Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

viernes, 11 de febrero de 2011

Crónica de un engaño al espectador.

A propósito de "El otro hombre".

18 Junio de 2010


‘Crónica de un engaño’ (‘The Other Man’, 2008, Richard Eyre) es un caso más de película que llega con retraso a nuestras pantallas, algo de lo que nunca nos libraremos ni con la existencia de la red. Las distribuidoras tendrán sus razones, evidentemente, pero no parecen querer aprender que este tipo de retrasos, que incluso se producen con películas relativamente importantes, animan a que el consumidor elija vías alternativas para ver esas películas que nunca llegan, y no, no me refiero a reservarlas en el videoclub cuando salgan editadas en DVD. Por cierto, que me apuesto algo a que esta película no tarda demasiado en salir al mercado doméstico.

Los motivos por los que ahora deciden estrenar esta pequeña película pueden encontrarse tal vez en su conocido reparto. Liam Neeson, Antonio Banderas —publicidad añadida al tratarse de uno de nuestros actores, aunque ¿alguien la ha visto muy anunciada?— y Laura Linney forman por sí solos el suficiente atractivo para acercarse a ver una película —sí, incluido nuestro Toñito—. El problema es que no estamos ante la mejor muestra de sus distintos talentos, sorprendente en el caso de Neeson y esperable en el caso de Banderas aunque no tanto. El caso de Linney es distinto, la brevedad de su papel es lo que lamentamos.



Por otro lado resulta absurdo a estas alturas —algo que ya he dicho millones de veces— hablar de los títulos de las películas extranjeras en nuestro país. Y no sólo en el nuestro, si nos vamos a Sudamérica la cosa está igual o peor. En el caso de la película que nos toca, ‘Crónica de un engaño’ suena a telefilm barato de misterio o algo similar, y lo cierto es que en bastantes momentos lo parece. ‘The Other Man’, su título original, es mucho más sugerente, y haberlo traducido simplemente por ‘El otro hombre’ no hubiera estado nada mal, pero no, hay que poner títulos presumiblemente más llamativos y comerciales, algo que no es criticable hasta cierto punto —una película debe poseer el título que le han puesto sus creadores y punto, lo de más son chorradas—, si no fuera porque muchas veces no consiguen ese efecto, más bien todo lo contrario.

‘Crónica de un engaño’ está basada en una historia corta de Bernard Schlink, el mismo del que se adaptó una obra suya en la magistral ‘The Reader’ (id, 2008, Stephen Daldry), aunque la diferencia entre ambas películas es simple y llanamente abismal por no decir infinita. La película dirigida por Richard Eyre —que consiguió cierto prestigio con la floja ‘Iris’ (id, 2001) y la correcta ‘Diario de un escándalo’ (‘Notes of a Scandal’, 2006)— cuenta la historia de Peter, un importante director de una empresa cuya esposa fallece, descubriendo al poco tiempo que ésta tenía una amante. Movido por la curiosidad se desplaza hasta Milán, donde su mujer se encontraba con un hombre español con el que vivió una intensa historia. Peter entabla relación con el desconocido mientras planea una venganza corroído por los celos.






Eyre desaprovecha todas las posibilidades de la historia. Nada sobre el triángulo amoroso, con la interesante propuesta de que el marido se entera una vez muerta su mujer. Nada sobre el destructivo mundo de los celos. Nada sobre la relación que un hombre entabla con el amante de su mujer. Nada sobre el dolor de perder a la persona amada, descubrir que no siempre fue sincera, e intentar por todos los medios quedar en paz con todo ello. Eyre pone las cartas sobre la mesa pero no las juega, no llega a profundizar de verdad sobre todo lo planteado y algunas de las subtramas que aparecen —la hija del protagonista y su pareja— tampoco reciben un buen trato. La película dura menos de hora y media, y como evidentemente no nos encontramos en los tiempos del cine clásico donde la capacidad de síntesis que había era brutal, Eyre no dispone de tiempo suficiente para desarrollar todos los aspectos de la trama. Además engaña al espectador con cierto detalle sobre la muerte del personaje femenino y que no descubrimos hasta bien avanzada la acción para comprobar que esa omisión no viene a cuento.

Liam Neeson, que últimamente se apunta a un bombardeo, ofrece una de sus más flojas interpretaciones, especialmente cuando debe comportarse como un rabioso celoso que no entiende cómo su mujer le pudo ser infiel, otro de esos aspectos descuidados de la cinta. Antonio Banderas es de lejos el peor de todo el reparto no siendo capaz de dar personalidad a uno de esos perdedores que tan bien suelen quedar en el cine, y Neeson aún en horas bajas le gana la partida. Banderas, actor que ha demostrado más de una vez poseer cierto carisma para determinado tipo de personajes —por ejemplo, cierta joyita de John McTiernan— se extralimita en una interpretación llena de histrionismo y sólo ofrece un buen momento, reservado únicamente al público español y que nada tiene que ver con la calidad de la película, aquel en el que se caga en la puta por una jugada de ajedrez dando a entender el fuerte carácter pasional de los españoles.

Tercera en discordia, casi el McGuffin de la película, Laura Linney, una actriz que le basta con su sola presencia para conquistar al espectador. La pena es que en ‘Crónica de un engaño’ sus apariciones son muy breves, aunque hay intensidad en todas ellas, la que no reflejan en ningún momento sus perdidos compañeros de reparto, que protagonizan uno de los momentos más irrisorios del cine de los últimos años, el de una cena absurda con la que se pretende homenajear a la fallecida y de paso limar asperezas. Por supuesto el trabajo de Linney no llega para salvar una película floja y aburrida, y que se olvidará pronto, antes incluso de ser retirada de cartelera.






