Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

domingo, 11 de marzo de 2007

El cartero llama dos veces según Bob Rafelson


Escribe: Julio Diz
Las insatisfacciones de Bob Rafelson lo han conducido a verter imagenes críticas sobre la realidad social norteamericana.
Aunque ese rasgo de sus intereses no parece consagrarlo necesariamente como un artista, confiere a sus films un interés cierto, donde los sueños y las ilusiones de sus personajes parecen ser un reflejo del estado de espíritu de la comunidad. En pocas películas, de calidad despareja, confirma ser un director que importa, aunque incidentalmente "El cartero llama dos veces" no sea una obra de mayor nivel creativo. Tambien aqui, de todos modos, parece buscar las raices de esa insatisfaccion. De ese malestar.

Analicemos un poco el libro: Esta novela policial establece el contacto mas afortunado de su autor, James Cain, con el cine. Cain llego a Hollywood contratado por la Paramount Pictures en 1941, cuando frisaba los 40 años, habia escrito varias novelas detectivescas y parecía hallarse en situación ideal para hacer carrera en una industria fílmica que ya había ensanchado a otros congeneres famosos (Dashiell Hammet, Raymond Chandler) asi como a escritores destacados de la época: F. Scott Fitzgerald, Clifford Oddets. Practicamente no existen rastros memorables del pasaje del novelista por la meca del cine (1931-1947), aunque si cabe pensar que halló en ese período la tranquilidad económica necesaria para poder desarrollar paralelamente su vocación literaria. Productos de la misma son "El cartero llama dos veces" (1934) y "Pacto de sangre" (1936), dos ejemplos de la "serie negra" que ganaron mucho prestigio para su autor.

Ahora, analicemos los films predecesores: Lo concreto es que mientras Hollywood se ponía de acuerdo con los censores, tratando de obtener un salvo conducto para que las dos obras de Cain ingresaran a los estudios de filmación, la industria francesa se anticipó con una version de El cartero... dirigida en 1939 por Pierre Chenal, con Fernand Gravey como el vagabundo que llega buscando trabajo a una taberna situada al borde de la ruta, con Michel Simon como el tosco propietario y con Corinne Luchaire como la atractiva esposa de éste. Esos ingredientes de sexo y violencia que la novela utiliza muy generosamente, fueron los que asustaron a la censura
norteamericana, que recien en 1946 aceptó una versión cinematográfica muy "pasteurizada". Por entonces ya se les habia adelantado también los italianos: en 1942, bajo el título de "Obsesión" y sin preocuparse de salvaguardar los derechos de autor, Luchino Visconti filmó una adaptación muy libre, con Massimo Girotti, Clara Calamai y Juan de Landa, que bajo una perspectiva ulterior sería estimada por la crítica como conteniendo ya los germenes del neorrealismo. Y finalmente Hollywood pudo darse el gusto: la pelicula norteamericana fue puesta en manos del mediocre director Tay Garnett y los roles de los amantes criminales fueron confiados a John Garfield y Lana Turner.

Por último hablemos del film en cuestión: Aclarar las razones que determinaron que un cineasta tan personal como Rafelson aceptara tomar a su cargo el cuarto traslado al cine de un tema que a priori no parece tener muchos puntos de contacto con los rasgos y los contenidos de toda su obra previa, puede ser una buena manera de echar luz sobre lo que se propuso esta vez el realizador y de valorar el saldo obtenido. "Siempre admiré la habilidad de Cain, para narrar una historia, y dirigir El cartero... significó algo asi como un test para mis propias posibilidades", ha dicho Rafelson.

El personaje de Frank fue otorgado desde un principio a Jack Nicholson, pero para el de Cora se hicieron pruebas a mas de 130 actrices, decidiéndose finalmente por Jessica Lange, que supo estar a la altura de los requerimientos de Rafelson, inyectando una temperatura sexy de infrecuente intensidad a esa esposa joven y bella, atada a un marido ordinario, que avizora otro porvenir mas allá de las sartenes tiznadas y los platos sucios de la cocina donde trabaja. Esta fue ubicada en su época original (los años 30, con el fantasma de la depresion vagando por ciudades y campos), algo que obligó a meticulosa reconstrucción de ambientes pero que sobre todo parece acompasarse muy bien con psicologias frustradas y desesperadas, como son las de los personajes centrales.

Rafelson consiguió traducir la novela en imagenes, sobre todo en la primera mitad, el estilo seco, lacónico, que estaba en la novela de Cain, y en obtener un tinte muy realista para una historia policial que -sin caer en la trampa de la grandilocuencia- no se agota en sí misma y deja márgenes para la reflexión.


Julio Diz
trelcovsky@yahoo.com.ar
Ficha técnica:
"El cartero llama dos veces" (1981)

Título original: The postman always rings twice
Origen: Estados Unidos
Guión: David Mamet
Novela: James Cain
Fotografía: Sven Nykvist
Música: Michael Small
Intérpretes: Jack Nicholson (Frank)
Jessica Lange (Cora)
John Colicos (Esposo de Cora)
Michael Lerner
John P. Ryan
Anjelica Huston
William Traylor
Duración: 121 minutos (versión original)

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