Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

jueves, 20 de marzo de 2008

2001: Kubrick Alquímico








Material con Derechos de Autor

2001: Kubrick Alquímico
La Gran Obra en película
Por Jay Weidner


Actualización de Kubrick Alquímico


La versión del presente artículo, que fue difundida por la web en forma clandestina, no es el artículo que yo tenía la intención de publicar. Ésta es la versión oficial del autor.

Desde que escribí el artículo a comienzos de abril de 1999 he recibido miles de e-mails y correos sobre mi interpretación de este gran clásico del cine. Algunos estaban en vehemente desacuerdo con mi análisis y otros lo consideraron extremadamente iluminador y creo que ello ha contribuido a resaltar la posterior exhibición de la película.

Kubrick falleció unas semanas antes de que yo decidiera escribir el artículo y, en ocasiones, me pregunto si acaso no fue su gran espíritu el que me guió desde el más allá. Si bien siempre he sido un admirador de 2001, un sábado por la mañana me senté y vi con mi ojo mental la mayor parte de lo que veremos en este artículo. A las pocas semanas de esta revelación se estrenó la última película de Stanley ‘Eyes Wide Shut’ (Ojos Bien Cerrados). Esta película altamente maligna es una prueba de la ‘obsesión’ de Stanley por lo oculto y sencillamente le proporciona mayor credibilidad a mi interpretación. No puede existir duda alguna sobre el mensaje de Stanley en Ojos Bien Cerrados. Los dirigentes misteriosos efectuaban ritos satánicos antes de sus orgías. Una revisión más detallada de la película nos revela además que estas personas tienen la capacidad de manipular la realidad. Desafortunadamente, Stanley falleció y el estudio volvió a editar la película y jamás sabremos lo que realmente quiso comunicar en Ojos Bien Cerrados. Seguirá siendo una obra maestra modificada.

La última película que lleva el nombre de Stanley es Inteligencia Artificial de Steven Spielberg. Desafortunadamente las maravillosas ideas de Stanley fueron consumidas y regurgitadas por Spielberg en un sentimentalismo gris.

“Sin importar lo vasta que pueda ser la oscuridad, debemos proveer nuestra propia luz – Stanley Kubrick.

“Estoy seguro que usted es consciente del potencial extremadamente grave de trauma social y desorientación causada por esta información. No podemos publicarla sin los ajustes necesarios.” Heywood Floyd.

Dentro de la tradición de la Gran Obra alquímica existe la idea que las iniciaciones, explicaciones y rituales de la alquimia aparecen incluidos en un gran número de las grandes obras de arte. Se hace referencia a las pirámides de Egipto y las grandes catedrales de Francia como los ‘libros en piedra’. En otras palabras, estos edificios fueron construidos con un conocimiento profundo que solamente un iniciado de la tradición alquímica puede comprender realmente. Los grandes arquitectos y artistas, muchos de los cuales fueron alquimistas, tenían una idea clara sobre lo que trataban de trasmitir. Únicamente el observador de estas obras es el que se mantiene en la oscuridad. Como lo revela el escritor y alquimista francés Fulcanelli en su pieza maestra ‘El Misterio de las Catedrales’, las grandes iglesias de Francia fueron construidas como parte de la Gran Obra. Ciertamente, cualquiera que visite las catedrales de Europa, y especialmente las de Francia, se marchará totalmente asombrado.

Pero ¿Cuál es el propósito de esta Gran Obra? La respuesta a tan importante pregunta, de acuerdo con los alquimistas, es la transformación del espíritu humano. Aunque es cierto que los símbolos y la geometría de las catedrales fueron diseñadas de tal manera que únicamente un iniciado verdadero en los misterios pudiese comprender su significado verdadero, los constructores y creadores de la Gran Obra sabían que cualquiera que experimentara las catedrales se alejaría transformado. Incluso aquellos que no fueran iniciados, también se irían con una sensación de asombro. La verdad es que incluso los ateístas radicales se sienten asombrados y sorprendidos por la belleza de Notre Dame o la Catedral de Chartres.



En su libro El Jorobado de Nuestra Señora, Víctor Hugo trata este asunto con gran honestidad. Explica que esta Gran Obra secreta de la transformación humana aparece inscrita en esos ‘libros de piedra’ que llamamos Catedrales del período medieval de la historia europea. Sin embargo, Hugo dice que el nuevo Gran Libro de la Naturaleza ya no aparece inscrito en los muros o en las piedras de las iglesias. Esta nueva versión, la versión moderna (fue en los 1800) de la Gran Obra cambió de la forma simbólica a la palabra escrita. Hugo sigue adelante identificando la obra de William Shakespeare como una nueva versión de la Gran Obra. Él relata que la Gran Obra que contiene el conocimiento alquímico ancestral de la transformación humana aparece embebida dentro de las obras escritas por el Bardo de Stratford. Sin entrar en el tema de ‘¿quién fue Shakespeare?’, aún podemos afirmar que existe un gran misterio en torno al hombre que fue William Shakespeare y las obras que le fueron, y le son atribuidas. Quienquiera que hubiese sido Shakespeare, estaba embebido de conocimiento esotérico y de los medios alquímicos. Víctor Hugo tenía razón. Toda revisión minuciosa de la obra de Shakespeare nos revela el mismo conocimiento iniciático que aparece también en los muros de las catedrales góticas. Muchos libros han tratado este asunto. Nuevamente, al igual que las catedrales, las obras de Shakespeare parecen transformar a la audiencia, y ello sucede incluso si la mayoría no está familiarizada con los secretos del conocimiento iniciático. Parece que la Gran Obra produce un efecto incluso en las personas que no tienen idea alguna sobre el tema. Los artistas que lograron cumplir con la Gran Obra son los que continúan vivos en nosotros hoy en día: Shakespeare, Da Vinci y muchos otros. Tanto Shakespeare como las catedrales góticas tienen esa capacidad de atraer a las diferentes capas de la sociedad y la cultura. Ambos generan una pequeña transformación en el interior del corazón y la mente humana. Esa transformación nos hace comprender a todos que podemos hacer cosas grandiosas y hermosas, que somos más que simples animales. Ciertamente, esta escuela iniciática pareciera indicar que la transformación del espíritu humano de lo barbárico a lo angélico puede llegar únicamente a través de las grandes obras de arte.



