Nuestra generación
Declaraciones
Francis Ford Coppola
Coppola era, de alguna manera, el guia, el líder. Es algo mayor que nosotros. Y era un poco el padrino del grupo de cineastas de mi generación. Nos inspiró mucho, era una especie de modelo. Nos ayudo mucho. Jay Cocks me presentó a Coppola, al igual que me presentó a Mario Longardi, el agente de Fellini, y a muchos otros en Roma. Reuní mis documentales y mis películas de estudiante para el festival de Sorrento, en 1970, y fue allí donde conocí a Francis. En aquella época él escribía "El padrino" (The Godfather, 1972). Nos entendimos muy bien. Con su mujer y sus hijos nos fuimos a Pompeya y nos paseamos un poco. Cuando hice "Calles peligrosas" (Mean Streets, 1973) había que pagar cinco mil dólares a la San Gennaro Society (es un santo cuya efigie se ve en la escena de la procesión, rodada en la calle), y yo no los tenía. Le pedi a Francis si me podia prestar ese dinero, y lo hizo. Fue la primera persona a la que se lo devolví después de vender la película, y el fue el primer espectador de la película. Llevé una copia a San Francisco para mostrársela. El me animó. Nos guió mucho. Ya había rodado "El padrino", y la noche que le mostré "Calles peligrosas" pensó en De Niro para El padrino 2 (The Godfather, Part II, 1974).
Cuando hubo hecho "El padrino 2", una de las películas más grandes de la historia del cine, empezó a ocuparse de su estudio. No dejaba de proponerme que trabajara con él. Pero nunca me ha apetecido trabajar bajo la responsabilidad de otro. Creo que es porque soy perezoso y no quiero trabajar para nadie. En realidad, no pienso que hubiera trabajado "para" él, pero la situación quizás no me habría permitido expresarme totalmente. Francis tiene sus sueños. Se concentra, trabaja y, algunas veces, sus sueños se concretan. En lo que a mí respecta, la cosa es diferente: ya es mucha suerte si llego a soñar una película a la vez y luego consigo realizarla. Pienso que en esa época, toda esta actividad -producir películas, supervisarlas- me habría impedido trabajar. Es cierto que hoy en día produzco películas de otros cineastas, pero esto no me desvía demasiado de mi trabajo. Pero en aquella época, ciertamente yo no habría podido concentrarme en mi carrera y producir al mismo tiempo. Cuando se trabaja en un estudio se depende de los responsables del estudio, eso me resulta imposible. Pero Francis me ayudó y me animó de verdad durante todos esos años. Leyendo el libro de Julia Philips, "You'll never eat lunch in this town again", me enteré de que a él no le gustaba "Taxi Driver". Nunca me lo había dicho. Fue hace más de veinte años. Hace unos seis años, el productor Irwin Winkler me dijo que Paul Schrader y Michael Chapman detestaba "Toro Salvaje". Thelma Schoonmaker me contó que al equipo de rodaje no le gustaba el tema de la película. Se preguntaban porqué perdia el tiempo haciendo una película sobre ese fracasado. Me quedé muy sorprendido. Pero posteriormente, en una cena, Paul le contó a Thelma que había vuelto a ver la película y que le había gustado. Me parece verdaderamente muy amable por su parte. No he visto a Chapman desde hace años. Recientemente, yo estaba rodando "Buenos amigos"(Goodfellas, 1990) en exteriores y él pasaba por allí, y se interesó por saber quién estaba rodando. Cuando le dijeron que era yo, vino a buscarme para decirme lo mucho que le habían gustado mis últimas películas. Fue verdaderamente amable.
Julia Philips: brillante productora, tiene en su haber "Taxi Driver", 1975, "Encuentros cercanos del tercer tipo", 1977, entre sus películas más celebres.
Michael Chapman: fue el operador jefe de "Taxi Driver", de "El último rock", 1978 y de "Toro Salvaje", 1980.
Thelma Schoonmaker: es la montadora de películas de Scorsese desde "Toro Salvaje".
Extraído de Martin Scorsese, mis placeres de cinéfilo, Editorial Paidos, 1998.
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