Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Cine Monumental de Buenos Aires, ayer y hoy.





El antiguo Cine Monumental, hoy parte del Complejo Monumental Lavalle, es un clásico cine de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.Se encuentra en la calle peatonal Lavalle, eje tradicional de las salas cinematográficas gracias al asentamiento masivo de estos espacios en su sector céntrico (desde Florida a Carlos Pellegrini).

El Cine-Teatro Monumental fue inaugurado el 23 de octubre de 1931 por iniciativa de los empresarios Coll y Di Fiore, y rápidamente recibiría el apodo "la Catedral del Cine Argentino", gracias a la importancia que le dio esta sala a la incipiente producción nacional.

Durante la Segunda Guerra Mundial y ante la imposibilidad de importar films de otros continentes, se dio lugar a espectáculos de radioteatro y teatro. Llegaron a actuar las compañías de Florencio Parravicini, Olinda Bozán, Enrique Santos Discépolo y Luisa Vehil.

La sala única original, que contaba con platea y una bandeja superior sumando 1800 localidades, fue modernizada en primera instancia en 1972. En 1994 —en tiempos de desventaja del cine frente a la difusión del VHS y la televisión, y de la adopción del concepto del multicine para aumentar las ganancias frente a la situación adversa— la sala fue dividida separando sus niveles superior (1000 butacas) e inferior, y partiendo a su vez el piso superior en dos salas de menor tamaño (200 butacas cada una). En 1996 se sumó una sala con 480 butacas en el subsuelo, con función de cine y teatro.

A pesar de todas las medidas adoptadas para enfrentar la decadencia natural del sector, el Cine Monumental se vio obligadoa cerrar en el año 2000. Fue gracias al empresario Norberto Feldman, propietario del Cine Electric, que el Monumental fue remodelado y reabrió el 11 de junio de 2001.
En 2006, fue nuevamente remodelado perdiendo su espectacular sala original, una de las pocas de grandes dimensiones que quedaban intactas en Buenos Aires.  Su locatario, Norberto Feldman, decidió la división de la sala en tres nuevas de menores dimensiones, agregando además una en el subsuelo del edificio.



Una apuesta difícil: tratan de devolverle el brillo a una calle que antes era comparada con Broadway

El cine vuelve a Lavalle

La reapertura a todo lujo del Monumental parece revertir una larga tendencia declinante


Por Adolfo C. Martínez


Cuando el 23 de octubre de 1931 la empresa Coll y Fiore abrió las puertas del Monumental, llegaba a la calle Lavalle una lujosa sala cinematográfica de mil ochocientas localidades, dotada de los elementos técnicos más novedosos para la época. Era una etapa en que esa peatonal -bautizada por algunos como la Broadway argentina y, por otros, simplemente como la calle de los cines- reunía a multitudes, a la entrada o a la salida de esas salas que ofrecían, desde Suipacha hasta San Martín, los estrenos fílmicos más resonantes del momento.

El paso del tiempo -sumado a la desidia de las autoridades gubernamentales de turno, a los bolsillos cada vez más flacos de la clase media y a la inseguridad constante- convirtió esos tradicionales cines en templos evangélicos, farmacias, megadisquerías o mercados persas de ropas, dejando a los amantes de la pantalla grande sin sus clásicos lugares de esparcimiento y alejando a los cinéfilos de toda índole de esa peatonal que albergaba en la oscuridad de la sala los sueños de empleados y trabajadores que hacían un alto en sus tareas para reencontrarse con tantos personajes y nombres
famosos.

Pero ningún mal es eterno, y Norberto Feldman, un hombre que desde siempre dedicó su vida a la cinematografía, arrendó el Monumental, esa sala de Lavalle 780 que en marzo del año último había cerrado sus puertas.


"Hago una apuesta muy difícil -explica Feldman a La Nación -, ya que en estos tiempos de economía forzosa y de angustias cotidianas la gente parece alejarse de ese entretenimiento-cultura que sólo da el cine... Pero, como moderno Quijote, deseo que la calle Lavalle recupere el esplendor de un tiempo nostálgico, y para ello estoy a punto de reabrir el Monumental, esa catedral del cine argentino que durante setenta años no detuvo nunca sus proyectores."

El Monumental conservará su estructura original."Sin embargo -explica Feldman-, se amoldará a los tiempos. Tendrá cuatro salas. Una con capacidad para mil espectadores; otra, para cuatrocientos ochenta, y dos para doscientos cada una. Estarán dotadas de sonido digital Dolby, aire acondicionado y de la tecnología y comodidad más moderna y confortable... Habrá, además, un bar, y las salas serán atendidas por personal femenino."


