Julio Diz

Nació en la ciudad de Lanús, Buenos Aires, Argentina, el 27 de junio de 1956. Desde muy pequeño concurrió al cine, descubriendo a Walt Disney en el viejo Cine Monumental de la ciudad de Bernal. Ya de grande, Román Polanski y su film, “Cul de Sac” fueron los movilizadores hacia el cine de culto. En los años ’70, estudió cine en la EDAC, (Escuela de arte cinematográfico) de la ciudad de Avellaneda. En los ’80 cursó en CECINEMA, (Centro de estudios cinematográficos) dirigido por José Santiso, y asistió al Seminario Introducción al lenguaje cinematográfico, dictado por Simón Feldman. Incursionó en el Cine de Súper 8 y 16 MM. Asociado a UNCIPAR (Unión cineistas en paso reducido), fue cofundador del Biógrafo de la Alondra. Es editor de Woody y todo lo demás, Series de antología y el presente blog. Actualmente trabaja en su primer libro, “Los tiempos del cine”.

viernes, 25 de febrero de 2011

Vivencias del 25 Festival de Mar del Plata.

Perfil de autor: Alejo Taube.

Alejo Taube, director de Agua y sal, pelicula en competencia latinoamericana.


¿Cómo fue tu aproximación al tema de tu película en Competencia?

Puede parecer banal o hasta redundante. Pero lo primero fue un sueño. Una imagen que hoy es eje y tronco del relato. Fue una noche de primavera en Mar del Plata. Anoté unas cinco líneas. Y quedaron ahí guardadas. Fue incluso antes que "Una de dos", mi película anterior. Después, con los años, descubrí que era lo que me parecía tan provocativo de ese sueño. Había elementos comunes a relatos de los grandes escritores del género fantástico argentino: Borges, Cortázar, Ocampo, Bioy. Yo sabía lo difícil que había sido llevar estas ideas a la pantalla. Sin embargo lejos de acobardarme, me decidí a intentarlo y comencé a investigar, leer, entrevistar, experimentar. El resultado dejó a ese sueño mezclado orgánicamente con el drama, los personajes, el relato como un viaje emotivo. Para que todo sea como un cuento de esos que te leían antes de irte a la cama.

¿Cuáles fueron los desafíos al momento de dirigir el largometraje?

Por un lado, el lograr el tono actoral adecuado y hacerlo constante a todos los actores, aunque tuvieran una mínima participación. Después el desafío técnico y humano de filmar en un barco. Y por último el estar atento y activo ante los eternos imprevistos. Que siempre son muchos. Por suerte ahora me los voy olvidando y solo quedan los recuerdos agradables.


Parece que el eje de la película es justamente ese punto en el que la vida de una persona se desdobla, aunque sea a través del deseo. ¿Qué desafíos tuviste que afrontar desde el guión para lograr ese quiebre narrativo?


(Desafío va a ser contestar esta pregunta sin aniquilar el misterio, sin matar lo provocativo de la película). Antes dije que esto empezó como un sueño. Como en la película. Ese sueño que tuve era la herramienta que utilicé para encontrar ese momento. Que no es un quiebre, sino una transición.

Agua y sal tiene una fuerte apuesta desde lo visual. ¿Hasta que nivel este aspecto venía de la mano de manera indivisible del guión?

Siempre pensé que para esta película, con la cantidad de cosas que pasaban, la imagen no debía interferir con el desarrollo de la narración. Debía despejar el camino, hacerlo llano, esconder la mano. Mientras que el sonido sí podía exagerar y así crear un ambiente un poco más onírico o de sentidos aumentados.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

En este momento tengo algunos proyectos muy en sus comienzos, dos un poco más avanzados: un guión para teatro y/o cine y una adaptación de un cuento largo, pero no puedo decir más por ahora.




Miércoles 28 de enero de 2009

TRAS EL RODAJE DE "AGUA Y SAL"

Alejo Taube y las dos alternativas de un hombre

BUENOS AIRES (Télam) -- El cineasta Alejo Taube terminó el rodaje de Agua y sal, una película que protagonizan Rafael Spregelburd y Mía Maestro y que, según dijo, "trata de dos hombres casi distintos e interpretados por el mismo actor, que llevan vidas muy diversas pero que están unidas por un lazo muy fuerte".

"Es un cuento, como una fábula sobre dos hombres que podrían ser el mismo pero no lo son", indicó, quien filmó en Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires con un elenco integrado además por Paloma Contreras Manso, Mónica Lairana ("Monichín") y Daniel Cúparo.

Segundo largometraje de Taube después de Una de dos (2004), Agua y sal es una coproducción argentino-alemana que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, la Hubert Bals Fund (Holanda) y el World Cinema Fund (Alemania).

"Es un viaje que empieza con un personaje, Javier, quien está de vacaciones en Mar del Plata con su mujer, y rápidamente pasa a ver la vida de otro personaje, Biguá, un trabajador portuario interpretado por el mismo actor pero que tiene una vida totalmente distinta", explicó Taube.




Y añadió que, sin embargo, "el hecho de que sean interpretados por el mismo actor (Spregelburd) y que sean iguales es sólo un detalle perceptible desde la butaca, pero en realidad no juega de manera determinante dentro de la historia".

"Podrían ser el mismo pero no lo son, y el hecho de que sean interpretados por el mismo actor es una decisión de dirección, porque aunque creo que no lo percibís inmediatamente, te vas dando cuenta de a poco y eso va generando cierta tensión", afirmó el cineasta.

Para Taube, "eso va generando además una expectativa que se desenvuelve de una manera muy original, que trasciende a la película y a su historia y que juega en otro nivel mucho más sutil".

La vida de los otros.

Según su breve sinopsis, la película narra la historia de un pescador que se embarca hacia alta mar en busca de un mejor futuro y la de un hombre de negocios que vuelve a su casa con la necesidad de cambiar su presente.

"Es un momento importante en la vida de una persona que desemboca en la vida de otra persona. Termina acercándose a la vida del otro, participando y siendo un nexo inevitable para que la otra historia termine de resolverse bien", dijo Taube acerca de estos dos hombres y sus caminos entrelazados.

"Ese personaje es miembro partícipe indispensable en la vida del otro y eso es algo muy importante para la vida de él.

"Hay un hilo delgado que nos une a todos y hace que cada acto tenga consecuencias lejanas e inimaginables", agregó.


En ese sentido, Taube expresó que "en algún punto la película es una puesta en abismo, porque abre las puertas a muchas y diversas interpretaciones".

"Se pueden pensar muchas cosas acerca del motivo de la elección del mismo actor para los dos papeles, pero finalmente no es más que un juego y un detalle", prosiguió el director.

"Así como la película cambia el foco de las vidas que muestra --prosiguió el cineasta--, también cambia su entorno y el espacio donde se desenvuelven las historias".

Para Taube, "el tema de la paternidad es muy importante en la película, tanto como el de la identidad, la progenie, la vida, la muerte y los hijos. Son temas que aparecen porque normalmente cruzan la vida de la gente".

Rodada durante seis semanas, recorrió locaciones de Mar del Plata y Buenos Aires, y en alta mar, a bordo del buque pesquero "Portobelo".

"Filmarla fue dificilísimo, pero bastante grato", afirmó Taube, y añadió que "se trata de una película complicada en su producción, con muchas locaciones y cambios de lugares y escenografías, lo que al mismo tiempo la hace muy vistosa", prometió.



Fuente: Pagina oficial del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2010, "Diario La Nueva Provincia S.R.L.".

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