Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Buenas lecturas: Steven Spielberg.


Biografía no autorizada

Por John Baxter





John Baxter es reconocido crítico cinematográfico, biógrafo, novelista y cronista audiovisual. Nació y se crió en Australia, ha trabajado en Londres y ha ejercido la docencia universitaria en Estados Unidos. Actualmente reside en París con su esposa, Marie-Dominique Montel. Entre sus obras más destacadas se encuentran las biografías de Ken Russell (An Appalling Talent), Federico Fellini y Luis Buñuel. También ha escrito The Hollywood Exiles.The Cinema of Josef Von Sternberg y The Cinema of John Ford. Su siguiente libro es una biografía de Stanley Kubrick.


Steven Spielberg es el "señor del cine" de los años noventa. Es uno de los grandes magos de la pantalla: ha demostrado una capacidad de hechizar -y para atraer espectadores a las salas- de la que muy pocos colegas pueden presumir, y ha acumulado más poder del que un día tuvieron los grandes magnates de la era dorada de Hollywood. Miles de millones de espectadores de todo el mundo han visto ya "Tiburón, E.T., Encuentros cercanos del tercer tipo y Jurasick Park", cuatro obras que han revolucionado la industria. ¿Como ha hecho este cinéfilo impenitente, adolescente infeliz y desarraigado en los estratos marginales de la sociedad norteamericana, hombre a quien, según confesión propia, asusta la oscuridad "excepto en una sala de cine", para convertirse en uno de los elementos más temibles del mercado mundial del espectaculo?.  
John Baxter cronista hollywoodense y biógrafo cinematográfico, sigue los pasos de Steven Spielberg desde sus días adolescentes de las películas de Super ocho mm. hasta su inalcanzable posición actual. Baxter ha sometido a largas entrevistas a muchos de los profesionales que han trabajado con el cineasta y para el cineasta, reconstruyendo su trayectoria desde sus primeros años televisivos hasta la actualidad, pasando por sus éxitos en la pantalla y los Oscar de "La lista de Schindler". Y aun así, pese a esta trayectoria tan espectacular, casi inigualable. Spielberg siempre se ha visto perseguido por aquellos críticos que aseguran que su obra ha contribuido a inundar de sentimentalismo -casi a infantilizar- la producción de Hollywood. En la primera biografía exaustiva de Steven Spielberg, John Baxter cuenta una historia muy poco ordinaria, una historia que arroja luz sobre la carrera de Spielberg, sobre las carreras de los cineastas de su generación y también sobre el Hollywood contemporáneo y sobre el futuro del cine.


Fuente: Steven Spielberg, biografia no autorizada, Ediciones JC, 1998




Leopoldo Torre Nilsson: Creación e imagen... parte 1.

Asi, "sin amor, pensando que iba a ser un oficio, una técnica", aquel adolescente que había nacido en Buenos Aires el 5 de mayo de 1924 y que cursara estudios en el Florida Day School, se inició como ayudante de dirección de su padre en 1939 con "Los pagares de Mendieta".

Desde ese momento, su participación activa en la obra de Leopoldo Torres Rios -uno de los pioneros del cine argentino, permanente cultor del cine popular, a excepción de "La vuelta al nido" (1938), un film expresionista que fracasó comercialmente por haberse adelantado a su época- enumera diecisiete títulos, ya como asistente, coautor, guionista o compaginador y dos títulos menores en los que asistió a Luis Bayón Herrera.

En contraposición a su formación técnico-cinematográfica, con films de corte netamente popular y sin mayores pretensiones temáticas, la formacion cultural de Leopoldo Torre Nilsson fue gestándose a través de largas lecturas de autodidácta, con autores como Kafka, Proust, Dos Passos y Joyce, entre los extranjeros y Borges, Roberto Arlt y Horacio Quiroga entre los argentinos. A estas lecturas, Torre Nilsson sumaba un elemento tan imprescindible como necesario: ver cine de todas las épocas. Mucho y bueno.

Leopoldo Torre Nilsson adolescente (de Pié) durante la filmación de "Adiós, Buenos Aires", junto a Floren Delbene, Leopoldo Torres Ríos, José Agustín Ferreyra (de visita en el set) Carlos Torres Ríos y Oscar Nelson.

Todo artista refleja en su obra, invariablemente, un testimonio. Las ideas que expresa, la época, los sentimientos. Y la obra de Leopoldo Torre Nilsson en algunos momentos acusada de preciosidad temática, constituye, en si misma, no sólo uno de los más valiosos documentos testimoniales de nuestra cinematografía, sino también de nuestra cultura, de nuestro país y su historia, sometida desde siempre a la influencia europea. En 1947, basándose en su cuento "El muerto", realizó su primer intento como director cinematográfico: "El muro", un cortometraje de vanguardia, con lenguaje por momentos ingenuo, pero con algunos elementos que con el correr del tiempo llegarán a ser constantes en su carrera directriz: profundos buceos de la soledad, la rebelión social y un universo tan lírico como novelesco.

Torre Nilsson solía definir a "El muro" como "un pecado de juventud". Pero viendo el film en perspectiva, lo podemos distinguir como su primer rechazo hacia el cine comercial, ese cine que tanto por sus amistades, por el medio en que desarrollaba su actividad, como por la influencia de su padre, podía haberle significado un provechoso camino.

Pero Torre Nilsson se sintió impulsado hacia un cine distinto, con una dificultosa lucha por la búsqueda de una temática seria y la posible expresión de su mundo; con una profunda indagación en el alma de sus criaturas y su problemática existencial, arrastrada desde la infancia y ubicada en el plano social contemporáneo.