"NO DEJARSE VENCER"


Feldman sabe que el proyecto no es fácil. "No obstante -sostiene-, creo firmemente que el cine nunca morirá. Actualmente poseo el Electric, que siempre me ha dado muchas satisfacciones, pero el emprendimiento del Monumental es, sin duda, mi más apasionante riesgo. Hay intención por parte de las autoridades porteñas de que Lavalle resurja nuevamente. Por lo pronto, ya se puede apreciar a la policía patrullando la calle con sus modernos "ecomóviles" y se habla de una campaña para recuperar el movimiento y el prestigio de la famosa peatonal. Por mi parte, no me dejo vencer, y aquí está el nuevo Monumental para atestiguarlo."

-¿Cuál será la programación de las salas?

-La programación estará a cargo de la cadena Village, y se integrará con películas de primer nivel... Mi deseo es que una de esas cuatro salas sea dedicada exclusivamente a material de arte, es decir, a esas películas dirigidas a un público cinéfilo o casi cinéfilo.

-¿Existe, también, la posibilidad de que se ofrezcan obras teatrales?

-Dos de las salas están equipadas para representaciones teatrales, y espero que en un futuro próximo puedan ofrecerse piezas escénicas... Pero en estos momentos mis esfuerzos están puestos en el cine.
El Monumental reabrirá sus puertas el 11 de este mes, a las 20. "Ese día -apunta Feldman- pensamos tirar la casa por la ventana... Como en los tiempos mejores, tendremos una banda de jazz que ofrecerá al público varios temas musicales, y a continuación se proyectará "Mosaico criollo", un film nacional realizado a fines del siglo XIX que fue localizado en 1990 y rescatado y restaurado este año por la Asociación para el Apoyo del Patrimonio Audiovisual y la Cinemateca Nacional, con el aporte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales."

Feldman recorre con inocultable amor las flamantes instalaciones del Monumental. "Es un sueño hecho realidad -apunta-, unsueño que deseo compartir con todos los que, como yo, siempre creyeron en el cine como un arte de multitudes."



RICA HISTORIA


El Monumental posee una historia de melancolía y de memoria. Fue inaugurado con el film norteamericano "Cuatro legionarios" y con los conjuntos musicales Las Aguilas Rusas y la jazz de Paul Wyer. Si bien durante años las películas extranjeras ocuparon su pantalla, los empresarios tuvieron fe en el cine nacional y sus proyecciones se hicieronmás frecuentes, por lo que el Monumental fue calificado como "la catedral del cine argentino".

Problemas de importación de films y la escasez de títulos durante la guerra mundial de 1939-45 obligaron al Monumental a presentar espectáculos de radioteatro y, luego, por su escenario transitaron compañías teatrales encabezadas por Florencio Parravicini, Olinda Bozán, Enrique Santos Discépolo, Tania y Luisa Vehil, entre otros prestigiosos intérpretes.

En 1972 la sala fue totalmente renovada, en 1996 se construyó en su subsuelo un cine teatro de quinientas localidades y en 1994 nacieron en su edificio dos salas más.

Pero la crisis ya estaba llevándose muchos cines. Así desaparecieron el Iguazú, el Concord, el Select Lavalle, el Biarritz,el Suipacha, el Sarmiento, el Alfa, el Paramount, el Ambassador, el París, el Cineplex, el Luxor y algún otro que se pierde en la memoria. A ellos se sumó, el año pasado, el Monumental.

Pero este último resurge, renovado. "Y resurge -enfatiza Feldman- como viva constancia de que no todo es negativo cuando hay voluntad y audacia empresarial."


SALA CON GRAN CAPACIDAD


Una sala con lugar para mil personas, como tendrá la principal de las cuatro del nuevo Monumental, constituye toda una rareza para los tiempos que corren en materia de exhibición cinematográfica.
Hace muchos años, era normal que los cines fueran verdaderos estadios masivos. En el primigenio Monumental, de la década del 30, entraban 1800 espectadores. Pero con los años la tendencia comenzó a inclinarse hacia el lado de las salas más pequeñas, con la idea de que en el mismo edificio se ofrecieran al público distintas propuestas, satisfaciendo expectativas disímiles y asegurando que todos los minicines pudieran estar razonablemente llenos.

Por ejemplo, la sala más grande de un complejo como el que el Village tiene en el barrio de Recoleta cuenta con 470 butacas, y las restantes disminuyen el número hasta llegar a poco más de cien localidades. Lo mismo sucede con el resto de los cines de los shoppings, que son los que en estos momentos atrae -por su confort, su diseño y la posibilidad de llevarse el pochoclo y la gaseosa al asiento- a la mayoría de la gente.

Con sus cuatro salas (una de 1000, otra de 480 y dos de 200 localidades), el Monumental quedará de este modo entre las más grandes, superada sólo por unas pocas, como el América.




El cine Monumental reabrió sus puertas

La sala de Lavalle 780 fue fundada en 1931 y dejó de tener actividad el año último

Por Adolfo C. Martínez

Como resucitando de sus cenizas y de la nostalgia, el Monumental reabrió sus puertas. La entrañable sala de Lavalle 780, aquella fundada en 1931 y convertida en la catedral del cine argentino, había cerrado sus puertas el año último, luego de que esa calle peatonal arrinconase en la desidia y el desinterés a numerosos cines que, poco a poco, se fueron transformando en locales más rentables.