Hace un tiempo comencé a considerar esta idea de la Gran Obra. Aunque la Gran Obra ha sido expresada en piedra y posteriormente en la literatura ¿Cómo podría expresarse hoy en día? Sin duda alguna el tapiz de la comunicación humana ha cambiado radicalmente. Al igual que una vez se basó en los simbolismos – y más adelante se transformó en la palabra escrita – ese modelo literario ha cambiado al cine, a la televisión y a los ordenadores. De estas tres formas nuevas de comunicación, el cine ha sido el más obvio para atraer a alguien que desee crear una versión moderna de la Gran Obra. Pero cuando observé el panorama de la historia del cine, no logré descubrir la Gran Obra en el cine. Al menos, no al principio.



Comencé a mirar muchos clásicos para ver si el director o el escritor trataban de trasmitirnos el secreto de la transformación humana. Muchas películas y productores de cine se aproximaron, en ocasiones, a explicar los aspectos menores de la Gran Obra, pero finalmente todos fallaron. Por supuesto, las obras de Orson Welles fueron las más intrigantes. Pero en conclusión, incluso éstas fracasaron en lograr la grandiosidad que yo buscaba.



¿Acaso era posible que la Gran Obra nunca se hubiese trasmitido por medio del cine? ¿Acaso el cine era un medio demasiado profano para atraer a alguien del calibre adecuado en mente y espíritu? Si llegara a considerarse, exigiría casi un esfuerzo supra-humano contar con talentos tan dispares en un solo productor/director. Se necesitaría que esa persona conociera y comprendiera los conocimientos de la alquimia, la astronomía, la antropología y la verdadera historia de la raza humana. Además de contar con una curiosidad insaciable, debería comprender la naturaleza real de la condición humana y nuestro lugar en el universo. Ese conocimiento debería estar unido a las habilidades de producir/dirigir películas y la perspicacia necesaria para sacar adelante el proyecto. Comencé a comprender que quizá, en este punto, mi búsqueda de la Gran Obra en el cine era posiblemente vana.

Esta es la primera vez que aparece el monolito negro en la película. Cuando uno analiza toda la película se vuelve aparente que esta es realmente la historia del monolito negro. En realidad, Kubrick recorta mágicamente toda la historia de la humanidad en la famosa toma en la cual el hueso se transforma en una nave espacial. En este corte, Kubrick prescinde de todo lo que ha sucedido con la raza humana y va directamente al siguiente encuentro humano con el monolito. La primera vez que esta piedra negra aparece en la película, se revela en un estilo muy religioso y espiritual. Esta piedra, este monolito, ha invadido la realidad de los hombres-simios y ésta cambiará para siempre a partir del encuentro. El monolito representa un punto de cambio en la historia del hombre. Interviene directamente en nuestra historia. Nos dirige hacia una senda que ha elegido. Kubrick nos muestra que no tenemos mucho que ver en estas grandes decisiones. Se toman en alguna otra parte. Alguien las está tomando. ¿Pero quién? ¿Es Dios? ¿Los alienígenas? ¿Un falso dios? Y esas intervenciones no son necesariamente majestuosas, nobles y maravillosas. Kubrick claramente muestra que esa intervención representa un descenso, en cierta forma, tanto del simio como del hombre.

El siguiente episodio después que aparece el monolito, es la famosa escena en la cual el hombre-simio líder está sentado frente a una pila de huesos de animales y comprende – otra vez claramente definido por Kubrick como una intervención en la mente del hombre-simio por parte del monolito – que el hueso se puede utilizar como un arma. Con la música del tema ‘La Incógnita del Mundo’ de Strauss en ‘Así habló Zaratustra’ el hombre-simio comprende repentinamente que puede matar animales si utiliza el hueso como garrote. La siguiente escena nos muestra que los hombres-simios ya no hurgan buscando semillas y hojas, sino que comen carne cruda, presumiblemente de un animal que acaban de matar con su garrote. Kubrick muestra claramente esta acción de tal manera que hace que la carne parezca extremadamente repulsiva.

Finalmente, concluye la primera secuencia con otra confrontación entre las dos tribus de simios frente al pozo de agua. Esta vez, sin embargo, el líder de los hombres-simios tiene en sus manos un garrote. La otra tribu comienza con sus gritos y gestos rituales para mostrar que pueden dominar el pozo de agua. El líder de la otra tribu se acerca corriendo. Le grita al hombre-simio que sostiene en sus manos el garrote. El líder de la tribu con garrotes toma con ambas manos el ‘mango’ de su arma y golpea al otro simio en la cabeza, matándolo instantáneamente. El líder de los rivales cae al piso inerte. Esto inhibe y asusta a los hombres-simios de la tribu rival y huyen. Kubrick muestra a continuación a los otros hombres-simios de la tribu que se acercan y con sus armas de hueso golpean el cuerpo del rival muerto. Kubrick no se queda en la escena. Quiere que ustedes sepan que este primer asesinato es un acto de cobardía. Muestra a los humildes hombres-simios golpeando con sus huesos el cuerpo muerto y actuando como si hubiesen logrado algo increíble con este acto de matanza.

El líder de los hombres-simios, el primer asesino, aúlla victoriosamente y lanza su hueso al aire. En este punto es cuando Kubrick transforma mágicamente el hueso en una nave espacial y rechaza toda la historia humana en 1/24 de segundo. En su audacia, Kubrick nos dice que toda la historia carece de sentido. Prescinde de toda la civilización como si fuese insignificante. Y, en cierta forma, de eso se trata. Nos dice que el encuentro de los hombres-simios con el monolito, sea lo que sea que suceda en esta película, es ampliamente más importante que todas las guerras, hambrunas, nacimientos, matrimonios, muertes, desastres, descubrimientos y arte de los últimos 4 millones de años.



Antes de continuar con el resto de la película es importante detenernos y enfocarnos en el monolito. Es el aspecto más importante de la película. Unifica todos los elementos de la trama y es, en cierta forma, el autor de la película. Es interesante y sumamente pertinente con el argumento que presento aquí, que comprendamos el significado de la palabra ‘monolito’. ‘Monolito’ proviene del griego ‘mon’ y ‘lith’. ‘Mon’ significa uno y ‘lith’ significa ‘piedra’. De manera que ‘monolito’ hace referencia directa a la ‘piedra única’. Así, esta película trata de la piedra única, o la piedra individual. Y en este caso, Kubrick se aseguró que la piedra fuese negra.

