Por Sergio Benitez
A la que uno
escucha el nombre de Irwin Allen, lo más seguro es que apunte sin
dilación al responsable más directo de la moda de las películas de
catástrofes que “azotó” el Hollywood de los años setenta. Con títulos
“legendarios” de este curioso género como ‘La aventura del Poseidón’
(‘The Poseidon Adventure’, Ronald Neame & Irwin Allen, 1972) o ‘Infierno en la torre" (‘The Towering Inferno’, John Guillermin, 1974)
apadrinados de forma directa por el productor y cineasta, lo que muchas veces
se deja de lado —o directamente se desconoce— al hablar de forma coloquial
sobre él es el papel que jugó en la configuración de la ciencia-ficción de
los años sesenta a través de un puñado de series de televisión que forman
parte ineludible del imaginario del género de hace cinco décadas.
Cuatro de hecho
fueron las cabeceras que Allen logró poner en pie para la ABC y la CBS
a través de la 20th Century Fox, a saber: ‘Viaje al fondo del mar’
(‘Voyage to the Bottom of the Sea’, 1964-1968), ‘Perdidos en el espacio’
(‘Lost in Space’, 1965-1968), ‘El túnel del tiempo’ (‘The Time
Tunnel’, 1966-1967) y ‘Tierra de gigantes’ (‘Land of Giants’,
1968-1970), títulos todos de sobra conocidos por los amantes del género —y de
las series de televisión, claro está— que, vistos hoy, pecan de ser hijos
incuestionables de su época, algo que no es óbice para desdeñarlos o
cuestionar la impronta que dejaron en la iconografía estadounidense.
Imaginada primero
como producción para la gran pantalla, ‘Viaje al fondo del mar’ suponía la tercera
ocasión en la que Irwin Allen se ponía detrás de la cámara para firmar
una producción cinematográfica —las dos primeras habían sido las irregulares ‘Historia
de la humanidad’ (‘The Story of Mankind’, 1957) y ‘El mundo perdido’
(‘The Lost World’, 1960)— incidiendo de nuevo el cineasta en aproximarse al
género de ciencia-ficción y fantasía que ya había explorado con anterioridad
con una historia que sigue las aventuras de un submarino experimental que
debe hacer frente a una implausible catástrofe natural que amenaza con
aniquilar a la vida sobre el planeta, el incendio del cinturón de Van Allen.
Prefigurando
pues en cierto sentido el tipo de cine por el que Allen terminaría siendo
reconocido
—por ejemplo, el reunir a un reparto más o menos estelar—, ‘Viaje al fondo
del mar’ se aparta por completo de lo que veíamos en ‘El día que la
Tierra se incendió’
(‘The Day the Earth Caught Fire’, Val Guest, 1961): si el filme británico
intentaba alejarse de forma consciente de los patrones que habían marcado el
género al otro lado del charco durante la década de los cincuenta, la
episódica producción que hoy nos ocupa abraza con fuerza muchas de las
características que, como seguimos explorando en este ciclo, determinaron el
devenir de la ciencia-ficción durante tan prolíficos años.
Encabezado por Walter
Pidgeon en la piel del comandante Nelson, y con nombres como Joan
Fontaine, Peter Lorre, Robert Sterling o el ubicuo Frankie
Avalon —que, como no, pone voz a la cancioncilla de turno de los
créditos— el reparto dirigido por Allen hace frente a una historia que, como
decía, se antoja en exceso episódica, con pequeñas subtramas que deberían
conducir a un evento de mayor envergadura que no llega, yendo el guión de
aquí para allá con la esperanza de sustentar sus 105 minutos de metraje en
una tensión que nunca se siente como tal y en unas secuencias de acción
que carecen de la suficiente entidad, llegando a recurrir al “monstruo
subacuático gigante” para desespero de los que busquen algo diferente.
Su excesiva
duración, falla esta última que quedaría expuesta a la perfección cuando el
filme se remontó, ya sin la presencia de Pidgeon, como uno de los episodios
de la segunda temporada de la serie de televisión, juega también en contra de
la percepción final del filme, una percepción a la que se añaden inexplicables
mimbres del argumento —¿qué pintan Peter Lorre y ese acuario con un
tiburón?—, los acartonados personajes, y ciertas actitudes incomprensibles
por parte de la gran mayoría de ellos. En este sentido hubiera sido de
agradecer, por ejemplo, un atisbo de duda en la categórica determinación del
personaje de Nelson, con un talante de “esto se hará caiga quién caiga”, que
hace muy antipático al que, en esencia, es el “héroe” de la acción.
Contrarrestados en
parte por un diseño de producción que derrocha imaginación —el diseño del
submarino es de una elegancia espléndida— en parte por la ligereza y el humor
subyacente con los que se trata la acción en términos generales, ‘Viaje al
fondo del mar’ es una de esas películas sobre las que el mejor juicio de
valor que se puede emitir es algo así como “no está mal, es entretenida”.
Como tal, es obvio que la cinta no soporta segundas lecturas, aunque dudo
mucho que formara parte de las intenciones de Allen el poder llegar a
exigírselas.
Título original Voyage to the Bottom of the SeaFuentes: Blog de cine / http://www.filmaffinity.com/es/film283928.html |
Julio Diz
- Julio Diz
- Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.
viernes, 7 de febrero de 2014
CinemaFiction: Viaje al fondo del mar, 1961, de Irwin Allen.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario