Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

miércoles, 16 de junio de 2010

Cine y futbol, El cañonero de Giles.

Como estamos en el mes del mundial de fútbol Sudafrica 2010, decidimos crear esta sección, alusiva al mismo, con los mejores films del cine Argentino, referidos al fútbol. Los editores.


EL CAÑONERO DE GILES, de Manuel Romero (1937)


Por Fabián Mauri

Dos dirigentes de un cuadro grande de la Capital trajinan la llanura de la provincia de Buenos Aires, con la misión de descubrir un crack para reforzar el team porteño en el campeonato que está por comenzar. Un poco casualmente, presencian en San Andrés de Giles el exótico partido final de un torneo pueblerino. Llama su atención el desempeño del centrodelantero del Giles Fóbal Club que, aunque torpe y atolondrado, define el match con un cañonazo que rompe la red. Lo contratan.




Hasta ahí una historia vagamente inspirada en el suceso popular de Bernabé Ferreyra, el Mortero de Rufino, tal vez el primer galáctico del incipiente profesionalismo argentino, por el que River Plate pagó a Tigre la suma récord de $35.000 para
contarlo entre sus filas en 1932.

En el film, el crack chacarero condenado al éxito es Luis Sandrini. Encarna un personaje más chaplinesco y punk que el melodramático y conservador que padeció nuestra generación en aquellos bodrios tales como El profesor Hippie o Los chicos
crecen. De hecho, la patológica personalidad del jugador está atravesada por un suceso de su infancia que resultó determinante en su esquizofrénica manera de jugar al fútbol.No les voy a contar de qué va. Alquilen el DVD.





Lo mejor de la película son los pasajes que guardan algún valor documental, las escenas de vestuarios donde aparecen como figurantes los jugadores de River Plate, vestidos con sus inmaculadas camisas blancas con la banda y el escudito redondo. Incluso el arquero Bossio, la Maravilla Elástica, y el back Minella recitan un par de diálogos con el energúmeno de Sandrini. Las panorámicas de la vieja cancha de River en la Avenida Alvear y Tagle, llena hasta la bandera, y los planos de sus adyacencias, los días de partido, son reveladoras de la potencia del futbol como fenómeno popular en los años 30. Es interesante observar que el discurso del film, frente al reciente profesionalismo, es siempre desconfiado y ramplón. La fotografía y el montaje son lo más flojo, muy por debajo de los estándares de calidad de una época en la que el cine nacional empezaba a ser una gran industria.

Así y todo, en sólo 65 minutos, el director Manuel Romero, precursor del costumbrismo y primera espada de la Lumiton, construye con la lógica y la dinámica de un comic clásico una cándida comedia de aventuras en la que hay hasta tiros, un
secuestro y un héroe que escapa en aeroplano, se arroja en paracaídas y cae, ya vestido de jugador, sobre el verde césped en blanco y negro de Alvear y Tagle para marcar el gol del campeonato.

Ficha técnica

El cañonero de Giles (1937)
Dirección: Manuel Romero
Guión: Manuel Romero

Fecha de Estreno: 20 de enero de 1937


Intérpretes:

Luis Sandrini
Marcos Caplán
Luisa Vehil
Héctor Quintanilla
Mario Fortuna
Sussy Derqui
Roberto Blanco
Juan Mangiante
Bernabé Ferreyra
Fernando Campos
Arturo Arcari


Equipo Técnico

Fotografía: Francisco Mugica
Montaje: Francisco Mugica
Música: Alberto Soifer
Escenografía: Ricardo Conord
Duración: 69 minutos
Blanco & Negro





Fuente: Revista Un Caño - Edición numero 26, junio 2010
correodelectores@revistauncano.com

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