En la alquimia, todas las cosas que existen provienen de la piedra negra, o ‘materia prima’. La piedra negra es la piedra de la transformación, y más importante aún para este argumento es la piedra de proyección. Es la Piedra Filosofal. Es el objeto que puede cambiar o trasmutar a la humanidad de acuerdo con la tradición alquímica. Es rara y, cuando hace su aparición, transforma al buscador. Existen pocas dudas de que el monolito negro de ‘2001’ representa a la Piedra Filosofal.

¿Qué nos promete la Piedra Filosofal? Los dos regalos más importantes de la piedra son la gnosis total o conocimiento para el buscador y el otro es la inmortalidad del alma. ¿Acaso el monolito cumple con estas dos grandes promesas? Comprobaremos que completa ambas promesas antes de que concluya la película. En realidad las dos promesas de la Piedra Filosofal son las que logra el monolito en el transcurso de la película. Tampoco existen grandes dudas respecto a que Kubrick sabía esto todo el tiempo y de ninguna manera es accidental. Es una película sobre la piedra negra, la materia prima, y el poder de proyección. Demostraré que Kubrick nos está diciendo en realidad que el monolito es la película y en consecuencia, la película es el monolito, pero eso vendrá más adelante.

La siguiente parte de la película, el Segundo capítulo, cambia de tono completamente desde el comienzo. Ahora nos encontramos en una visión tecnocrática y utópica del futuro. En un principio, parece que Stanley celebra de hecho la tecnología. Con la melodía del Danubio Azul de Strauss, Kubrick nos lleva a volar en una estación espacial circular, giratoria, en una Nave Espacial futurista de Pan-American.

Dentro de la nave espacial hay un solo pasajero. Es un hombre llamado Heywood Floyd. Él, y todos los demás en las escenas de esta celebración tecnológica, carecen totalmente de vida y emociones. Muchos críticos de Stanley Kubrick dicen que era un hombre que aparentemente carecía de emociones. Estos críticos afirman también que le costaba trabajo lograr que los actores demostraran adecuadamente sus emociones en la película. Básicamente, estoy en desacuerdo con su punto de vista. Tanto en ‘Paths of Glory’ (Senderos de Gloria) como en ‘Spartacus’ (Espartaco), Kubrick revela que es capaz de mostrar un amplio espectro de emociones. Sin embargo, Kubrick desea evitarle a la audiencia emociones sentimentales innecesarias, que él considera como superficiales y banales.

En el capítulo dos de ‘2001’ Kubrick muestra a la humanidad en un futuro tecnológico construido por los maestros del Complejo Industrial Militar. De sus otras películas, especialmente ‘Dr. Strangelove or how I learned to stop worrying and love the bomb’ (Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba) es obvio que Kubrick no guarda amor o respeto por estos maestros. Nos muestra que esa humanidad, marcada por la tecnología, la televisión y la desaparición de la naturaleza, también se encuentra ahora a punto de eliminar sus emociones o sentimientos. La humanidad se ha convertido en las máquinas que la rodean. Nuevamente Kubrick le juega una broma monstruosa a la audiencia. Ahora nos muestra el futuro que imaginan aquellos tecnócratas locos que destruyeron todo el mundo en su película anterior Dr. Insólito. Al principio, a medida que se desarrolla el capítulo con sus panoramas de las bases de la luna y estaciones espaciales, comenzamos a creer que Stanley nos muestra este mundo para prepararnos para la pesadilla ulterior que resulta con HAL, el computador.

En este Segundo capítulo, Kubrick le presenta al espectador los teléfonos visuales, alimentos plásticos y entornos asépticos. Todo aparece totalmente carente de naturaleza. En realidad, tan pronto el hombre-simio lanzó su hueso al aire, al final del primer capítulo, el espectador no vuelve a ver la naturaleza. Ningún animal o planta adornan la pantalla durante las dos horas siguientes.

Después de aterrizar finalmente en la luna y de reunirse con algunos rusos, Floyd presenta una extraña disertación explicándole a un grupo de militares y científicos burócratas la razón por la cual deben guardar un secreto total sobre lo que descubrieron. Pareciera que los norteamericanos descubrieron algo que tiene un significado inmenso. Noticias tan importantes como ésta, dice, pueden causar problemas sicológicos severos en los buenos ciudadanos de la Tierra. Le explica al grupo de científicos y militares que los humanos de la Tierra deberán ser ‘acondicionados’ para aceptar lo que ellos encontraron. Floyd, de manera insulsa, explica porqué es tan importante preparar una historia encubierta. Una historia que indica que ha habido un brote epidémico en la base lunar norteamericana. Kubrick revela, en esta escena, el desdén que muestran los maestros del complejo de la Industria Militar hacia nosotros. La verdad de algo sorprendente se debe ocultar hasta que hayamos recibido el condicionamiento necesario. Esto se logra con gran maestría por parte de Kubrick al punto que las implicaciones nunca son consideradas por el espectador. El Pentágono, NASA u otras personas, ocultan el hecho más sorprendente de todos al resto de la raza humana. Y todos en la pantalla asientan con la cabeza en aprobación sin considerar la magnitud de sus actos.

Pero ¿Qué es lo que han descubierto los norteamericanos? Descubrimos el secreto en la siguiente secuencia, que también es la última parte del capítulo dos. En una serie de escenas que resplandecen con débil luz en la memoria del espectador, Kubrick nos lleva a un paseo por la luna en un bus espacial. Está oscuro, pero el horizonte muestra la luz del sol que comienza a asomar. Incluso en este punto, los protagonistas carecen de alma y vida. No se evidencia el humor puesto que el sentido de humor de la humanidad aparentemente se ha borrado y no existe. Nuevamente, los hombres comen alimentos repugnantes a medida que discuten en forma insulsa lo que es aparentemente el descubrimiento más importante de toda la historia de la humanidad. Los misterios se aclaran levemente en la escena. Aparentemente, un sencillo escaneo magnético de la luna, llevado a cabo por norteamericanos, ha revelado que algo estaba emitiendo una señal anómala a tan solo 5 metros debajo de la superficie de la luna. Los norteamericanos, que descubrieron la señal, hicieron la excavación. Descubrieron que es un monolito negro enterrado bajo la superficie de la luna y que emite esas frecuencias. Cuando finalmente se muestra, descubrimos que es exactamente igual al primer monolito que los hombres-simios encontraron en el capítulo uno. ¿Quién lo enterró y por qué? Nuevamente Kubrick deja las preguntas sin respuesta. Nuevamente, los hombres involucrados en el descubrimiento – básicamente el mayor descubrimiento en la historia de la tierra – actúan en forma totalmente banal. Comienzan a tomarse fotografías frente a la extraña y negra loza de piedra. La escena de la luna se oculta en la oscuridad de la noche. Sin embargo, ahora asoma el sol en el horizonte. Su luz toca el monumento negro por primera vez desde que había sido enterrado, presumiblemente 4 millones de años atrás. A medida que la luz toca el monumento, éste comienza a emitir un sonido que penetra los oídos de los hombres.

