Mercedes Funes y Damián de Santo reflexionan sobre una de las parejas más recordadas de la era de oro en Yo soy así.
Por Martín Artigas
Funes y De Santo, reunidos en la pantalla |
Sentada sobre la cama, frente a la valija a medio llenar, Tita Merello se aferra a la ropa y rompe en llanto. "¡No me dejes, Luis! ¡Por favor, no me dejes!", suplica, aunque está sola: Luis Sandrini acaba de abandonarla. Componer a la mujer detrás del personaje público fue uno de los grandes desafíos que debió asumir Mercedes Funes, protagonista de Yo soy así, Tita de Buenos Aires. La película de Teresa Costantini se centra en el camino que recorrió Laura Ana Merello para convertirse en Tita. "Por la manera que tenían de expresarse en sus películas o en el escenario, tanto Tita como Sandrini tenían un personaje armado, que era muy expresivo en la forma de decir, de mover los brazos, de gesticular -explica Funes-. Teníamos que buscar al ser humano detrás de esas capas públicas".
Funes habla en plural para incluir a Damián De Santo, el elegido para ponerse en la piel del actor con el que Merello vivió uno de los romances más comentados de la era de oro del cine nacional. Por eso, si bien la película de Costantini pretende revelar la mujer que se construyó a sí misma como ícono arrabalero, ese amor malogrado tiene un capítulo fundamental en el relato.
Tita Merello |
Se habían conocido en el set de la primera película sonora del cine argentino, ¡Tango!, de 1933. Compartieron una escena, pero sus personajes no tenían interacción; pasaron nueve años hasta que se vieron de nuevo, esta vez fuera de un estudio. Él estaba casado con la actriz Chela Cordero, pero eso no impidió que convivieran y se mostraran socialmente como una pareja. En 1948, cuando él viajó a España por trabajo, ella decidió quedarse en Buenos Aires para filmar Filomena Marturano, la película que la consagró como actriz y precipitó el fin del romance.
"Yo tenía un profesor de teatro que decía que hay personajes que se hacen de adentro hacia afuera y otros de afuera hacia adentro. Acá me ayudó mucho el contexto -asegura De Santo-. La recreación de época es otro de los puntos fuertes de Yo soy así. Hay una búsqueda deliberada, mostrar una Buenos Aires de bataclanas y malevos en contraste con el microclima europeo que florecía en las mansiones y los lugares frecuentados por la clase acomodada. Tita aprendió a transitar ambas realidades hábilmente, sin fingir ni perderse a sí misma en el camino".
Merello y Sandrini, en una imagen de la época Merello y Sandrini, en una imagen de la época |
La escena del abandono es una de las más fuertes de la película e incluye a la madre de Tita -personificada por Esther Goris- como feroz interlocutora. En ese punto, Funes profundiza en el costado más vulnerable de Merello. "Está instalada esta imagen de Tita, «la rea», «la payasita del tango»" - apunta Funes, quien además canta en el film-. Yo me propuse mostrar la belleza real que tenía, y atravesar ese pasaje hacia ese personaje más grotesco y divertido que ella misma construyó". De Santo tiene su propia interpretación sobre la metamorfosis de Merello: "Creo que Tita se veía bella y fuerte, pero lo hizo a un lado para no ser invadida como mujer en esa época tan machista. Ya había padecido bastante en esa situación de vulnerabilidad. Buscó deserotizarse e hizo un negocio de eso".
Fuente: www.lanacion.com.ar/2069960-tita-y-sandrini-un-amor-entre-imagenes-publicas
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