La última película de Martin Scorsese tiene el sello indeleble del realizador. Entrevistados por Axel, el director y el protagonista, Leonardo DiCaprio, hablan del film y de qué piensa cada uno sobre el otro.
Por Axel Kuschevatzky
Martin Scorsese me mira a los ojos y suspira profundamente. “Esta película se pudo hacer porque la financiación estaba cerrada antes del colapso económico de 2008”, dice el director con resignación, “hoy sería imposible”. Es difícil creerlo, pero uno de los cineastas más grandes de la historia habla de su último film como un suceso irrepetible. El tipo sabe y, si lo cree, por algo será.
Estamos en un salón de un hotel de Nueva York en uno de los días más fríos de febrero de 2010. En la habitación de al lado el protagonista del film, Leonardo DiCaprio, también charla con unos poquitos periodistas acerca de este largometraje, un thriller psicológico llamado “La isla siniestra” ambientado en 1954. Con un poco de esfuerzo se puede escuchar el viento fuerte en las calles resonando del otro lado de los ventanales del hotel. Es un buen marco para hablar sobre esta adaptación de una novela del autor Denis Lehane acerca de un detective asignado a encontrar a una fugitiva desaparecida en un hospital psiquiátrico. Pero no es una institución cualquiera es casi una cárcel de máxima seguridad, situada en una isla en la costa de Boston. Alambre de púas electrificado, guardias armados, paredes de concreto…Nadie puede escapar de este universo (o entrar en él) diseñado para los desequilibrados más inmanejables de los Estados Unidos. Allí, el agente Teddy Daniels (DiCaprio) debe averiguar que ocurrió con Rachel Solando, una mujer que mató a sus tres hijos y que para escapar de la realidad cree aún que están vivos en su casita y que los otros internos del lugar son sus vecinos, el cartero y hasta el policía de la esquina.
Pero a no engañarse: es una película de Scorsese, las vueltas de tuerca se asoman a lo lejos y el punto es algo tan simple como una investigación, sino ideas mucho más complejas y perturbadoras. “La isla siniestra” es más sobre qué entendemos que es la realidad, que simplemente una película de suspenso y terror.
Ambientado en 1954, el film además se encarga de mostrar cuales eran las rudimentarias técnicas psiquiátricas del período. Era un momento donde el electroshock y la lobotomía frontal estaban de moda para calmar a los pacientes violentos. En la ficción, Rachel Solando no es una de esas pacientes, pero cuando Teddy Daniels descubre que irse del asilo no es nada fácil, los fantasmas de estos violentos tratamientos médicos comienzan a tomar forma.
Para Scorsese, el proyecto era una manera de meterse de lleno en un género que los fascina: el suspenso. Como siempre, juntó a sus actores y equipo, y los hizo ver una serie de viejas películas para mostrarles elementos que quería tener sí o sí en “La isla siniestra”. Algunos de ellos tienen títulos tan exóticos como “Delirio de pasiones”, 1963, “Que el cielo la juzgue”, 1945, “La séptima víctima”, 194, “Delirio de locura”, 1956, o “Manicomio”, 1946. Si nunca los escuchaste nombrar, no te culpo: son oscuras muestras de cine que Scorsese acumula en su cerebro con adoración. Su conocimiento enciclopédico de la pantalla grande no deja de ser un recurso para su propia creatividad. Cuando le señalo que el film usa colores saturados como algunos de esos viejos ejemplos, me contesta: “Es que yo recuerdo así esa época, en Technicolor furioso”.
Claro que un argumento que ocurre en un asilo para dementes no puede escapar a la Oscuridad (así, con mayúscula). En su investigación, el detective encuentra noches de tormenta, celdas infranqueables, pasillos más que tenebrosos… Para DiCaprio es claro que su director favorito usa los recursos del género para narrar otra cosa. “Scorsese va a ser recordado en 100 años en el cine como Da Vinci en la pintura o Shakespeare en el drama”, aventura el actor. Unas semanas antes había dicho casi lo mismo cuando le dio a Marty (como todo el mundo llama al realizador) un premio Globo de Oro por su trayectoria. Y la descripción incluía la frase “Él es mi mentor”.
Scorsese (gran responsable del crecimiento como intérprete de DiCaprio en la última década) no se queda atrás en los cumplidos hacia su protagonista: “Ésta es su mejor actuación”. No es poco decir, teniendo en cuenta que en sus tres films previos como dupla, DiCaprio se había lucido (con nominación al Oscar incluida): “Pandillas de Nueva York”, 2002, “El aviador”, 2004, y “Los infiltrados”, 2006. Seguramente “La isla siniestra” fue un proyecto más fácil de rodar que “Los infiltrados”, donde Jack Nicholson volvió loco al director, quien además tenía que convivir con la presión de un film extremadamente más caro que los que estaba habituado a comandar.
Hoy, nada parece perturbar a Marty, que habla sin pausa de los films favoritos. La charla termina y Scorsese me agarra las dos manos, amigablemente, “Ojalá nos dejen seguir filmando”. Ojalá, pienso.
Ficha Técnica:
Título original: Shutter island
Género: Thriller
Director: Martín Scorsese
Actores: Leonardo DiCaprio - Mark Ruffalo - Ben Kingsley - Emily Mortimer - Michelle Williams
Guionista: Laeta Kalogridis
Origen: Estados Unidos
Año: 2009
Duración: 135 minutos
Fuente: Revista Miradas.
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