Es interesante que Kubrick haya mostrado a la Tierra ocultándose frente a la salida del sol. Es sutil, pero lo que se está presentando es un eclipse lunar en el preciso instante en que el monumento comienza a emitir la señal.

Kubrick deja que el espectador decida porqué estaba enterrado el monumento en ese lugar. Se puede apostar con seguridad que ha sido colocado allí por alguien del pasado, con la esperanza que cuando la humanidad hubiese evolucionado hacia una alta tecnología, sería capaz de visitar a su vecina cercana, la luna. Una vez en la luna, llevarían a cabo una prueba magnética y descubrirían el monolito. También podemos apostar con seguridad que las mismas fuerzas que generaron el primer encuentro entre esto y los hombres-simios, fueron los que colocaron el monolito allí.

Ahora la película presenta otro cambio drástico. Nos encontramos en el tercer capítulo. Su título: La Misión del Discovery a Júpiter – 18 meses después. Tres de los cuatro capítulos concluyen con la influencia de esta misteriosa piedra como punto de reorientación. No solamente para el guión, sino también para toda la raza humana. Esta tercera parte de la película es la más extensa de los cuatro capítulos. También es aquella que está más involucrada en contar la historia al estilo favorito de Hollywood. Es la Misión del Discovery a Júpiter.

Inexplicablemente, nos encontramos en esta nave con dos astronautas vivos, y otros tres, que están en hibernación. Los astronautas Poole y Bowman tienen menos vida y alma que las personas de la escena anterior. Sigue la ausencia de naturaleza. No hay plantas, ni animales, tan solo astronautas banales que cumplen con sus labores de servicio en la nave, jugando ajedrez y boxeo imaginario.

Pero a bordo de la nave hay alguien más. Este personaje parece que tiene un alma, o al menos está comenzando a conformar una. Él es, por supuesto, el computador a bordo que dirige toda la nave – HAL. A medida que la humanidad fue adquiriendo más y más tecnología, fue perdiendo su alma gradualmente. Aquí, en esta solitaria nave, en la frontera exterior de la experiencia humana, los ocupantes parecen haber perdido totalmente sus almas. Por el contrario, la máquina que construyeron, y a la cual permiten que maneje todas sus vidas, ha comenzado a despertar a la consciencia. Está comenzando a cuestionar las razones de su existencia y la misión, algo que ninguno de los dos astronautas hace jamás. HAL, el computador, comienza lentamente a desarrollar un tipo de alma. Este es otro de esos deliciosos retrocesos de Stanley Kubrick. A medida que algo comienza a morir – encuentra vida en alguna otra parte – en ocasiones en las circunstancias más irónicas. El alma del hombre, si se permite que continúe en el presente curso, eventualmente se apagará, y las máquinas lo harán. Al igual que los hombres-simios se hubiesen extinguido si continuaban en el mismo curso. Este tema se repite en otra película con influencia de Kubrick: Inteligencia Artificial de Steven Spielberg.

En ‘2001’ Kubrick nos deja con la tentadora posibilidad de que las máquinas eventualmente adquirirán un alma, pero la película especifica claramente al final que el tiempo para ello ha concluido.

HAL está confundido misteriosamente. Algo relacionado con el secreto de la misión lo preocupa. Más adelante se revela que HAL es el único a bordo que conoce conscientemente la verdadera misión del Discovery. Nuevamente Kubrick nos sorprende al mostrarnos que los dos astronautas ni siquiera piensan o cuestionan lo que están haciendo. El único a bordo que parece preocuparse, HAL, es el único que comprende que algo extraño está sucediendo.

Una de las mejores escenas de esta secuencia es aquella en la cual los padres de Poole le envían un videograma a la nave en el cual cantan el ‘Feliz Cumpleaños’. Los padres parecen auténticos y sinceros en el videograma. ¿Cómo reacciona Poole a este breve derroche de emoción? Instruye a HAL para que acomode su almohada un poco mejor y se vuelve a quedar dormido.

Al final, HAL se rebela contra sus maestros humanos y comienza a matar a los astronautas uno por uno. Repentinamente, la hermosa danza de las máquinas con la música de Strauss ha sufrido un cambio. Ahora la máquina lee los labios de los astronautas fingiendo problemas técnicos y mata a todos los que están a bordo, exceptuando a Bowman.

Toda la secuencia del Discovery termina con el asesinato de HAL por parte de Bowman. Uno por uno, los circuitos de HAL se van apagando hasta que queda reducido a una versión balbuceante e infantil de la canción ‘A Bicycle Built for Two’ (Una bicicleta para dos). Tan solo con la muerte de HAL se revela la verdadera razón de la misión del Discovery a Júpiter. Cuando HAL muere, repentinamente aparece un parpadeante video de Heywood Floyd en la televisión cercana. La cinta fue preparada para que todos los astronautas la vieran al despertar de su hibernación. Ahora que todos los tripulantes fueron asesinados por HAL, Bowman es quien escucha el mensaje final. Floyd le cuenta a Bowman que un monolito misterioso fue descubierto en la superficie de la luna. Este monolito emitía una señal que estaba orientada hacia el planeta Júpiter. La verdadera misión del Discovery era descubrir la razón por la cual el monolito enterrado por alguna fuerza externa estaba enviando una señal hacia el planeta Júpiter.

