Tierra al que perteneció. Una unidad militar secreta, que según Cassady, utiliza poderes paranormales en sus misiones, cuyo objetivo es poner fin a la guerra. El fundador de esta unidad ha desaparecido y el camino conduce a otro soldado que ha distorsionado la misión para servir a sus propios fines.






Por Pablo O. Scholz

Mira fijo. Parece como poseído, pero no lo está -o si lo está, no es por un demonio sino por una obsesión-. Sentado ante una cabra, el personaje de George Clooney la mira a los ojos. Fijo. Y logra su objetivo: la cabra cae redonda. Muerta. Creer o reventar.

En Hollywood los conflictos bélicos dan para todo, si se observa el protagonismo estadounidense en territorios lejanos y ajenos con una mirada irónica, desde sátiras como M.A.S.H. o esta Hombres de mentes, que demuestra cómo es posible reírse de cuestiones bien serias, desde la óptica algo deformante del absurdo.

Porque en Hombres de mentes no hay un solo personaje que pueda pasar una revisación psicológica para ingresar al Ejército... o a cualquier trabajo. Ewan McGregor es un periodista que, abandonado por su esposa, decide probar suerte como corresponsal de guerra. Le encantaría ingresar a Irak, pero no lo logra, hasta que conoce a Lyn Cassady (Clooney), quien estaría trabajando para una compañía con intereses en la región. Poco a poco el absurdo va ganando espacio, cuando se sepa que el Pentágono, hace varias décadas, se dejó convencer por un hippie (Jeff Bridges) y creó la New Earth Army, una compañía que a través de la parapsicología cree convertir a sus soldados en guerreros mortales, capaces de atravesar paredes, disipar nubes y matar cabras con sólo mirarlas.

Cómo se fue forjando ese experimento militar en el pasado, con Clooney soldado, con un peinado ridículo y bigotes es uno de los momentos mejor logrados por el director Grant Heslov, amigo de Clooney desde hace más de 30 años y guionista de su película Buenas noches, y buena suerte. También es cierto que Bridges y Kevin Spacey (un envidioso recluta en su momento, que guarda un as en la manga en el presente) juegan papeles paródicos y no desentonan en ningún momento.

Pero los mayores aplausos se los llevan Clooney y McGregor. El astro de El amor cuesta caro consigue entrar en confianza con el espectador, que sabe que todo lo que dice Cassady suena raro, bien raro, pero le cree. Clooney es como un amigo allí en la pantalla, al que seguirle la corriente. Y McGregor, que lleva el rol del narrador, es la cara de la sorpresa, la duda eterna, el no saber dónde se está parado.

Desopilante en más de un momento -el accidente en el desierto, las pruebas a las que se someten los soldados en el pasado y el desenlace propiamente dicho, Hombres de mentes es una comedia que va creciendo como una bola de nieve. Entre lo ilógico, lo cínico y lo adrenalínico, Clooney demuestra que, cuando se lo propone, puede ser el rey de la comedia.


Fuentes: www.pantallapinamar.com, www.clarin.com.

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