Viernes 11 de Febrero de 2011


Basada en un relato breve de Bernhard Schlink, The Other Man sigue la historia de Peter, (Liam Neeson) quien tras perder a su esposa Lisa (Laura Linney) descubre que ésta recibía e-mails y mensajes de móvil de un hombre cuya existencia hasta ahora ignoraba plenamente. Contraviniendo el consejo de su hija, Abigail (Romola Garai), Peter, lacerado por el hecho y dominado por la sed de venganza, vuela a Milán para localizar al misterioso Ralph (Antonio Banderas) y saber la verdad acerca del otro hombre en la vida de su esposa.


Sinopsis larga

Peter, director ejecutivo de una compañía de software para ordenadores, lleva casado más de 20 años con Lisa, una diseñadora de zapatos. De súbito, ésta desaparece de su vida.

A tenor de cuanto observamos, Lisa y Peter parecen ser un matrimonio feliz. Viven cerca de Cambridge, y la empresa que Peter ha fundado y dirige es una de las triunfadoras en Silicon Fen, la zona de negocios high-tech en torno a aquella ciudad británica. Lisa es una diseñadora de zapatos de alta costura con éxito. Ambos tienen una hija, Abigail, apenas con la veintena, quien mantiene con su padre una relación tirante. Abigail vive con su novio, George, picapedrero en la obra de la Catedral de Ely, donde Abigail es ayudante de ventas en la librería.

Cuando Lisa fallece, Peter revisa sus cosas y halla una nota en el tacón de uno de los zapatos de un par de color rojo. En la misma se lee: «Lago Como.» Perplejo, es obvio que la nota se ha colocado ahí para que él la encontrara, aunque no entiende su significado pues jamás ha estado en tal lugar. Tras preguntarle a su hija qué puede indicar la nota, ésta confiesa no saberlo y muestra resentimiento ante el interrogatorio, como si estuviera tratando de hacer que su hija ejerciera como detective. Peter usa «Lago Como» a manera de contraseña ante un archivo del portátil de su mujer al que no puede acceder, en el que finalmente puede observar fotografías de Lisa con otro hombre. Asimismo, halla e-mails procedentes de alguien llamado Ralph, quien en apariencia ha sido amante de su esposa durante algún tiempo en el pasado, y que actualmente estaba tratando de revivir la relación.






Ayudado por uno de los integrantes de la plantilla de su empresa, Peter localiza la dirección de Ralph; reside en Milán. Afrontando el enorme paso que significa responder al e-mail como si se tratara de Lisa, viaja a Italia, halla a Ralph y entabla amistad con él. Juega a ajedrez con el mismo en tanto escucha sus increíbles historias y le sonsaca información por medio de e-mails en los que suplanta a Lisa, sin jamás revelar su identidad.

Primeramente, Ralph ofrece toda la imagen y seguridad de un hombre de negocios con éxito; más tarde descubrimos que simplemente se trata del conserje del bloque de apartamentos en que vive. De modo gradual, el largo idilio amoroso entre Ralph y Lisa va revelándose con mayor detalle: encuentros en Milán, adonde Lisa viajaba por motivo de trabajo, y lo significativo del «Lago Como,» donde su affaire floreció.

Abigail comienza a preocuparse por su padre, y decide seguirle hasta Milán, para horrorizarse al descubrir que éste está escribiendo e-mails cada vez más intensos a Ralph, haciendo que éste piense que Lisa quiere encontrarse con él en Londres. Cuando le deja para retornar a Ely, Abigail ruega a su padre que le diga a Ralph la verdad, a lo que Peter se niega. Abigail se enfurece y exaspera, pues teme por la estabilidad mental de su padre.

Entre tanto, Ralph recibe otro e-mail enviado desde el portátil de Lisa que le invita a encontrarse con ella una vez más en la Villa D’Este del Lago Como. Ralph, animado por los e-mails de «Lisa,» resuelve que también le dará una fiesta en Londres, aunque haya un problema con su crítica situación económica. Peter le da a Ralph suficiente dinero como para que pueda desplazarse a la Villa D’Este y para la fiesta en Londres. Ralph llega a la Villa D’Este esperando una «segunda luna de miel» con Lisa, para tan sólo encontrarse con Peter, quien le espera solo en el restaurante.

Finalmente, Peter le dice la verdad a Ralph acerca de quién es él, y sobre el hecho de que le ha estado enviando los e-mails de «Lisa»; y descubrimos lo que le ha ocurrido a Lisa.

Peter regresa a Cambridge, y en un estado de ensimismamiento, sueña acerca de su esposa, abre su corazón, y halla fuerzas para usar su experiencia en Milán con miras a enmendar la relación con su hija. Viaja a Londres, telefonea a Abigail y asiste a la fiesta de Ralph, donde acepta que Lisa necesitaba el amor de ambos hombres en su vida. Abigail aparece en la fiesta y se reconcilia con su padre. Por fin, Peter es capaz de aceptar a George.

Ficha técnica


Titulo: The Other Man / El Otro Hombre (2008)

Director: Richard Eyre.
Pais: EE.UU., U.K.
Genero: Drama-Thriller
Reparto: Liam Neeson (Peter), Antonio Banderas (Ralph), Laura Linney (Lisa), Romola Garai.
Duración: 01h-27min aprox.
Idioma: Ingles con Sub. Español.


Fuentes: LaHiguera.net, Blog de cine.

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