El entusiasmo y el empuje de Norberto Feldman, un enamorado del séptimo arte, logró lo que parecía un milagro. Y así, anteanoche, el Monumental, remozado aunque conservando sus primigenias molduras, sus bronces y sus paredes de mármol, encendió nuevamente las luces de su coqueta marquesina y de sus cuatro salas.

La reunión tuvo el sabor de la melancolía y una renovada felicidad para quienes llegaron a ese enorme vestíbulo en el que, como el día de su inauguración, hace ya setenta años, eran recibidos por una orquesta de jazz -la Power Jazz Trío- que puso el musical telón de fondo a un cóctel y a interminables charlas.

Allí se reunieron el director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, José Miguel Onaíndia; el subsecretario
de Industrias Culturales de la Municipalidad, Ricardo Manetti; el director de la Escuela de Experimentación y Realización Cinematográfica, Salvador Sammaritano; el responsable del Museo del Cine Pablo C. Duckrós Hicken, David Blaustein; la directora general de Museos, Mónica Guariglio, y otras autoridades. No faltaron, tampoco, varias figuras del ámbito cinematográfico -Jorge Luz, Marta Bianchi, Pablo Alarcón, Cristina Alberó y el director Aníbal Di Salvo- y numerosos distribuidores y exhibidores.


EL AYER Y EL HOY


Fernando Peña, integrante de la Asociación para el Apoyo del Patrimonio Audiovisual, se encargó de presentar la primera parte del programa integrada por un fragmento mudo de la noche inaugural del Monumental, cuando en 1937 se estrenó allí "La ley que olvidaron", de José Ferreira, con Libertad Lamarque y José Gola, en el que aparecen rostros entrañables para los amantes del cine argentino. Seguidamente, se proyectó "Mosaico criollo", un cortometraje de 1931, que se había considerado perdido. Las emotivas palabras de Norberto Feldman pusieron fin a esta primera parte de la presentación.
"Porque creo en el cine -dijo-, y porque sé que la calle Lavalle recobrará su antiguo brillo, me decidí a reabrir el Monumental. Espero que nuestro esfuerzo no sea vano y que el público vuelva a esta peatonal que es, en definitiva, el sello distintivo de lo auténticamente porteño."

La programación del Monumental estará a cargo de la empresa Village, y anteanoche, y como fin de fiesta, se ofreció en carácter de preestreno "Dulce noviembre", una producción norteamericana dirigida por Pat O´Conor y protagonizada por Keanu Reeves y Charlize Theron.

Así, entre aplausos, evocaciones y alegría, el Monumental vuelve a tener su sitio de honor en la calle Lavalle. "Por sus salas -puntualizó Feldman- pasarán los más importantes estrenos internacionales. Pero los films nacionales tendrán, sin duda, un lugar de privilegio."


PRIMER FILM SONORO DE LA ARGENTINA


"Mosaico criollo", que se presentó al público que concurrió a la reapertura del Monumental, era citado en varios libros como el primer ejercicio sonoro realizado con éxito en la Argentina. Ya Domingo Di Núbila, en el primer tomo de "Historia del cine argentino", la menciona como "la primera película sonora que se hizo en nuestro país". Sin embargo, la primigenia existencia de una copia de la película la dio el periodista e historiador Jorge Miguel Couselo en un artículo
publicado en 1978, luego de entrevistar al productor y sonidista Alfredo Murúa. Pero el tiempo pasaba y esa copia de "Mosaico criollo", un cortometraje de 16 minutos de duración, no aparecía. Sin
embargo, los integrantes de la Asociación para el Apoyo del Patrimonio Nacional no cejaron en su intento y hallaron esa copia perdida de "Mosaico criollo".

Dentro de una larga historia de paciencia y tesón, ese film realizado en 1929 pudo ser restaurado. Y hoy desfilan por sus imágenes cantantes y músicos cuyos nombres se perdieron en el tiempo, y queda como inapreciable perla una escena de la época de Rosas, titulada "El adiós del unitario", protagonizada por Nedda Francy y Miguel Faust Rocha, que se considera el primer intento de la cinematografía hablada en la Argentina.

Presentar "Mosaico criollo" en la reapertura del Monumental fue todo un acierto. Un acierto que apunta al rescate de nuestra historia y de nuestra nostalgia. .



Cine Monumental

Otros nombres: Complejo Monumental Lavalle
Tipo: Privado
Ubicación: Lavalle 780, Buenos Aires
Arquitecto: Claudio Caveri
Apertura: 1931
Características: Estilo arquitectónico Art Decó


Fuentes: http://www.lanacion.com.ar/309508-el-cine-vuelve-a-lavalle
http://www.lanacion.com.ar/312219-el-cine-monumental-reabrio-sus-puertas
http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_Monumental_(Buenos_Aires)


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