Antes de pasar a la secuencia final de la película es necesario detenernos por un instante y explicar hacia dónde se dirige Kubrick con todo esto y porqué. Es extremadamente importante saber que nada se desperdicia. Todo ha sido concienzudamente planeado hasta el cuadro final. Él trata de decirnos algo en esta extraña asociación de imágenes de la historia y del futuro. En la primera secuencia nos encontramos con ese grupo de hombres-simios. Son amables vegetarianos que se ven transformados por el monolito, la piedra negra única, en usuarios de una herramienta que conquista y mata. Kubrick, sin lugar a dudas, desea que comprendamos que estas decisiones se hacen en otra parte. También quiere que sepamos que el monolito representa a estas fuerzas. Superficialmente, nos está diciendo que el monolito no es un guía grande y compasivo porque fue la causa de la primera matanza. Sin embargo, en un nivel más profundo, también nos dice que el regalo de la piedra es un evento espiritual muy grande y evolutivo. Kubrick no nos va a permitir marcharnos con una visión de la historia en blanco y negro. Nos está diciendo que existe una extraña yuxtaposición que se está presentando. Tenemos la intervención externa que nos permite aclarar la visión limitada de la realidad que hemos sostenido anteriormente. Pero esa aclaración también incrementa nuestra capacidad de violencia y control. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible que un gran salto espiritual y evolutivo sea también la causa de muerte y violencia? ¿Acaso esto no es diametralmente opuesto? Kubrick afirma que no. Debemos caminar tomados de la mano. Las grandes transformaciones no pueden suceder sin violencia, muerte e incluso desastre total. La raza humana debe ir al infierno antes de comenzar a comprender siquiera la fuerza de los dioses. Y de esa forma, nuestro ingreso en una realidad más amplia, inspirada por el monolito y realizada por medio de la fabricación de armas, transforma inmediatamente al simio-hombre con un hueso en un hombre del espacio con una nave. La estación espacial que gira y es circular y que aparece en la secuencia inmediatamente a continuación del primer capítulo es una celebración del gran regalo del monolito. Aparentemente, de acuerdo con Kubrick, no ha habido encuentros posteriores con el monolito en los cuatro millones de años transcurridos. Toda la tecnología que honra la película es el resultado directo del encuentro fatal que sucedió hace mucho tiempo. Ese hueso, sostenido por la mano de un simio-hombre primitivo, se convirtió en la estación espacial. Y debido a ese hecho, el simio-hombre perdió sus emociones y espíritu. De alguna manera, Kubrick nos dice que ambos deben ir tomados de la mano para que suceda la iniciación final. Kubrick sabe que las iniciaciones no son eventos claros y amorosos. Las iniciaciones son increíblemente difíciles y peligrosas. Con frecuencia alguien es lastimado – o peor aún – fallece.

Y así el juego del monolito ha quedado saldado hasta cierto punto. Intervino en nuestra historia para enseñarnos sobre las herramientas. Ahora, al final de la era, al final del milenio, la humanidad ha logrado mucho. ¿Pero, a qué costo? Kubrick se contenta con mostrar que el costo de este regalo es nuestra alma. Lo que hayamos logrado con la fabricación de las herramientas, lo hemos perdido igualmente por medio de la lenta muerte de nuestras almas. A medida que reemplazamos la naturaleza con tecnología, también reemplazamos nuestras almas y nuestro sentido de individualidad con una mentalidad del tipo colmena.

También es importante notar que cuando el simio-hombre lanza el hueso hacia arriba, al cielo, es la última vez que vemos algo de naturaleza en la película. A partir de ese momento, Kubrick nos muestra un futuro aséptico, del tipo hospitalario, implicando que este es el final del camino que el hueso-arma inició cuatro millones de años atrás.

El capítulo cuatro comienza con la música siniestra y psicodélica de Gyorgy Ligeti: ‘Atmósferas’. Nos encontramos en el espacio profundo. De nuevo, se prescinde de toda la experiencia difícil del astronauta Bowman, y lo que debe haber vivido, todo a solas, en las profundidades del espacio, después de la muerte de Poole y de los otros tres astronautas, como algo carente de importancia.

Ahora, Bowman es Odiseo, como lo demuestra el título. Al igual que Odiseo, Bowman debe alejarse del hogar hasta donde sea posible. Debe enfrentarse con monstruos y demonios y experimentar cosas que no comprende. Todo esto debe cumplirse antes de regresar al hogar. La Tierra, o el hogar, se encuentran muy lejos en este momento. Al igual que Odiseo, Bowman se verá transformado por este viaje, más allá de lo reconocible. Cuando, y en caso que regrese Bowman, será el más sabio de todos, porque fue el que tuvo el valor suficiente como para entrar en las aguas de la eternidad y regresar al hogar para hablarnos de ello.

A medida que Bowman abandona el Discovery por última vez, Kubrick corta directamente a un montaje de escenas del monolito. Estamos fuera en los límites del sistema de Júpiter, el Discovery es un pequeño y diminuto aspecto de aquello que podemos ver en la pantalla. Las lunas de Júpiter, al igual que la luna y el sol anteriormente, están alineadas en una forma mística y sorprendente. La danza que se presenta es majestuosa, un ballet increíble entre el monolito y los cuerpos celestes del sistema de Júpiter.

Es interesante notar que Kubrick había planeado originalmente que el planeta de la película fuese Saturno, pero el departamento de efectos especiales no logró que los anillos parecieran lo suficientemente reales. Entonces, Kubrick abandonó Saturno a cambio de la creación más sencilla de Júpiter.

Sin que se pronuncie palabra alguna durante el resto de la película, Bowman abandona el Discovery. Comienza a viajar hacia el monolito flotante en uno de los vehículos espaciales. Bowman es el hombre que ha viajado más lejos de la Tierra, más que cualquier humano que hubiese vivido alguna vez. Está solo. Aparentemente, Bowman fue elegido por el monolito para que experimentase la iniciación final de la raza humana.

La danza de los cuerpos celestes y el monolito continúa en la pantalla por un tiempo. Kubrick conscientemente ha elegido la música de Ligeti porque evoca una sensación religiosa o espiritual en el oyente. Él yuxtapone brillantemente la música con las alineaciones geométricas sagradas del monolito cuando cruza las lunas de Júpiter. En ese instante comienza la secuencia del ‘espectáculo de luces’. Ahora comprendemos que el monolito es el portal que permite que Bowman sea testigo de lo infinito. Es el primer hombre que ha llegado a experimentar la verdad del monolito y lo que tiene para ofrecer. Como el monolito le otorgó al simio-hombre nuevas habilidades para que las adaptase, es posible asumir que el monolito continúa interesado en entregar más habilidades a este simio avanzado.