Un universo propio, particular, no sólo aferrado a su visión personal, sino a la recreación de ambientes, personalidades y psicologías de determinados sectores de nuestra sociedad, que comenzaron a caracterizar su obra.


"El muro"

En "El muro" hay dos problemas a contemplar: uno, el que deriva de su proyección, que puede interesarnos o no, que puede merecer aclaraciones o desden; entra en la corriente, superada en Europa, no practicada aqui de los films de vanguardia, con sus debilidades técnicas y sus audacias formales y con gota de suprarrealismo (más bien expresionismo en este caso) y el otro, el aspecto moral, la intención de gritar, gritar en este desierto que ni siquiera es académico de nuestro cine, gritar mal, desacertadamente, pero gritar aunque sólo sea para que oiga una sola persona y despierte.

"El muro" se exhibió dos veces en Buenos Aires en exhibiciones organizadas por Gente de Cine que dirige Roland. No hay noticias de las contingencias que ese grito pudo haber provocado.

¿Fracaso del film, fracaso del publico?. "El muro" fue una tentativa por crear entre nosotros un cine de experimentación. Todavía tengo esperanzas de que sea continuada.

                                                                                                                 Leopoldo Torre Nilsson


Extraído de Los films de Leopoldo Torre Nilsson, 1980, Ediciones Corregidor


martes, 17 de diciembre de 2019

Martin Scorsese... intimo.



Nuestra generación



Declaraciones





Brian de Palma


Conocí a Brian muy pronto, en 1964, en la Universidad de Nueva York. Brian pertenecía a otra generación. Había empezado con dos películas independientes que en aquella época tuvieron un gran éxito: Hola mamá (Hi Mom. 1969) y Greetings (1968). Además, él fue quien descubrió a Robert de Niro. En realidad, ha trabajado con todos los grandes actores de su generación, antes de que se convirtieran en estrellas. Eso vale también para Coppola. De Palma fue mi principal apoyo en Hollywood. Me llevó a todas las fiestas, me presentó a productores, actores y actrices. El me sacó del hospital cuando yo sufría de asma. No hablo del periodo en que me drogaba. Yo siempre estaba enfermo. Cuando tenía cuarenta años el asma desapareció de golpe. Estaba reuniendo la documentación para "La última tentación de Cristo" (The last temptation of Christ, 1988) y una curandera puso sus manos sobre mí. Estaba en el despacho de Irwin Winkler y Robert Chartoff, que inicialmente debían producir mi película (al final la hice con otros productores ). Esa mujer, pues, me curó. Se inspiraron en ella para una película con Ellen Burstyn, "Resurrección" (Resurrection, 1980). Antes, yo no conseguía dormir, me despertaba todas las noches tosiendo, y luego sólo conseguía conciliar el sueño, un sueño profundo, en el momento de levantarme para ir a trabajar. De modo que siempre estaba extenuado y de mal humor. Ella se colocó detrás de mí, puso sus manos sobre mi pecho y sentí como un calor. Y esa noche, dormí.   





En Los Ángeles estaba la contaminación, la circulación... Y además de eso, era preciso triunfar. Yo llegaba a Nueva York. Heme allí, en Los Ángeles, trabajando como montador y tratando de rodar mi primera película. Estaba muy inquieto y esto se tradujo en una crisis de asma tan violenta que me tuvieron que hospitalizar. Durante ese período, Brian me visitaba, se ocupaba de mí, y me llevó a mi casa. En esa época, yo podía estar diez días seguidos en el hospital. Era muy duro.


Brian es un gran cineasta. Nadie es capaz de interpretar visualmente las cosas como lo hace él. Quiero decir que cuenta una historia con la cámara. Tomad simplemente la escena de "Los Intocables" (The Untouchables, 1987) en la que matan a Charles Martin Smith en el ascensor. Fijaos en la Steadycam. No se contenta con mover la cámara y hacer un plano-secuencia con la Steadycam. Se puede hacer todo tipo de composiciones y de movimientos con esta cámara. Francis me dijo un día que con una Steadycam uno puede moverse como quiera, incluso subir a lo alto del Empire State Building y volver a bajar: sólo hay que saber utilizarla, Brian, en ese plano con la Steadycam, cuenta únicamente por medio de los planos. No es más que un ejemplo entre muchos otros. Tomad "Atrapado por un pasado" (Carlito's Way. 1993); hay un plano en que se penetra en la sala de fiestas y la cámara avanza y luego se eleva. El escoge siempre historias que le permitan hacer este tipo de cosas. Cuando realiza películas muy personales como "Doble de cuerpo" (Body Double, 1984) o "En nombre de Cain" (Raising Cain, 1992) el resultado es único. Hará todo lo que hizo Hitchcock diciendo "él lo hizo, ¿y qué? Yo lo hago de esta manera".



Cuando alguien no dice que somos grandes directores nos coloca en una situación difícil. Nosotros hemos visto muchas películas, sin lugar a dudas, muchas más que quienes nos felicitan, y hemos vivido siempre con ellas, con esos clásicos de la edad de oro de Hollywood. Lo esperamos todo, pero somos conscientes de que dificilmente lo conseguimos, casi nunca. Sobre esto, Brian y yo pensamos lo mismo. Intentamos mantenernos a flote. Algunas veces el agua sube y nos ahogamos, luego desciende de nuevo y tratamos de respirar...


Extraído de Martin Scorsese, mis placeres de cinéfilo, Editorial Paidos, 1998.