Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

viernes, 16 de junio de 2017

Apuntes del 31 festival.

«Todo lo demás» - La dualidad humana


Se presentó el largometraje de Natalia Almada, en Competencia Latinoamericana
Como en El Velador–Competencia Latinoamericana 26° Festival- Natalia Almada construye su última producción de un detalle que rompe con la monotonía, que dispara un universo de significados y líneas narrativas. Todo lo demás es la historia de una mujer que trabaja en una oficina estatal, otorgando, y no, las identificaciones para votar. Una cámara cercana y sensible la acompaña desde que se levanta, al lado de su gato, su viaje al trabajo -con hermosos registros de la urbe mexicana- y la adictiva burocracia de la que es parte. Con una actuación soberbia de Adriana Barraza, Todo lo demás, logra presentar un tema universal desde la perspectiva intimista de una mujer presa de un sistema que todo lo fagocita.

¿Cómo surge la idea de tu película?

Después de hacer El Velador, que trata sobre la violencia del narco tráfico en México, quería seguir tratando el tema de la violencia desde otra perspectiva, la violencia de la burocracia. Me inspiré mucho en una idea de Hanna Arendt, que la burocracia es una forma de violencia porque deshumaniza al individuo volviéndolo un engranaje en la maquinaria del sistema. Solía nadar en la alberca del Deportivo Hacienda, donde conocí a muchas burócratas jubiladas. En ese ambiente eran muy abiertas y muy físicas, algo opuesto a la burócrata ejerciendo su labor. Ellas me inspiraron en hacer un retrato de la vida íntima de una mujer que suele ser invisible en la sociedad.



Es increíble la interpretación de Adriana Barraza. ¿Cómo trabajaste con ella para lograr esa gestualidad minúscula y a la vez tan elocuente?

Fue un honor trabajar con Adriana Barraza. Para mí fue mi primera experiencia en ficción, dirigiendo la actuación tanto de una gran actriz como Adriana como de los no-actores. Me preparé leyendo mucho sobre la actuación y tomando algunos cursos. Lo que me dio mucha confianza es que tanto el documental como la ficción buscan retratar algo "real”. Cuando entendí esto pude confiar en mi experiencia filmando documentales por más de quince años. Entendí que igual que en el documental tenía que buscar esos momentos de sinceridad que se sienten, y evitar a toda costa la insinceridad. El trabajo con Adriana siempre fue el de buscar la simplicidad y sutileza. Confiar en los gestos para emitir las emociones y luego confiar en la cámara para capturar esos momentos y detalles.

El mundo interior de la protagonista se amalgama con el sistema, con la calle, el subte. ¿Cómo trabajaste desde el guion este aspecto?

Gran parte de la película se filmó como documental, especialmente las secuencias del metro. El guion sólo fue un punto de partida porque estábamos en un contexto real - el metro de la ciudad de México durante las horas pico. No controlábamos el entorno y teníamos que ser muy ágiles para movernos entre tanta gente y lograr captar los momentos improvisados. Para mí, este proceso fue lo más enriquecedor, porque realmente combina el documental con la ficción.

¿Qué elementos tuviste en cuenta a la hora de retratar a una mujer como cara visible del sistema burocrático?

El retrato de Doña Flor es complejo porque es un personaje que odiamos y amamos al mismo tiempo. Por un lado es la burócrata que impone su poder sin sentido, por otro lado, detrás de esa dureza hay una mujer con sentimientos, en este caso una mujer muy sola con mucho dolor. Esta dualidad me interesa mucho porque todos tenemos una imagen exterior y una realidad interior, y estamos tratando de reconciliar esos dos personajes en uno. Siento que la invisibilidad que sufre Doña Flor es muy común y es la razón de mucho sufrimiento.



Es la segunda vez que participás de la Competencia Latinoamericana en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La primera fue con El Velador, en el 26° Festival ¿Cuáles son tus expectativas ahora con Todo lo demás?

Es un honor participar de nuevo en el festival de Mar del Plata. Me encantaría ir otra vez pero acabo de dar a luz y el pequeñito todavía no estará listo para viajar. Espero que el público argentino logre simpatizar y verse identificados con Doña Flor. Lo que más me llena de hacer cine es la capacidad de cruzar fronteras y afectar a personas de países y culturas tan distintas.

Agustina Salvador









Fuente: Pagina oficial del 31 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

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