Primero, Bowman cae por un abismo de geometrías y colores. El universo desfila a su lado a la velocidad de la luz. Todo se ha vuelto poroso y que funde. Siete octaedros – todos cambiando de color y forma – aparecen sobre el universo deslizante. El centro de una galaxia distante explota. Una creatura con apariencia de célula de esperma busca algo. ¿Un ovario? Un embrión que se asemeja a una nube comienza a tomar la forma de un niño. Ahora pasan volando mundos alienígenas, con todos sus colores y tonalidades enloquecidas. Bowman está experimentando una sobrecarga y pareciera que va a ser incapaz de manejar la cantidad de información que está recibiendo.

Es la iniciación de la humanidad. Bowman es nuestro representante en el proceso. Es el primer hombre que ha logrado pasar. En la experiencia de atravesar el monolito, o la piedra única, Bowman es transformado chamánicamente por una experiencia psicodélica completa. El monolito le transfiere a Bowman información verdadera. Y esta información es experimental y chamánica.

Finalmente concluye la escena en una extraña habitación de hotel. Es el final misterioso que le costó tanto filmar a Stanley. El decorado es una combinación de habitación perteneciente tanto al modernismo como al estilo barroco francés con sorprendente y moderna iluminación que surge a través del piso. Esta no es una habitación de hotel normal. La luz parece resplandecer desde el fondo de la escena haciendo que todo presente una calidad sobrenatural e incandescente. Suenan voces extrañas en el fondo que se burlan de Bowman.

Bowman atraviesa tres series de transformaciones durante la escena y va envejeciendo con cada transformación. Finalmente, justo después de que Bowman rompe la copa de vino, aparece nuevamente el monolito por última vez. Bowman ahora está en cama y se ve extremadamente envejecido. Levanta su mano y señala el monolito de piedra como si comprendiese finalmente. Lentamente su envejecido cuerpo comienza a transformarse en una brillante y gloriosa luz. La luz es tan intensa que, por un breve instante, el espectador no puede ver lo que está sucediendo en la cama. Pero momentáneamente, algo aparece. Es un embrión con un feto a punto de nacer dentro del mismo. Es el famoso Niño de las Estrellas. El Niño de las Estrellas lentamente va ganando enfoque. En la siguiente escena, Kubrick ubica su cámara dentro del cuerpo del monolito, partiendo desde la cama. Nos muestra claramente que el Niño de las Estrellas ha ingresado y pasado a través del monolito. En la siguiente escena – que es la última de la película – el Niño de las Estrellas pasa la luna y se dirige hacia la Tierra.

En un guión anterior, Kubrick y Clarke hacían que el Niño de las Estrellas encendiera todas las armas nucleares que se encontraban en órbita alrededor de la Tierra, y en consecuencia, anulando toda amenaza de una guerra nuclear. Kubrick comprendió que este final se acercaba demasiado al final de su película previa del Dr. Insólito y decidió excluirla. En su lugar, el Niño de las Estrellas mira hacia la tierra como en el tema ‘La Incógnita del Mundo’ de Así Habló Zaratustra que surge en la banda de sonido. Es la tercera vez que escuchamos ese tema y también será la última. En el libro, basado en la película de Kubrick y Clarke, el Niño de las Estrellas mira hacia la Tierra frente a él y piensa: ‘habrá mucho trabajo que hacer.’

Es importante notar que el modelo del Niño de las Estrellas se asemejaba a Keir Dullea, el actor que representó a Bowman. Kubrick dice que este niño es la reencarnación de Bowman. Ese concepto es sumamente extraño si tenemos en cuenta que proviene de un reconocido ateo.

Finalmente ¿de qué trata todo esto?

La piedra representa el gran impulso de la raza humana. Con cada giro, vuelve y salva a la raza humana de sí misma. La primera vez que aparece salva a los simios-hombres de una extinción segura. La segunda vez que aparece, salva a la raza humana del dominio técnico de la era actual. Sin la intervención del monolito el curso que tenía hubiera conducido también a una extinción segura. La tercera vez que aparece, inicia a Bowman en un tipo de consciencia cósmica. Bowman ha ido hasta el fin del universo y regresado. Sabe que está encerrado en una prisión que él mismo diseñó, que es el significado de las últimas escenas en la habitación que se asemeja a un hotel. Pero Bowman comprende que está completamente atrapado, lo cual Kubrick logra simbólicamente cuando rompe la copa de vino. Incluso después de todo lo que ha pasado Bowman, éste sigue cometiendo errores. La copa de vino es como un enigma zen que ilumina la mente como un destello. Su propia falibilidad abre la escena hacia el clímax cuando el anciano fallece en la cama y ve el monolito por última vez.

Se ha completado la Gran Obra de la piedra. Ahora existe un hombre, un humano, que comprende el universo mayor. Este hombre comprende también que está atrapado en una cárcel que su propia consciencia ha diseñado. Con la comprensión de su propia falibilidad y su espíritu atrapado, finalmente se libera del reino de la prisión del hotel, o del mundo de la ilusión. En ese instante comprende lo que trata de decirle el libro de piedra. Levanta su mano en un gesto de comprensión y en ese instante se ve transformado – sin morir – en el Niño de las Estrellas.

La piedra le ha dado a Bowman los dones que la Piedra Filosofal siempre prometió. Bowman ha alcanzado la gnosis total o el conocimiento y ahora se ha convertido en inmortal al dejar atrás la muerte física y renacer. En ese momento, atravesó el monolito por última vez. La Tierra está ahora frente a él y va a renacer en el planeta. Bowman será un nuevo humano, tan diferente del Homo Sapiens como el Homo Sapiens lo ha sido del simio-hombre que levantó ese hueso hace mucho tiempo. El tema de Nietzsche que cubre del simio al hombre y al superhombre, en sus ensayos de ‘Así Habló Zaratustra’, es reflejado perfectamente en la música de Strauss y la película de Kubrick. Kubrick ha evocado la evolución espiritual y física de nuestra raza en su trasformación causada por esa piedra negra mágica.

Kubrick utiliza las alegorías alquímicas a lo largo de la película. Las analogías obvias están representadas por las alineaciones celestes que anteceden cada trasmutación alquímica de la película. La segunda alegoría más importante es que se trata de una piedra negra que inicia las trasmutaciones. Nuevamente, esto refleja la tradición alquímica sobre la piedra negra que causa la trasmutación del alquimista.

