miércoles, 10 de septiembre de 2008
Perlas cultivadas, Billy Wilder
Cineasta austriaco-estadounidense (1906-2002)
Un director debe ser policía, partera, psicoanalista, un lameculos y un bastardo.
Francia en un lugar donde el dinero se te deshace en las manos pero no podes cortar el papel higiénico.
Nunca conocí a nadie tan completamente malvada como Marilyn Monroe. Ni tan completamente fabulosa en la pantalla, y eso incluye a la Garbo.
Un actor entrando por la puerta, no tenés nada. Pero si entra por la ventana, tenés una situación.
Yo tengo diez mandamientos. Los primeros nueve son no aburrirás. El décimo es tendrás el derecho al montaje final.
Si vas a decirle la verdad a la gente, se gracioso o te van a matar.
La felicidad es trabajar con Jack Lemmon.
Mi tía Minnie seria siempre puntual y no demoraría nunca la filmación, pero ¿Quién pagaría por ver a mi tía Minnie?
No seas demasiado inteligente para el público. Hace obvias las cosas. También las sutilezas hacelas obvias.
Adoraría el suelo por el que caminas, Audrey, tan solo si vivieras en un barrio mejor.
Ninguna buena acción queda sin castigo.
Cualquiera que no crea en los milagros no es realista.
Hacer películas es un poco como caminar en un cuarto a oscuras. Algunos tropiezan con los muebles, otros se quiebran las piernas, pero algunos vemos en la oscuridad mejor que otros.
No voy a la iglesia, Arrodillarme me hace bolsas en los pantalones.
Confía en tu propio instinto. Los errores bien pueden ser tuyos en lugar de los de alguien más.
Tenés que tener un sueño, así a la mañana podes levantarte.
La gente copia, la gente roba. La mayoría de las películas que hacen hoy están cargadas de efectos especiales. No podría hacer eso. Yo deje de fumar porque no sabía recargar mi encendedor Zippo.
(A un cameraman) Hace un par de tomas fuera de foco. Quiero ganar el premio al mejor film extranjero.
Fuente: Revista Ñ
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