Mariano González salta de la actuación a la dualidad actor/director, con su ópera prima Los globos. Una historia sencilla que se ensancha como los globos que fabrica su protagonista, al contar los lazos que se van construyendo entre un padre y su hijo. Lejos de los golpes bajos, Los globos es una mirada sincera a las dificultades, limitaciones y contradicciones de un hombre que se encuentra en la encrucijada de hacerse cargo, o no, de su propio destino.
¿Cómo surge la idea de Los globos?
Surge de las ganas y necesidad de filmar. Había escrito dos guiones anteriormente, pero por diferentes motivos quedaron en un cajón. Decido escribir un tercer guion y comienzo a pensar qué tenía como para escribir una nueva historia. En una servilleta en un bar, con una amiga comencé a dibujar y a anotar: había sido padre, una nueva experiencia fuerte que me presentaba la vida, entonces anoté, tengo un hijo, y así continué, tengo un auto, hay rutas, consigo un campo, y como para finalizar, está la pequeña fábrica de globos -lugar que siempre me fascinó- de mi amigo Martin Viale -actor en la película-. Así comenzó Los globos. Luego me encontraría ganando el premio Opera prima INCAA 2012, y el libro pasaría a ser película.
¿Cómo fue la experiencia de tu pasaje de delante de cámara como actor a la actuación y dirección?
La experiencia fue muy buena. Fui consciente de que era mi opera prima y que tenía que protagonizar y dirigir, entonces lo primero que hice fue formar un equipo con "̈trayectoria”, y ante todo, con gente con la que me sintiera cómodo, contenido, y protegido. El equipo siempre estuvo atento, aportando y disfrutando del rodaje. Eso ya era un logro muy grande, ver a todos muy comprometidos y alegres con lo que estábamos haciendo. En cuanto a lo de actor y director, si bien mi herramienta más fuerte en ese entonces era la actuación, tenía cierta duda sobre si cuando estaba actuando podía abstraerme de la dirección con los otros actores, pero por suerte eso no paso, los actores y no actores -como mi padre y mi hijo- me sorprendieron en todas sus escenas
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Con mi padre fue porque en principio no se me ocurría un actor con las características que tenía en mente para el personaje; un tipo grandote, que prácticamente no habla, pero su presencia es muy fuerte, su mirada, su cuerpo, un peso pesado. Mi padre tenía todo eso. A su vez él estaba algo aburrido de su trabajo, casi que ya ni iba, entonces le propuse si quería actuar, que yo sabía que lo podía hacer perfectamente. Estuvo todo el rodaje muy contento con su nueva aventura, y lo disfrutó mucho. Luego se operó y lamentablemente falleció, así que me dejó un hermoso y único regalo. ¡Lo tengo conmigo en Los globos! Con mi hijo, estaba en duda si era mejor trabajar con él o con un niño ajeno. Sabía que trabajar con un niño ajeno quizás me resultaba mejor, en cuanto a no tener que estar fuera y dentro del rodaje con él. Pero con mi hijo sabía que en cuanto a construcción de historia tenía mucho más potencial. Lo que el personaje -César- tenía pensado hacer con su hijo, ya había algo que movía las tripas, y que luchaba internamente con esa decisión, o indecisión mejor dicho. Así que decidí trabajar con él y cansarme más, creo que fue una buena elección. Alfonso está muy bien en la película.
¿De qué manera trabajaste desde el guion el crescendo en las relaciones interpersonales, que son el corazón de tu película?
Cesar sale de una rehabilitación y se entera de la existencia de un hijo. Concentra su tiempo en el trabajo, en los globos, hasta sentir mucha presión de parte del abuelo del niño, para que vaya por él. Cesar decide buscarlo, pero piensa dejarlo en adopción -algo que ya tiene hablado con una amiga del pueblo-. La relación se va construyendo en los espacios y momentos que van compartiendo -auto, restaurante, bar, casa de amiga- pero hay un lugar en el que Cesar acepta su paternidad y a su hijo. Eso sucede en el bosque, es ahí en donde saca su angustia y miedo acumulado y puede preguntarle al hijo, ¿Te gusta el bosque? Luego, ya en el galpón de los globos y en un almuerzo que tienen, nos demuestra su total aceptación del vínculo con el hijo.
¿Cuáles son tus expectativas acerca de la presentación de tu película y de la recepción del público en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata?
Es mi primera película y primer festival como director. Tengo muchas ganas de descubrirlo. Claro, ojalá a la gente le guste y pueda disfrutarla, pensarla, que les quede algo de lo que quise contar.
Fuente: Festival de Internacional de Cine de Mar del Plata.
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