Pero existen otras claves que son igualmente interesantes. Bowman es también el nombre de la constelación de Sagitario, que está representada por un hombre y un arco. Esto en sí mismo puede carecer de interés pero uno de los grandes secretos alquímicos está relacionado con la posición del centro de la galaxia. Este punto en el cielo aparece justo al lado de la constelación de Sagitario. De hecho, el Bow (arco) – Man (hombre) de Sagitario está disparando su flecha directamente al corazón de la galaxia de la Vía Láctea. Bowman representa la flecha de Sagitario a medida que pasa a través del centro de la galaxia. Esto se refleja más adelante en la secuencia ‘más allá del Infinito’ en la cual Bowman es testigo de la explosión de una galaxia.

También la cantidad de ‘tres’ que aparecen en la película tienen un gran significado alquímico. En alquimia, el proceso para desarrollar el alma, que es muy importante para completar la Gran Obra, es el proceso en etapas. Estos procesos están llenos de misterios profundos. La mejor descripción de este proceso es que se parece a un caduceo, con sus dos serpientes en espiral a cada lado del cetro. Esto también está representado por la Cábala, o el Árbol de la Vida. El Árbol de la Vida consta de tres columnas principales. Para pasar de un reino o aspecto a otro de la Cábala uno debe usar una de estas tres columnas centrales o procesos. Si se suman los números de 2001 ( 2 + 0 + 0 + 1 ) éstos suma tres. El título después de 2001 consta de tres palabras. Se presenta un eclipse de tres cuerpos celestes al comienzo de la película. Existen tres eclipses en la película. Hay tres entidades conscientes a bordo de la nave Discovery y tres entidades inconscientes, los hombres que hibernan. Bowman pasa por tres etapas de transformación en su vida al final de la película. En World Riddle también aparece tres veces.

Sumamente interesante es el uso de la Cábala en la película. Como se menciona previamente, existen cuatro grandes esferas en el Árbol de la Vida. Kubrick refleja estas esferas en cada uno de los cuatro capítulos de 2001. El primero es la esfera terrenal, representada por Malkuth, que es la séfira localizada en la base del Árbol de la Vida. Es la esfera del reino o de la humanidad. La segunda esfera es la de la Luna, o de la séfira Yesod. La tercera esfera es la del sol, o de la séfira denominada Tiphereth, y la esfera final del Árbol de la Vida es la del ser supremo o consciencia, representada por la séfira llamada Kether.

Al igual que las grandes obras alquímicas, la película 2001 aparece desglosada en cuatro capítulos. El primero, la secuencia del hombre-simio, es el único episodio que sucede en la Tierra. Esto representaría la esfera de la Tierra o Malkuth, de acuerdo con la Cábala. El segundo capítulo se presenta fuera de la Tierra, con Heywood Floyd viajando a la luna. Finalmente culmina en la superficie de la luna. Este capítulo representa a Yesod en el Arbol de la Vida, o la esfera de la Luna. El tercer capítulo que corresponde a la misión a Júpiter, es un poco más complicado. Para comprender el significado cabalístico de esta secuencia es importante entender que en el guión original de Arthur C. Clarke y Kubrick, la nave Discovery se dirigía hacia el planeta Saturno y no a Júpiter. Como se indica previamente, Kubrick se vio obligado a cambiar a Júpiter porque era muy difícil representar los anillos de Saturno. Esto es muy importante porque en la Cábala, uno puede intercambiar lugares entre el Sol o Tiphereth y Saturno. En otras palabras Saturno se puede utilizar como representación simbólica del Sol. ¿Es una coincidencia que este capítulo, que originalmente representaba un viaje a Saturno, trate también del tercer reino de la Cábala: Tiphereth? Cuando uno considera que este intercambio es permitido en las reglas de la Cábala, la secuencia viene a representar la tercera esfera del Árbol de la Vida.

La cuarta y última secuencia en la película representa el viaje hacia el infinito. En este capítulo Bowman experimenta un universo mucho más vasto e increíble de lo que cualquier mortal pudiese llegar a concebir. En la última esfera de la Cábala el buscador puede nadar en el océano de la mente de Dios – que aparece representada por la séfira denominada Kether. Este estado de consciencia es similar al estado de Samadi de la tradición yoga. Este estado lo pueden lograr muy pocas personas. En el caso de esta película, la esfera final del Árbol de la Vida únicamente puede ser alcanzada por un hombre. Y únicamente es posible de lograr con la ayuda del monolito, o la piedra. Bowman – el que llegó más lejos y la persona más solitaria del universo – representa ese hombre. Es interesante que en el Árbol de la Vida exista un abismo entre Tiphereth y Kether. El iniciado debe cruzar ese abismo antes de completar exitosamente su jornada. Este abismo se denomina Daath en la Cábala. Bowman cruza el abismo durante la famosa secuencia de luz. Los colores y formas de la pantalla se presentan de forma tal que crean la sensación de ‘caída’ en el espectador. Kubrick lleva al espectador a través del abismo de Daath hacia el mundo de Kether donde fracasan todas las ilusiones.

En el Misterio de las Catedrales, Fulcanelli lo puntualiza claramente una vez que comprendemos la clave, y es que la cuarta esfera del Árbol de la Vida aparece representada físicamente por el centro de nuestra galaxia, que es la Vía Láctea. En consecuencia, las cuatro esferas son la Tierra, la Luna, el Sol y la Galaxia. En la secuencia del abismo de la película, Kubrick muestra una galaxia en forma muy consciente. Ésta se expande y crece al igual que un organismo. Kubrick condujo al espectador de la película a través de las cuatro esferas del Árbol de la Vida, evocándolo brillantemente con el patrón adecuado y con suficiente conocimiento intrincado de la Cábala, para proporcionarle a uno una larga pausa para reflexionar. Ciertamente parece que alguien era consciente de la Cábala en la preparación de esta película. Y que ese alguien era Stanley Kubrick.

Al final, Kubrick afirma que Bowman ha sido el chamán líder de la humanidad. Atravesó las cuatro esferas y ahora conoce la verdad de la existencia. Comprende que la vida no tendría significado alguno si no fuese por la intervención del monolito o de la piedra. Comprende que por sí mismo no hubiese podido transformarse sin la asistencia de una inteligencia externa – un Dios – si se desea. Este director de películas, supuestamente ateo, ha creado la mejor película religiosa. Kubrick toma esa religión con mucha seriedad y lo expresa en todas las formas.

Simultáneamente, Kubrick ha conducido al espectador a través de la historia de la humanidad, a través de las esferas del Árbol de la Vida o la Cábala, ha mostrado que la trasmutación de la especie humana ha sido creada por medio de la intervención de una piedra negra única y ha revelado que esa transformación solamente se presenta cuando suceden determinadas alineaciones celestes y mágicas. Además, lleva al espectador a un viaje chamánico que le revela los grandes secretos – en forma secreta – al observador.

Kubrick transformó toda la generación de los ‘baby boomers’. Presentó perspectivas para sus mentes que nunca antes se habían visto. Además, le ofreció un contexto espiritual importante a sus visiones de manera que tuvieran sentido en vez de crear alucinaciones y visiones carentes de sentido que no conducían a parte alguna. Casi todo el mundo percibió que la película trasmitía algo de suma importancia.

Finalmente, llegamos al truco máximo de Kubrick. Él prueba que sabe exactamente lo que hace con ese truco. Su secreto se presenta con claridad. También prueba con ese truco que todo lo que se afirma en este ensayo es exacto. Primero, uno debe recordar que cada vez que aparece el monolito, la piedra mágica de la película, también se presenta una alineación celeste extraña y hermosa. También debemos recordar que toda alineación celeste de la película es seguida por la visita del monolito, exceptuando una vez, que sería el eclipse lunar que aparece al comienzo de la película. Así, surge la pregunta, si nos atenemos a las reglas que se presentan en el resto de la película, ¿dónde está el monolito que se supone sigue a esa primera alineación? El monolito en sí no se presenta en la pantalla hasta diez minutos después de la primera alineación celeste, ¿qué significa esto? ¿Acaso Kubrick nos muestra tan solo sus increíbles efectos? ¿Esta primera alineación celeste tiene el único propósito de impresionar al espectador desde el comienzo? Esto bien podría ser verdad, pero el truco máximo de Kubrick aparece imbuido en la idea de que el monolito debe aparecer después de todas y cada una de las alineaciones mágicas. Nuevamente, el secreto de la película aparece revelado desde el comienzo. Existe un monolito que aparece justamente después de la secuencia de apertura con el eclipse lunar mágico. Pero ¿dónde se encuentra? ¡Está justamente frente a los ojos del espectador! La película es el monolito. Como un secreto que jamás hubiese sido descubierto por persona alguna: el monolito de la película tiene las dimensiones exactas de la pantalla sobre la cual fue proyectada. Completamente oculto ante los críticos y admiradores por igual, hasta hoy, existe el hecho que Kubrick diseñó conscientemente esta película para que fuese el monolito, la piedra que transforma. Al igual que el monolito, la película proyecta imágenes en nuestra mente que nos llevan a considerar posibilidades e ideas más amplias. Al igual que el monolito, la película nos presenta una iniciación, no solamente del actor de la pantalla, sino también de la audiencia que presencia la película. Ese es el mayor truco de Kubrick. Astutamente nos muestra que sabe lo que hace en cada paso del proceso. El monolito y la película son una misma cosa. Esta idea ha sido probada parcialmente por el hecho que Stanley jamás volvió a utilizar esa relación de tamaño en las otras películas que crearía durante el resto de su carrera. Cuidadosamente, decidió crear ‘2001’ como su última película con esta relación de tamaño de pantalla.

El monolito representa también el ‘cubo del espacio’ o el ‘recipiente de la creación’ alquímico. El cubo del espacio es el recipiente que sostiene la realidad. Kubrick trató inicialmente de que el objeto de la película fuese una pirámide tetraédrica. Esto hubiese sido adecuado con lo que trataba de trasmitir porque el tetraedro es el bloque que sustenta la tercera dimensión. También conforma la base de los sólidos platónicos. Pero Kubrick decidió desechar la idea del tetraedro en favor del monolito. Se dice que Kubrick creó el primer dibujo sobre cómo se vería el monolito, incluyendo sus dimensiones. La piedra negra y única se convierte en el recipiente de la creación y, al mismo tiempo, en el cubo alquímico. En cierta forma, es un ladrillo con forma de cubo. ¿Acaso es otro truco de Stanley cuyo apellido es Kubrick (Ladrillo Cúbico – ‘Cubed-Brick’) que refleja el concepto con tanta claridad? Esta piedra negra de la creación es también una de las principales características de la religión islámica, donde un meteorito negro se encuentra cerca de la Kaaba o cubo del espacio, en la ciudad árabe de La Meca. Kubrick ha combinado estas profundas tradiciones y símbolos espirituales y los rediseñó en un monolito, o piedra, que ha sido construida con las mismas dimensiones de la pantalla de la película sobre la cual sería proyectada.

Kubrick revela completamente que comprende la Gran Obra. El monolito representa la Piedra Filosofal, el Libro de la Naturaleza y la Película que inicia. Stanley Kubrick ha creado el Libro de la Naturaleza en la película. Utilizando nitratos de plata pulverizados, que a continuación se adhieren a una franja de plástico y luego se proyectan sobre las pantallas de película de nuestra mente, Kubrick se ha demostrado a sí mismo que es el mayor alquimista-artista de finales del siglo XX.

Las más grandes obras de arte tratan de lograr exactamente lo que Kubrick procura aquí. Con la comprensión del significado real de ‘2001’, Kubrick ocupa su lugar al lado de Da Vinci, y posiblemente, incluso de Shakespeare, como uno de los más grandes artistas de todos los tiempos.

Una última nota de interés respecto a todo esto. El gran alquimista Fulcanelli y otros han afirmado que la gran trasmutación de la especie humana dará lugar en algún momento cercano al final del siglo XX o inicios del XXI. Kubrick eligió la fecha 2001 – que está sorprendentemente cerca de otras fechas establecidas por muchos alquimistas ancestrales – incluyendo Nostradamus. ¿Qué haremos con la extraña fecha que Kubrick seleccionó para la transformación final de la especie humana?

De alguna manera, Kubrick lo sabía.

©2001 Jay Weidner

Jay Weidner es un productor de películas, conferencista y escritor. Es coautor de ‘A Monument to the End of Time: Alchemy, Fulcanelli and the Great Cross’ (Un Monumento al Final de los Tiempos: Alquimia, Fulcanelli y la Gran Cruz)


Artículo tomado de: http://www.2012theodyssey.com/articles-kubrick.htm
Sugiero ver los artículos de: http://www.2012theodyssey.com/articles.html
Email: mailto:jayweidner@sacredmysteries.com

Traducción al Español: Enita Zirnis Z.
Edición: Adriana Miniño
12/09/2007

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